N ° 18/2003
Buenos Aires, diciembre 22 de 2003.-
A pesar de los desplantes de Kirchner y sus seguidores, de la propaganda de sus arrebatos contra el FMI, cuando uno lee los pedidos del FMI no puede menos que asombrarse de la queja kirchnerista. Según Kirchner el FMI estaría pidiendo que el mayor superávit fiscal sea destinado a pagar a los acreedores del Estado argentino, lo cual es inaceptable ya que apenas “nos va mejor” ellos –por el FMI- quieren más dinero.
Veamos los cuestiones del superávit fiscal argentino. Está basado en no pagar a los deudores y sacarles el dinero a quienes “les va mejor”. ¿Qué otra cosa son las retenciones a las exportaciones? ¿Qué otra cosa son los permanentes impuestazos?
El FMI no parece pedir otra cosa que algo parecido a lo que ve hacer a nuestros gobernantes, castigar al que le va bien, cargándolo de nuevos impuestos. El FMI al menos pide algo más aceptable moralmente como es pagar nuestras deudas mientras nuestros dirigentes solo ponen nuevos impuestos para robarse el beneficio del trabajo libre y honesto.
Y a veces hasta se asocian a los delincuentes como en el caso de las retenciones a las exportaciones de cobre, que son la “reducción” de los robos de cables telefónicos.
La dirigencia política argentina con demagogia se hace la defensora del desarrollo económico pero en los hechos y leyes solo actúa obstruyéndolo con impuestos y más impuestos. Cada vez que a un argentino, una empresa le va mejor el gobierno le pone impuestos. Los argumentos siempre hablan de la redistribución de ingresos falacia que disimula su ignorancia o maldad, ya que la distribución de la riqueza partiría del supuesto que ella existe naturalmente cuando en realidad es creada por el hombre con su esfuerzo y capital, y que en el mismo proceso de creación y venta se hace un proceso de distribución.
La realidad es que con esas políticas de impuestos abusivos solo anticipan lo que el FMI les reclama, y producen exactamente aquello que quieren criticar al FMI, detienen el progreso económico.
Alcanza pensar que eso que reclaman y reprochan al FMI, Kirchner y los progresistas, es lo que ellos le hacen a los argentinos, es lo que empobrece a nuestras empresas y desalienta las inversiones. No hay nada extraño en el desastroso resultado de la política económica de nuestro país, es el espejo de la que hace el FMI.
Eso sí esas no son las políticas del libre mercado, ni del progreso, son el social estatismo que ha sumido en la pobreza a millones de seres humanos durante muchos siglos.