N ° 03/2004
Buenos Aires, 29 de febrero de 2004.-
Si algo caracterizo al modelo de economía cerrada y autárquica podría ser el Ford Falcon, un automóvil diseñado en los 50 que aquí se fabrico hasta comienzos de los años 90.
Hace pocos días mientras se anunciaba el crecimiento de las ventas de automotores cero km. se daba a conocer un informe de los fabricantes de automóviles que hacía saber que el 67% de los autos vendidos así son fabricados en Brasil.
¿Las causas?
Durante los años 90 las fábricas invirtieron en crear nuevas líneas de montaje con menos modelos en cada una pero de mayor economía de producción tanto en Brasil como en Argentina. Por las condiciones sociales y económicas de ambos mercados las fábricas en su gran mayoría pusieron las líneas de fabricación de autos baratos y pequeños en Brasil y las de medianos y medianos/grandes en Argentina.
Como ahora gracias a la Alianza, a Duhalde y Kirchner estamos mejor la gente común solo compra esos autos que se fabrican en Brasil y los pocos jeques que se dedican a la soja, el petróleo o la pesca pueden comprarse autos de lujos importados de Europa, Capón o los EE.UU.
Otra cuestión que informaron los fabricantes es que las matrices o modelos que se fabrican hoy en Argentina tienen un promedio de 5 años de antigüedad lo que en breve plazo hará que los automóviles fabricados en Argentina no tengan posibilidad de ser exportados. Hasta hace tres años el promedio de antigüedad de los modelos fabricados en argentina estaba en la media mundial de tres años.
En otras palabras el sector automotriz comienza a desnudar las graves falencias del supuesto modelo de desarrollo nacional. Pronto estaremos condenados a comprar y usar autos viejos aunque los compremos cero Km. como sucedía con los Falcon, tampoco se exportarán autos y al poco tiempo seguramente para proteger la industria local (mejor dicho a los accionistas de esas fábricas) pondremos barreras aduaneras y comerciales. La excusa la tendrán a mano, proteger empleos, jamás dirán que la causa es el dólar alto para que Techint pueda vender chapa de acero bien cara y los demás industriales argentinos que la usan sean menos competitivos, ni reconocerán que la inseguridad jurídica que ellos, más su Moyano y sus leyes anti empleo causan.
Y tampoco hablan del cierre de la planta de Kellogg’s que ahora importará los cereales que venda en Argentina. La empresa norteamericana llego a nuestro país e instalo su primera fábrica en 1969, comenzando su producción en 1970. Ya en 1993 inauguró una moderna planta en Pilar, la que hoy cierra sin repercusión de los economistas del plan Fénix y otras basuras pseudo nacionalistas.
Pero con un periodismo tan lacayo y obsecuente seguramente la culpa de todo será de los fondos buitres, del FMI, de los bancos, de las AFJP, de los empresarios que en lo noventa modernizaron sus fábricas y se integraron al mundo, y toda esa gente que cansada de ser robada por el estado argentino y las camarillas de turno se niegan a poner nuevamente dinero, negándoles el botín.
¿Porque antes invertían y se modernizaban, porqué hoy no?
Todos sabemos la respuesta, aun cuando los medios de propaganda se empeñen en vendernos el optimismo gubernamental.