N ° 07/2004
Buenos Aires, mayo 05 de 2004.-
Resulta muy bueno ver como los viejos enemigos europeos se unen en una misma comunidad confederada para cooperar entre todos a su desarrollo común. Mientras tanto los políticos de cabotaje, los nuestros y los bolivianos se llenan la boca con la unidad latinoamericana se dedican a joder al vecino, es decir a Chile.
No otra cosa es la actitud de los bolivianos que quieren no vender gas a Chile, y condicionar a que la Argentina tampoco se lo venda. Ni menos la mezquina y miope actitud del diktador Néstor I.
Evo Morales, y los demás trogloditas bolivianos parecerían necesitar otra derrota militar para entender que sus reivindicaciones territoriales por una guerra que perdieron hace más de 120 años resultan lamentables. Como si Alemania y Francia siguieran disputando Alsacia y Lorena, o Alemania disputando con Polonia por Prusia, nada menos. Solo en la Segunda guerra Mundial entre 1939 y 1945 los europeos tuvieron más de 35 millones de muertos. Esas heridas tremendas tienen menos de 60 años. Y ahí si que hubo torturas, campos de exterminio, bombardeos de aniquilamiento, y todo cuanto más podamos mencionar.
Europa ha elegido el camino de la asociación y cooperación. La Bolivia de Mesa y Evo Morales junto a la Argentina de Kirchner han optado por darle una lección a los europeos, ya que somos bien exitosos en proveer al desarrollo y al progreso económico y humano de nuestros pueblos hemos elegido el camino de abrir disputas, de romper la cooperación y mirar al pasado.
La actitud de Kirchner, Mesa, Brasil con Lula y Tabaré Vázquez en Uruguay de querer asociarse para perjudicar a Chile obedece a la miopía de estos mezquinos personajes que nos gobiernan hoy. Resentimientos del pasado, envidia por un progreso chileno que es testimonio del fracaso de la dirigencia de nuestros países. Como si se pudiera estar mejor perjudicando a los chilenos, como si en vez de tomarlos de ejemplo y aprender de sus aciertos persistir en el error y asociarnos entre fracasados nos pudiera sacar del pozo.
Las excusas dadas por Kirchner y su chirolita Alberto Fernández acerca que el Protocolo de Integración Gasífera no es aplicable porque el Congreso de la Nación no lo aprobó, porque no vamos a sufrir los argentinos por cumplir la palabra empeñada es una demostración de su inmoralidad absoluta. Solo una persona carente de todo moral puede hacer de la violación de sus contratos y obligaciones una virtud.
Es todo parte de la misma cuestión, la falta de moral de parte de nuestra dirigencia, de la necesidad de dañar a Chile para que nuestros pueblos no puedan ver el ejemplo de un pueblo que progresa en libertad, con cooperación y respeto por la palabra empeñada. Y como no tenemos la capacidad militar de suprimir tan inconveniente ejemplo de virtud intentamos arruinarlo privándolos de la energía que prometimos venderles.
Mientras Lagos en Chile y Battle en Uruguay sueñan con una alianza comercial sobre la base la libertad y la cooperación a través del ALCA, Lula, Kirchner, Mesa y Tabaré Vázquez sueñan con una mafia cerrada donde los pueblos estén sometidos a la arbitrariedad de los gobernantes de turno. Mientras Lagos y Battle piensan en términos de progreso y asociación, de futuro y cooperación los demás construyen la unión de fracasados y resentidos. La unidad latinoamericana es solo un discurso demagógico, bajo el cual se esconden resentimientos y miedos a la libertad, mediante el cual muchos gobernantes logran someternos a sus caprichos dictatoriales.
Cuando Néstor I y su corte miran al pasado argentino no actúan de casualidad, porque al final están haciendo lo mismo y en una cuestión ajena y terminada entre Bolivia y Chile. O será por eso que los argentinos y bolivianos parece que hemos de resistirnos a enfrentar nuestros fracasos y arrancar hacia adelante con la lección aprendida.
Aun no entiendo de qué reían, que celebraban Mesa y Kirchner cuando firmaron el acuerdo de compra del gas boliviano que contiene esa indigna cláusula de agravio a Chile.
O tal vez es que no entiendo que las risas se deben a que el De Vido ya había firmado también el gasoducto sobre facturado con Techint en el cual Kirchner y De Vido nos quieren hacer poner 250 millones de dólares a los argentinos. O la alegría de comprar el gas boliviano a tres veces el precio que se paga en Argentina a quienes invierten en Argentina.
Esas sí son lindas noticias para dar como le gustaba decir al inútil de don Fernando de la Ruina, o será que las noticias se refieren a la riqueza que esos contratos darían a quienes los firman.
No es extraño entender porque Europa progresa más que América Latina. Acá tenemos muchos dirigentes que son una basura, que solo pueden alentar odios ancestrales para mantenerse en el poder mientras se hacen ricos. Al menos en Europa aprendieron a perdonarse, para poder progresar mediante una asociación digna. Hace dos siglos Federic Bastiat escribió que “por las fronteras donde no pasan las mercaderías terminan pasando los cañones”, todo un resumen de porque el comercio libre es bueno para los hombres. Europa luego de haber sacrificado decenas de millones de personas en varias guerras ha tomado el camino que Bastiat marcara.
Seguramente para muchos de nuestros dictadores de pacotilla las palabras Bastiat sean ante todo rechazadas por un prejuicio ideológico ya que el pensador francés fue un liberal. En Europa no se han detenido en tan pequeña cuestión.
¿Cuánto costará reparar el daño que hemos causado a los chilenos estúpidamente? Mucho y lo más trágico de ello es que quienes han de pagarlo son nuestros pueblos con atraso y pobreza.
Solo puedo decir que no todos festejamos en Argentina, ni tampoco en Bolivia. Y es mi deseo que la mayoría de los argentinos no se dejen llevar por la envidia y el resentimiento del éxito del desarrollo chileno de las últimas tres décadas, por falsos nacionalismos y pronto tendamos la mano a su pueblo como también castiguemos a los soberbios dictadores que nos desgobiernan.