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N ° 09/2004 - Año 5º

Buenos Aires, junio 22 de 2004.-

MUESTRAS DEL PAIS EN SERIO

Las SA de K: En estas semanas Kirchner ha dado un importante paso en el proceso de intimidación de la sociedad de forma que pueda asegurarse el poder absoluto mientras los argentinos siguen echando culpas sobre Carlos Menem quien dejo la presidencia de la Nación hace más de 4 años y medio. Ahora se ha oficializado la creación de sus fuerzas de choque o asalto, como las SA del nazismo en su camino al poder.

Ya hicieron cordones de seguridad cuando Kirchner organizo el acto de la ESMA donde se reemplazo la bandera argentina por una bandera roja con la cara del genocida Ernesto Che Guevara.

Como también sucedía en la Alemania de Weimar y en los primeros tiempos de los nazis en el poder había varios grupos violentos, a quienes el mismo Hitler les toleraba de cierta forma su violencia callejera. Esa violencia en las calles atemorizo a la clase media, a los “centristas”, a todos quienes creen que puede existir tal cosa como un centro entre el bien y el mal. Y esos mismos centristas, esa misma clase media que más tarde sería arrasada por el nazismo y las guerras que desató fue quien aceptó entonces las medidas de excepción, las que restringían libertades personales, de prensa, la concentración del poder en el gobierno.

Tanto las Secciones de Asalto (SA) como las equivalentes del comunismo alemán fueron así reprimidas en forma despiadada por las más temibles aún SS. La Policía y las Fuerzas Armadas previamente purgadas no tenían ninguna capacidad moral, ni política para reaccionar. Y además Hitler les prometía un nuevo orden a quienes se habían salvado de las purgas.

Acá tenemos a Castells haciendo de Ernst Röhm, las empresas como Repsol, Mac Donalds y quienes pensamos distinto y denunciamos este clima de intimidación somos los judíos. Luis D´Elía de Heinrich Himmler, mientras Kirchner espera el momento en el que pueda justificar privarnos de toda libertad y garantía constitucional.

El diputado provincial y piketero Luis D’Elía realizo un acto anunciando que las organizaciones piketeras se organizaban para defender al gobierno y lograr sus objetivos. Sus palabras fueron bastante claras cuando estuvo horas después en el programa Fuego Cruzado de Marcelo Longobardi en Canal 9 donde expreso: "Ojo, Kirchner no es de la Rúa. No se va a ir en un helicóptero. Es  un carnicero y antes va a haber una carnicería"

No existe siquiera un diputado, senador o juez que haya reclamado la expulsión de su cargo por inconducta moral. Y tomando las palabras del indigno diputado que vive del dinero de quienes trabajamos y pagamos impuestos, merced a la extorsión públicamente aceptada por el gobierno, y ahora blanqueada como financiamiento del Dictador K a sus fuerzas de choque, D’Elía se ha ganado el título de Karnicero de primera clase.

Para la semana próxima los piketeros oficialistas anuncian un “congreso”con 2.100 delegados en Parque Norte, Buenos Aires. ¿Quién paga todo esto? ¿Si tienen plata para semejante movilización porque se les siguen pagando planes sociales? ¿Cuándo algún fiscal o juez investigará esta malversación del dinero público que es mantener organizaciones de choque oficialistas? ¿Porqué los trabajadores deben aceptar que no se les paguen sus ahorros forzados en las AFJP mientras se mantiene a esta banda pretoriana armada?

Educación K: A pesar de contar con centenares de millones de dólares provenientes de regalías en 12 anos como gobernador de su provincia, Néstor Kirchner ni siquiera apoyo  la creación de alguna universidad o centros de desarrollo tecnológicos y de servicios. Lo que muestra a las claras que clase de educación podríamos tener en la Argentina si la educación regresara al estado nacional y tenemos presidentes como Kirchner.

Muertes en Río Turbio, sin ningún responsable: Cada vez que existe un accidente en una empresa privatizada los medios de propaganda nos llenan de imágenes dramáticas, se inician investigaciones y todo tipo de actos que intentan mostrar la perversidad de los capitalistas, muy distinto es el caso de la tragedia sucedida en la Mina número 5 de Río Turbio donde nadie parece querer reclamar alguna investigación sobre los culpables.

Debemos recordar que hace dos años Néstor Kirchner y su ministro favorito Julio de Vido acordó y obtuvieron del usurpador de Lomas la estatización y reapertura de Río Turbio. Como resulta de todo emprendimiento pseudo empresarial del Estado no se hacen las inversiones, ni se cumplen las normas de seguridad, ni laborales, ni industriales. Esas han sido sancionadas para someter a los “perversos”capitalistas privados, total el Estado es filantrópico –como lo calificara el pensador mejicano Octavio Paz- y lo hace con el dinero que rapiña del sector privado.

Prueba de la complicidad duhaldo kirchnerista en la estatización fue la designación de Eduardo Arnold como interventor, cargo al que renunció por haber sido designado diputado nacional en la lista santacruceña y donde esa misma alianza lo eligió vicepresidente de la Cámara.

Si explota un depósito de armas del Ejército durante el gobierno de Carlos Menem se investiga a todo el gabinete y a él mismo por homicidio. Si se cae una mina que jamás debió ser reabierta en las condiciones que está Río Turbio es un acto de recuperación de la soberanía y la dignidad nacional y productiva.

El resultado que causo la demagogia kirchnerista de reabrir una empresa minera sin capital, y como es estatal al margen de las normas que todos los demás debemos cumplir, son los 14 trabajadores muertos.

Las indemnizaciones que vamos a pagar entre todos los argentinos no devolverán esas vidas. Tampoco parece haber nadie que reclame por la incapacidad e irresponsabilidad que la demagogia estatista de los transversales y setentistas causan, total estamos en un país en serio y Beliz aun no necesita reacomodarse denunciando por homicidas a Kirchner y de Vido, Moner Sanz y Clarín deben callar por la cooperación que recibieron del dictador K para remover al Juez federal Jorge Marquevich por haberse atrevido a aplicarle a la señora de Noble la misma regla que Verbitsky ha logrado imponer en forma masiva a los militares que defendieron la nación de la agresión comunista.

Pero cada una de esas muertes tiene culpables, son quienes juegan a ser empresarios creando entes estatales para reemplazar la actividad productiva privada. Que se permiten hacerlas funcionar al margen de la ley, que ellos solo entienden como instrumento de expoliación del empresario privado, el único que de verdad es empresario.

Y por cierto, ¿en que se habrán gastado las decenas de millones de pesos de subsidios que Kirchner envío a Río Turbio? ¿Habrá sido desviado a tapar el agujero del depósito desaparecido dinero santacruceño depositado en el exterior?

Pero no todo es negativo, si difundimos esta nueva experiencia de la seriedad del país estatista tal vez los más jóvenes no acompañen esta defraudación masiva que es recrear las empresas estatales y los más adultos también recuperemos la memoria y echemos con los votos al dictador.

El ANSES cambia de funciones: Aunque suene extraño el doctor K ha logrado otro milagro en su gestión y es que el dinero del ANSES ya no sea usado para pagar las jubilaciones sino para financiar la dictadura chavista, ya que ahora sale a la luz que se han utilizado los dineros del organismo para pagar el fuel oil que Pedevesa nos vendió en algo que decían era un canje por bienes producidos en Argentina, como si con eso no hiciera falta pagarlo. Se ve que Pedevesa necesitaba con urgencia los caños sin costura de Techint y por eso le sacaron el dinero a los jubilados y para pagaron la cuenta.

El método usado por el gobierno K permite engañar a muchos ya que mientras se nos dice que han logrado evitar la suba de tarifas y precios de los combustibles y la energía eléctrica. Lo cierto es que pagan la cuenta con el dinero que no pagan a sus dueños. Dicho de otra forma mantienen salarios y jubilaciones más bajas porque se patinan el dinero en subsidiar a empresas comerciales y dictadores amigos (de ellos demás está decir).

EL BCRA explica el boom automotriz y financiero. El Boletín estadístico mensual del BCRA informa que en junio de 1999 solo el 40% de las familias argentinas podía comprar un automóvil cero kilómetro y pagar las cuotas en forma regular. Eran los tiempo infames donde la gente especulaba y la altísima tasa de interés impedía que el 60%  de las familias argentinas accedieran al soñado automóvil cero kilómetro.

Fue entonces cuando los industrialistas a través de sus cómplices y voceros impulsaron una devaluación que hiciera del infame modelo especulativo un modelo de producción y desarrollo. Y el boletín citado demuestra el éxito obtenido ya que hoy han logrado que el 15% de las familias argentinas puedan comprar un automóvil cero kilómetro y pagar sus cuotas.

La industria automotriz y la industria bancaria estallan de alegría ante el boom de clientes que el modelo de país en serio les consiguió, mientras todos deberíamos llorar la pobreza conseguida, la producción perdida y reclamarle a los de Mendicurren que no sigan armando reuniones en Calafate para estudiar como impulsar el desarrollo de la industria nacional, ya que está a la luz que ellos solo buscaban licuar sus deudas, hacer que se las paguen los demás argentinos y de yapa aumentar su rentabilidad sin invertir.

Está claro que hacen sus reuniones en el Calafate de chupamedias y para pedir más privilegios y subsidios, no para invertir, ni producir competitivamente, ni mucho menos exportar.

Reflexiones sobre un artículo en La Nación de las empresas públicas: Firmado por el Sr. Ernesto Poblet La Nación público este lunes un artículo llamado “La lombriz solitaria” del que se copian algunos párrafos. Las negritas son nuestras.

“Sindicatura General de Empresas Públicas -más conocida como Sigep- a la que se le ocurrió publicar un dato trascendente en abril de 1989.

"El resultado financiero consolidado de las empresas públicas durante el período 1965-1987 fue negativo en 52.397 millones de dólares." Eso significaba que las transferencias totales del Tesoro Nacional hacia las empresas del Estado para cubrir su capital de trabajo le insumieron al fisco esa suma astronómica. Los 52.397 millones de dólares fueron pérdida pura acumulada desde la presidencia del austero doctor Arturo Illia, el severo general Juan Carlos Onganía, Roberto Levingston -con su ministro Aldo Ferrer-, Alejandro Agustín Lanusse, Héctor J. Cámpora, Raúl Lastiri, los meses del anciano Juan Domingo Perón, María Estela Martínez (Isabel), Jorge Rafael Videla, Roberto Viola, Leopoldo Fortunato Galtieri, Reinaldo Bignone y el democrático doctor Raúl Alfonsín.

¿Era tan rico el país en esos veintidós años para solventar una cifra líquida algo cercana al PBI y disponerla tan alegremente en manos de los amigos de los gobernantes para dirigir las más sofisticadas actividades comerciales, industriales y de servicios?

En 1990, el Ministerio de Obras y Servicios Públicos elaboró un informe reservado, que hizo público un matutino de la Capital Federal. Se dan detalles de nueve empresas estatales, consignando las pérdidas, deudas previsionales y deudas con el exterior en los respectivos casos y dentro del ejercicio que se cerró el 31 de diciembre de 1989. Entre trece empresas perdieron ese año 3867 millones de dólares y, en conjunto, adeudaban a las cajas de jubilaciones 177 millones de la misma moneda y, al exterior, la friolera de 15.724 millones: tan sólo en el ejercicio correspondiente a 1989. (¿Se aplico a alguno de todos esos funcionarios y gobernantes alguna sanción como se hace con los empresarios que olvidan pagar alguna boleta a la AFIP?)

Entel había perdido, en 1989, 1461 millones de dólares. No había cancelado el IVA. Debía a las cajas 23 millones de dólares y su deuda externa alcanzaba a 988 millones. (Hoy las privatizadas tienen un 600% más de líneas en servicio, pagan todas sus cargas sociales y previsionales, tienen ganancia y pagan impuesto por ellas)

Agua y Energía Eléctrica había perdido 848 millones de dólares. Debía a las cajas 72 millones de dólares. Segba había perdido 800 millones de dólares, con una deuda externa de 830 millones. Ferrocarriles había perdido 581 millones de dólares. Debía a las cajas 54 millones, con una deuda externa de 1209 millones de dólares. Hidronor había perdido 195 millones de dólares y su deuda externa ascendía a 577 millones de dólares. Encotel había perdido 184 millones y debía a las cajas 18 millones de dólares. Gas del Estado había perdido 120 millones y su deuda externa era de 2144 millones de dólares. Yacimientos Carboníferos Fiscales había perdido 44 millones de dólares. Debía a las cajas dos millones de dólares y tenía una deuda externa de 197 millones. Aerolíneas Argentinas había perdido 34 millones de dólares. Su deuda externa era de 1019 millones de dólares. (¿Cuanto tardarán Enarsa, el Correo reestatizado, Lafsa, en aumentar la deuda externa nuevamente, en dejar de pagar sus impuestos y cargas previsionales? ¿Cuándo esa deuda se conozca De Vido, Kirchner, los Fernández se harán cargo de ella o volverán a endosarla a todos los argentinos?)

Caso aparte es el de YPF (estatal), por su complejidad, al tratarse de un monopolio con varias actividades en torno del petróleo y del gas. Las deudas exigibles internas, que no se pagaban, totalizaron los 75 millones de dólares. Su deuda era, en 1989, de 5704 millones de dólares. De la YPF estatal nunca se conocieron sus más elementales costos. Lo que resultó fácil de captar fueron las filigranas contables.

Falta considerar en este informe las pérdidas de las empresas de Defensa -Somisa, entre ellas- y las correspondientes a otras áreas en el orden nacional y provincial. Es mejor imaginarlas que tomarse el aburrido trabajo de investigarlas. Salvo que la otrora Sigep y algún ministerio hayan permitido una publicación oportuna y cómoda que ayude a erradicar, para siempre, la vieja enfermedad parasitaria.”

Solo recorrer esta galería de espanto explica que en la década del noventa no se vendió ninguna joya de ninguna abuela, las empresas del estado argentino eran un fracaso y una de las causas de la pobreza y el atraso. Basto desprenderse de ellas para que sus nuevos accionistas, esos perversos capitalistas, hicieran inversiones y pagarán sus obligaciones tributarias y previsionales. Durante esa década los servicios y la producción Argentina crecieron sostenidamente a pesar de varias crisis financieras mundiales. Las exportaciones se triplicaron, el producto bruto trepo a casi U$ 300.000 millones

Las empresas estatales por definición no son empresas ya que no se hacen para ganar dinero y detrás de esa mentira se esconde toda la corrupción de sobresueldos, coimas, empleos a partidarios, sobres a periodistas, pero en cuanto a su objetivo son como una pizzería que no vende pizzas pero tiene el poder de hacer pagar sus gastos y empleados con el dinero de los vecinos del barrio.

 

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