N ° 05/2004
Buenos Aires, marzo 24 de 2004.-
Aplausos para Mauricio Macri: la gran mayoría de los políticos se comportan como si fueran los dueños de nuestro dinero, o del dinero público que pasa por sus manos, se la pasan repudiando el ánimo de lucro del sector privado, gravando las ganancias pero cuando ellos recaudan más de inmediato se ocupan de ver como aumentar el gasto público. Cada tanto ante el fracaso de recaudar impuestos con normas altamente complejas y contradictorias dan alguna moratoria para intentar que les paguen más dinero.
Son por lo general los mismos políticos que se llenan la boca contra el FMI, pero aprueban cada tarifazo o abuso normativo que el fondo les recomienda.
La semana pasada Mauricio Macri dio una agradable sorpresa al reclamar que el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires en caso de cumplirse la proyección de un incremento de recaudación tributaria por sobre lo estimado, se cancele el pago de la última cuota de “alumbrado, barrido y limpieza, y de patente de automotores” a los contribuyentes que estén al día.
De esa forma Macri ha defendido dos principios esenciales de la libertad ciudadana, primero que el Estado no tiene derecho, ni autoridad para recaudar impuestos más allá de los necesarios para cubrir los gastos autorizados. Que todo impuestos cobrado en exceso de ello es un abuso de poder por parte de nuestros ‘administradores”. La segunda cuestión es premiar al ciudadano que paga sus impuestos y no a los morosos que es la salida usual del Estado.
Transiciones: El Jefe de Gabinete y ex vicepresidente del Grupo Bapro Alberto Fernández parece haber decidido su pase al partido comunista por vías no tradicionales, en simultáneo con ello abandono a su familia. La causa es la kamarada senadora Vilma Ibarra quien en retribución abandono a su hijo de menos de 2 años.
Cuando se forma una pareja es un motivo de alegría, al menos para ellos, en este caso el hijo de la senadora Vilma Ibarra no debe estar muy contento hoy, aunque tal vez se evite el adoctrinamiento en odio propio de los militantes comunistas. Tampoco para la esposa e hijos de Alberto Fernández. Los medios ocultan celosamente estas novedades del corazón que en otros tiempos merecían tapas de revistas y diarios.
La única relevancia de este romance y sus detalles es porque uno debe saber quienes nos gobiernan y es bueno saber como gobiernan sus vidas privadas, sus hijos y su familia. Queda en cada uno saber si se le gusta ser gobernado por quienes se llenan la boca hablando de ética y abandonan a sus hijos.
Crecimiento argentino: Con el correr de los años tengo que reconocer que Alfonsín fue menos malo que Duhalde hasta en economía, ya que el PBI del año 1989 con la hiperinflación incluida cayó solo el 6,9% mientras que Duhalde con su devaluación competitiva y productivista en el año 2002 bajo el PBI un 10,9%. Lo incómodo de esta revalorización es que el éxito de Lavagna y Kirchner del 2003 de crecer un 8,7% también me hace recordar que en 1991 y 1992 el PBI creció el 10,5 y 9,6%, pero claro que eso lo hicieron Menem y Cavallo.
De tanta propaganda gubernista a uno le pasan estas cosas de tener memoria, o amigos con buenos archivos.
El informe de la SIP sobre libertad de prensa en Argentina sigue sin publicarse: Sin que pueda extrañar a nadie el gran parte del periodismo argentino ha ocultado en forma prolija el informe de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) del 12 de marzo. En ese informe se expresa “se registra un grave atentado a la libertad de prensa cuando desde la Presidencia de la República algunos funcionarios presionan a través de llamadas telefónicas a medios de comunicación y periodistas que critican al gobierno”.
Tal vez la SIP debería incluir que esos llamados se hacen a quienes no critican al gobierno, para darles letra sobre a quienes convertir en objetos de odio y persecución popular. El manejo arbitrario de la propaganda estatal
Zapatero no será un estadista: Aunque muchos quieran hoy sostener que Zapatero anunciando el retiro de las tropas españolas no cede al terrorismo, sino que cumple sus promesas electorales y el deseo de la mayoría de los españoles, la verdad es que Zapatero y quienes como él piensan sí ceden al terrorismo.
Si Zapatero fuera un estadista en la sorpresa de su victoria debió ser claro con quienes la provocaron y debió haberles dicho que no habría de retirar las tropas de Irak porque ellos habían atacado a España y en su propia tierra.
Una vez más se puede comprobar la cobardía o comodidad burguesmente autodestructiva de los europeos, que ni siquiera ante una matanza de sus compatriotas se anima a enfrentar a quienes los odian y proclaman que han de destruirlos. Los terroristas no necesitan muchas justificaciones para poner bombas y si no las tienen las inventan, necesitan de cobardes para imponerse y Zapatero se ha puesto al frente de los cobardes, aunque se presenten como amantes de la paz.
Zapatero perdió la gran oportunidad de ponerse en el lugar donde todo hombre libre debe estar y mostrar que tiene el coraje que la libertad demanda de quienes la amamos. Zapatero ha preferido la cobardía y la pequeñez de una política doméstica como si el terrorismo no hubiera matado más de 200 españoles y herido a otros 1.500.
Nunca la cobardía, nunca el apaciguamiento hizo ceder a los totalitarios, a los terroristas. Por el contrario ha sido la firmeza y la persistencia, el valor y la determinación lo que servido para enfrentar a semejantes genocidas con posibilidad de éxito. Pero está visto que los europeos quieren aún hoy que los costos económicos, políticos, morales y humanos de sostener la democracia sigan siendo pagados por los EE.UU. y Gran Bretaña.
Tienen la ilusión que los norteamericanos y británicos siempre han de sostenerlos y ellos no han de caer ante los bárbaros como el imperio romano, quebrado moralmente desde adentro mucho antes que aquellos entraran a Roma.