N ° 07/2004
Buenos Aires, mayo 05 de 2004.-
El gobierno de Kirchner que junto su padre político -el gobierno de Duhalde- causaron la crisis energética se empeña en culpar a las empresas de no haber invertido en exploración y explotación.
Además de presentamos como un éxito importar gas boliviano, incumplir nuestros convenios de exportación a Chile.
Deberían explicar porque con la desregulación y privatización de la exploración, explotación y transporte del gas Argentina dejo de importar gas para ser exportador. Porque ahora que incumplimos los contratos y queremos obligar a los empresarios a producir e invertir para perder dinero tenemos que importarlo nuevamente. ¿O no era que querían la argentina exportadora? Su éxito es tal que debemos importar lo que hasta hace poco se exportaba, que debemos cuidarnos de consumir para que no nos castiguen.
El discurso gubernamental tendiente a “racionar” el uso del gas y la electricidad solo encubre un tarifazo mal hecho y tardío. Basta ver cada día en los diarios la vergonzosa propaganda del ENRE que no pone esa llave en el medio, sino en mínimo. Lo que debemos entender es que los modelos socialistas y estatistas como el que impulsa en los hechos Néstor I solo funcionan ajustando la calidad de vida de las personas, y ajustando hacia abajo
La crisis causada por la devaluación y el congelamiento de las tarifas de gas y electricidad es responsabilidad del gobierno que la hizo y de su cría, que mantuvo esa política a sabiendas de las consecuencias que resultan hoy. Cuando algunos adentro y afuera del país reclamábamos un sinceramiento de esos precios para asegurar las inversiones y el abastecimiento con demagogia se descalificaban las propuestas porque respondían a “intereses”.
El día 27 de diciembre del año 2002 el diario Ámbito Financiero publico un estudio de la década menemista 1992/2002 en la industria del gas, entre las conclusiones del estudio se señalaba:
· Estas empresas invirtieron U$ 8.264 millones, 3.404 millones fueron inversiones voluntarias y 1.146 se destinaron a extender y ampliar los gasoductos dentro del territorio nacional para exportar gas.
· Hoy hay capacidad para transportar 125 millones de metros cúbicos diarios de gas frente a 67 millones de 1992.
· Se ampliaron las redes de distribución en 52,7% y el número de usuarios de gas natural creció un 32%.
· La Argentina dejo de importar gas por U$ 250 millones anuales y paso a exportar U$ 350 millones anuales.
· En diez años la tarifa de un usuario residencial subió un 21,9%, atribuible sobre todo al incremento del 70% en impuestos.
· Las compañías pagaron U$ 5.352 millones en impuestos en 10 años.
· El Estado Argentino percibió como utilidades por las acciones que retuvo en las compañías gasíferas U$ 459 millones en dividendos.
· Los ingresos del Estado Argentino equivalen al 66% de los ingresos de las compañías.
· En diciembre del año 2002 acumulaban una deuda privada de U$ 2.400 millones utilizados en las inversiones de obras de infraestructura.
· Desde el congelamiento de tarifas internos en enero de 2002 y por la pesificación las compañías dejaron de poder recibir créditos y refinanciación para continuar procesos de inversión y mantenimiento adecuados al no poder adquirir insumos de origen importado cuyo costo se triplico por la devaluación.
Frente a estos datos abrumadores cabe preguntarse quien no invirtió, quien se ha llevado la parte del león del negocio del gas ¿el estado o los empresarios? ¿Quién tiene la responsabilidad de haber roto los contratos y destruido la confianza de los inversores, empresarios?
Para quienes se llenan la boca con preocupaciones ambientales la crisis del gas Argentina tiene otro costado del que todos callan. Chile tendrá que volver a operar algunas centrales termoeléctricas con carbón y fuel oil, lo que produce smog, contaminando la atmósfera pero claro que como el uso del gas que es más limpio y menos contaminante es el resultado del capitalismo liberal Pergolini y Greenpeace no se han de preocupar, ni los demás ecologistas vocingleros.
Los daños ocasionados por la irresponsabilidad del Estado Argentino y sus gobernantes son muchos y variados, no se solucionan con falsas acusaciones, sino empezando por reestablecer la vigencia del derecho y los contratos, por aceptar los gobernantes someterse ellos y el Estado a la ley. De eso se trata la seguridad jurídica, no de que los ciudadanos se sometan a la ley y la constitución, sino ante todo de someter al gobernante a ella. Y nuestro presidente ha demostrado una persistente vocación por no cumplir, ni hacer cumplir la Constitución Nacional sino hacer su capricho, por someter a los ciudadanos, empresarios, trabajadores e inversores a su voluntad.
Y de esa forma no habrá gas, porque no habrá inversiones, ya que nadie está obligado a poner dinero para que se lo sigan robando. K y sus kamaradas podrán seguir ladrando a la luna, echando culpas a algunas de las víctimas, porque tengamos claro que los empresarios que invirtieron en desarrollar el negocio del gas son víctimas como quienes vamos a terminar pagando la cuenta y pasando frío.