N ° 05/2004
Buenos Aires, marzo 24 de 2004.-
Mientras la sociedad se enfrenta a un nuevo debate sobre la violencia política de los años setenta, muchos esperan que quienes empezaron una guerra revolucionaria en nombre de nuestro pueblo, que jamás les dio el mandato, ni el apoyo, ni el voto popular, los políticos se prestan a homenajear como jóvenes idealistas a aquellos soldados del comunismo internacional, y los jueces violan las garantías constitucionales, es decir los derechos humanos, de integrantes de las Fuerzas Armadas Argentinas es bueno recordar algunas citas de aquellos terroristas y guerrilleros para poner en perspectiva nuestra historia.
En “El Furor y el Delirio”, Jorge Masetti, ex agente cubano y guerrillero del ERP, en su pagina 275 reconoce que “... Hoy puedo afirmar que por suerte no obtuvimos la victoria, porque de haber sido así, teniendo en cuenta nuestra formación y el grado de dependencia con Cuba, hubiéramos ahogado el continente en una barbarie generalizada. Una de nuestras consignas era hacer de la cordillera de Los Andes la Sierra Maestra de América Latina, donde, primero hubiéramos fusilado a los militares, después a los opositores, y luego a los compañeros que se opusieran a nuestro autoritarismo.............”
En su libro Organizaciones Político – Militares, Pág. 190, Carlos Flaskamp, jefe guerrillero de Far/Montoneros expresa “… el destino de Osvaldo Lenti (Santiago), objeto de una ejecución preventiva por la misma organización a la que pertenecía. Santiago no había traicionado, ni había sido apresado. Lo mataron porque preveían su defección en el caso de caer apresado. Este acto infame es un signo del grado de perversión de la organización Montoneros en la etapa de su acorralamiento”. Y en la Pág. 167 así relata el asesinato de Arturo Mor Roig “..No hay que buscar siempre la explicación de las operaciones militares en la táctica de la política fina. Estamos en una guerra, y en la guerra a los políticos se los mata. Así de simple es el asunto”
La autobiografía de Flaskamp es importante porque jamás sabremos cuantos de sus propios camaradas “ejecutaron en forma preventiva”, pero son atribuidos a la represión ordenada por el gobierno justicialista en 1974 y 1975.
En 1984 todavía Jean Francois Revel explicaba que el terrorismo moderno está dirigido por redes vinculadas a Estados y que en todo el mundo el blanco es la democracia y por eso “Hoy en día el terrorismo constituye una agresión extranjera contra las democracias. Ya no se trata de un enemigo interior, sino de una amenaza exterior. Las medidas que hay que adoptar han dejado de ser medidas de represión: son medidas de defensa.” (El rechazo del Estado, Sudamericana - Planeta, Pág.150). Por estas causas las democracias del mundo entero utilizaron antes y ahora a sus fuerzas militares para combatirlo. Guste, o no, a la izquierda castro comunista.
El grado de violencia de los terroristas había llegado a tal punto que el Ministro de Defensa, Dr. Tomás Vottero, el 16 de diciembre de 1975, expresó: "Ante la lucha total sofisticada y compleja, despiadada, diabólica y criminal promovida por la subversión armada, queda una sola alternativa: el exterminio total del enemigo". (sic).
Así respondió el gobierno constitucional (y justicialista) a la agresión revolucionaria. Ese era el clima en el cual se dieron órdenes desde el gobierno constitucional de “aniquilar la subversión y dar intervención a las fuerzas armadas”.
Esta es la verdad que el gobierno y muchos ex terroristas disfrazados de luchadores por los derechos humanos quieren ocultar. Si el gobierno colabora con esta falsa historia, esta falsa memoria los argentinos estaremos expuestos a seguir viviendo en el odio y el rencor, a repetir errores.
Que quede claro para todos, que esa joven con su cerebro lleno de odios enseñados por años y años, que hoy delante del Diktador reclamo cumplir los ideales de sus padres lo que reclama es producir un genocidio, una sociedad castro comunista, llena de pobres, prostitutas entregadas a unos dólares extranjeros, hambre para la mayoría y un enorme campo de concentración para quienes escapen del paredón.
Los actuales jefes de estado mayor se han sometido a una “autocrítica inducida” y mentirosa, me recuerdan a aquellas enseñadas en tantos relatos del genocidio comunista. Siempre se exige la “autocrítica” para poder justificar la violación posterior de los derechos humanos de los “arrepentidos”.
Deberían recordar también de quienes recibieron órdenes y que órdenes. Su sometimiento a una falsa “autocrítica” los hace cómplices de ocultar la legitimidad constitucional y política de ellas y la aberración de querer torcerlas por otro Presidente casi 30 años más tarde. Los hace cómplices de permitir falsas e ilegítimas persecuciones mediante procesos dignos de Pol Pot.
Es un método típicamente estalinista, obligar a algunos a confesar delitos en los que no creen. Las confesiones son usadas para encarcelar a las víctimas elegidas, cuando no fusilarlas. La promesa de llegar solo hasta ahí es cumplida mientras los cobardes sean útiles. Más tarde todos comparten la violencia de una justicia simulada cuya base es la falsa autocrítica obtenida mediante sistemas extorsivos.
Y los arrestos ordenados para quienes han criticado un acto de semejante deshonor militar siendo miembros de sus fuerzas no hace más que exponer que a la verdad solo se opone la fuerza, que es el derecho de las bestias como dijera un ex presidente y jefe de las Fuerzas Armadas, Juan Perón.
Kirchner ha logrado dividir a los argentinos y encender odios, él junto a sus cómplices Verbitsky, Bonasso, Eduardo Luis Duhalde, Hebe Bonafini, etc. y cada día se acumulan mayores rencores, sus hipócritas palabras de 20 años de silencio son la traición al esfuerzo de muchos por reconciliar a todos los argentinos.
Pero todo esto sucede porque también la derecha esta llena de tibios y cobardes incapaces de decir basta de mentir. Ustedes terroristas no fueron jóvenes idealistas, ni inocentes, eran subversivos que perseguían montar un modelo genocida y comunista. Todos esos que hoy callan sabiendo que sí hubo una guerra civil y que hoy los agresores y traidores a la patria están promoviendo una revancha injusta violando los derechos de los militares que cumplieron en defendernos.
En los años 70 se creía que serían los comunistas quienes iban a dominar el mundo, quienes se levantaron a defender las sociedades de esa guerra revolucionaria pelearon en desventaja también. Y hoy mientras estamos por perder lo que queda de nuestra libertad la seguimos mirando pasar.
Lo que esos terroristas al servicio de estados extranjeros buscaban imponer mediante su agresión era una dictadura comunista con elecciones y periodismo tan libre como tiene Cuba desde que los genocidas Fidel Castro y Ernesto Che Guevara tomaran en poder en 1959, pero sin la Florida a 90 Km. Lo que Kirchner reivindico ayer en la ESMA y con sus persecuciones pseudo legales es a esos traidores y genocidas que disfrazan esa condición como luchadores internacionalistas.
Y ellos demostraron que buscaban y aun buscan, cambiaron la bandera argentina por una bandera roja con la cara del genocida Che Guevara.