N ° 04/2002
Buenos Aires, mayo 28 de 2002.-
“Yo no pensaba que el mundo estaba tan globalizado”, dijo Eduardo Duhalde, usurpador de la Presidencia de la Nación según Ámbito Financiero del día 20 de mayo. Esta sola frase sirve para explicar porque Argentina está en una crisis sin precedentes, si hasta un fracasado como Fernando de la Ruina entendía eso, que puede esperarse de este suburbano ex bañero de una pileta.
La frase de Duhalde nos pinta de cuerpo entero la mentira sostenida por años del gran “gobernador”. Mentira que se sostuvo por la complicidad corrupta de gran parte del periodismo. Corruptos que vendieron una imagen a cambio de dinero público del fundido Banco de la Provincia de Buenos Aires y sus empresas, de sus ministerios.
Muchos de esos mismos periodistas que hoy se llenan la boca reclamando que los bancos devuelvan el dinero a los depositantes deberían empezar por devolver el dinero mal habido que cobraron por proteger y promover a la mazorca bonaerense que encabezan los Duhalde, Alfonsín, Moreau, Storani.
¿Cómo se explica sino que por años, y aun ante semejante confesión la mayor parte del periodismo y el grupo Pravda –Clarín- aún hoy se dediquen a culpar al ex presidente de los problemas argentinos? Y ni siquiera a de la Rua y su cómplice Carlos Chacho Álvarez, sino a Carlos Menem.
Porque ellos son cómplices de la expoliación, ellos son beneficiarios de los dineros públicos que en lugar de cumplir con sus funciones, de pagar policías, jueces, militares fueron a los bolsillos de sus “productoras”, de ellos mismos.
Son quienes defienden la necesidad de contar con bancos y empresas estatales, de las que cobran luego suculentos auspicios.
¿A que tanto aviso de los bancos del estado si no pueden devolver el dinero a sus depositantes, si no dan ni un crédito?
Digamos las cosas como son. Para alquilar la complacencia del periodismo.
Pero volvamos al usurpador e incapaz que nos desgobierna cada día, olvidemos sus mentiras del acuerdo que siempre estamos por firmar con el FMI dentro de 10 días. Olvidemos la ley de quiebras que tanto costo, la devaluación que él sostiene no hizo, la pesificación y el CER, si total todo lo hizo “el mercado”.
No, perdón, no olvidemos nada. Todos los decretos y leyes que han generado la destrucción del peso como moneda, la pesificación, la ley de quiebras, el CER, y mucho más lleva su firma señor Duhalde. Deje de tomarnos por estúpidos, el “mercado” no firmo ningún decreto.
Ha sido Ud. Señor Duhalde y sus cómplices progresistas del radicalismo, Frepaso, etc. quienes devaluaron, quienes intentaron estafar a los acreedores de empresas confiscando sus derechos, quienes modificaron leyes para privarnos de justicia, quienes hostigan a la Corte Suprema porque reconoce el derecho de propiedad de los ciudadanos y el límite a su poder que fija nuestra Constitución. Han sido Ustedes quienes se robaron las reservas que respaldaban los pesos, los encajes bancarios, los depósitos en las AFJP. Y quienes han encubierto el desastre de la gestión de la Alianza UCR-Frepaso entre 1999 y diciembre de 2001.
Todos los males que lo agobian y hacen que haga su infantil jueguito de renuncio, no renuncio son de su exclusiva culpa.
Si recién ahora se ha dado cuenta de cuan globalizado está el mundo, el año pasado su viaje a Washington, en octubre fue de turismo y ni siquiera aprendió. Para no hablar de los viajes que hizo como gobernador, usted siempre estafó a su pueblo, a sus contribuyentes. No puede venir con esto ahora, es una confesión de incapacidad jamás vista antes.
Los legisladores nacionales son otra vergüenza en su pasividad, o son tan suburbanos como sus amos mazorqueros. ¿Cómo no le han formado ya juicio político y lo han removido por falta de idoneidad para ejercer su cargo? Es para eso que existe el juicio político señores legisladores para echar incapaces, para evitarnos males a los ciudadanos no para hacer persecuciones políticas tendientes a domesticar jueces.
Señales de la incapacidad y fracaso de este desgobierno llegan cada día pero el periodismo suele barrerlas bajo la alfombra.
En los años 90 cuando éramos gobernados por Carlos Saúl Menem llegaban inversiones, empresas, aumentaban las reservas (de US 60 millones a U$ 35.000 millones en 10 años), los depósitos bancarios (de U$ 8.000 millones en 1989 a U$ 97.000 millones en 1999), las exportaciones se triplicaron, los de Mendicurren vendían sus empresas por decenas sino centenas de millones de dólares, llegaban grupos a comprar empresas estatales.
Hoy con el modelo progresista, nacionalista, productivo, las empresas se retiran del país, ni siquiera esperan una indemnización son abandonadas, devueltas al Estado, o entregadas a los quebrados bancos estatales, empresas ferroviarias son extorsionadas por legisladores vinculados al Usurpador bajo pretextos ambientalistas. El resultado es siempre el mismo los empresarios, sus accionistas que pagaron cientos de millones de dólares para comprarlos, que invirtieron muchas veces aún más dinero, hoy las devuelven.
Al menos Perón al nacionalizarlas los indemnizaba, hoy ni esperan que se haga ello.
Cuando Menem era Presidente de la Nación y Pedro Pou presidente del Banco Central un banco en crisis por lo general era absorbido por otros bancos privados o quebraba simplemente.
Con el modelo que la Carrió (es la principal culpable de la remoción del Dr. Pou del BCRA), De la Rua, Duhalde, Ruckauf, Cavallo, Horacio Gutiérrez, Storani, Moreau lograron establecer en el BCRA al remover al Dr. Pou, se han salvado los bancos del estado nacional y la provincia de Buenos Aires a costa de hundir todo el sistema financiero. Pero no solo se han salvado de la quiebra gracias a estafar a sus depositantes y al pueblo, sino que ahora son quienes “se hacen cargo de bancos privados en crisis”.
La semana anterior el Banco de la Nación Argentina ha estatizado todos los bancos del grupo Credit Agricole de Francia, los bancos Suquía, Bisel y Bersa. 350 sucursales y 5.975 empleados más en el grupo estatal. El Estado Nacional sigue creciendo.
Por cierto ¿quién autoriza estas compras ruinosas?
También por esto debería ser enjuiciado políticamente todo el gabinete nacional empezando por el Usurpador. Ninguno de Ustedes tiene autorización para absorber semejante caja negra, semejante ruina. Al menos esto debería tener alguna autorización del Congreso, pero ni siquiera el Congreso puede gastar nuestro dinero en estas estatizaciones.
Por si ya lo olvidaron señores irresponsables del gobierno, estamos en quiebra, default, como les guste llamar a este desastre que han producido.
Antes teníamos inversores ahora un éxodo de capitales y ciudadanos. Sin embargo se sigue mirando al pasado no tan lejano para evadir las culpas de la incapacidad, de la ignorancia. Ni indemnización, ni expropiación, simple abandono y entrega de empresas. ¿Se necesitan más pruebas para saber que este gobierno y los Sobremonte radicales son un fracaso absoluto?
La verdad sea dicha de una buena vez. El señor Eduardo Duhalde, usurpador de la Presidencia de la Nación Argentina, y sus cómplices liderados por Alfonsín son una suma de grandes incapaces e ignorantes, cuya única ‘virtud’ es su tremenda capacidad de destruir moneda, contratos, instituciones, derechos y libertades individuales.
No es casualidad que estemos tan mal, es porque aún nadie ha repetido las palabras de Oliverio Crommwell tan necesarias hoy.
"Idos. Idos os lo pido en nombre del Señor, habéis estado ahí demasiado tiempo para él poco bien que habéis hecho" Aquí han estado demasiado tiempo para tanto mal que han producido.