N ° 17/2003
Buenos Aires, diciembre 10 de 2003.-
El ex director nacional de precios durante la gestión de José Ber Gelbard que con su fracaso nos llevo a la primera mega devaluación (el rodrigazo en 1975) y luego Secretario de Industria de Alfonsín que también integro el gabinete que nos llevo a la hiperinflación, es decir Roberto Lavagna hace pocos días calificó a la devaluación ejecutada y decidida por Eduardo Duhalde y Remes Lenicov como la “devaluación más exitosa de la historia”.
Lavagna tiene su historia de pertenecer a equipos exitosos que solo lograron enriquecerse personalmente ellos o algunos “empresarios prebendarios” a quienes dieron créditos blandos, omitieron cobrarles impuestos y los protegieron de toda competencia para que ellos ganaran mucho dinero vendiendo bienes de baja calidad y alto costo. Eso sí la plusvalía de las prebendas como acto de anticipación kirchnerista las depositaron casi toda en el exterior.
Las palabras del ministro Lavagna fueron “la Argentina ha sido el caso más exitoso en el mundo de un país que devalúa, porque en menos de dos años pudo estabilizar los precios sin sufrir una aumento importante de la inflación”
Frente a semejantes palabras uno se puede preguntar si estamos ante un tenedor de libros cuya inmoralidad es absoluta o a un caradura sin remedio, porque en cualquier caso otro éxito como esa devaluación y la Argentina podría desaparecer como nación, su pueblo sufrir un cataclismo social que desemboque en olas de violencia incontrolables.
En cuanto a lo específico de las palabras de Lavagna cabe calificarlas de deshonestas intelectualmente porque la inflación al igual que en sus años de Gelbard se halla reprimida no permitiendo aumentos de tarifas, lo cual ya conocemos como un caso exitoso de descapitalización de las empresas de servicios, con posteriores cortes y racionamientos, y por supuesto sinceramientos tarifarios brutales.
La otra cuestión que soslayo Lavagna y no es menor, en especial para un gobierno que se diga justicialista, es que la devaluación significo una brutal y salvaje caída de ingresos reales para los asalariados, aumento de la pobreza, del desempleo, caída del PBI.
Tal vez Lavagna no lea o no le interesa saber que los alimentos según el mismo INDEC aumentaron un 71% desde que Duhalde llego al gobierno hasta hoy. Ni que el costo de la canasta familiar para una familia tipo haya subido desde $ 598,75 en marzo de 2002 a $ 708,91 en noviembre de este año 2003.
O podría enterarse que solo en octubre de este año la política de Duhalde, continuada por K, causo que 231.000 argentinos más hayan caído en la indigencia.
También hay que tener en cuenta que igual a lo realizado en la gestión de Alfonsín el país está acumulando deuda impaga a una tasa de crecimientos record en la historia. El año 2002 ha sido el año record de crecimiento de la deuda pública, más de un 30% real en dólares y medido en relación al PBI ha pasado de ser el 53% del mismo al 145,5% y continúa creciendo.
El Estado saqueador y violador de contratos confiscó más de U$ 17.000 millones en reservas del Banco Central que eran propiedad de los tenedores de pesos convertibles, ahora se propone confiscar también el 75% de los ahorros jubilatorios que forzadamente nos obligo a hacer, ha aumentado los impuestos a niveles astronómicos y mientras tanto paga un ejército político destinado a amedrentar a los habitantes que trabajamos y pagamos impuestos, un ejército de sujetos condenados a votar por la NomenKlatura gobernante. De ahí que se quedaron casi todos.
Tal vez el no pago de las deudas del Estado y el saqueo de las reservas podría haberse visto reflejado en el aumento de la cantidad de divisas y crédito disponibles. Pues bien tampoco eso lograron, ya que por el contrario estamos sufriendo una fuga de capitales también record que supera los U$ 15.000 anuales. Lo que resulta de la diferencia del saldo entre exportaciones e importaciones y demás pagos de la cuenta de capitales (inversiones externas no vienen por lo tanto no suman a las exportaciones). De otra forma el BCRA debería tener ya acumulados (a vuelo de pájaro) más de U$ 42.000 millones de reservas.
Crédito no hay, los anuncios son una vergüenza pública, que la banca privada hace para evitarse el odio enfermizo del Duce Kirchner y sus acólitos. Al punto que el propio Lavagna mientras anuncia que confiscará el 75% de los ahorros de las AFJP, y el Presidente descalifica a los directivos de ellas, planean “obligar” a las AFJP a prestarle al Estado el 50% de nuestros ahorros futuros.
La ruptura e ilegal violación de los contratos, con la impunidad del Estado y sus funcionarios que hoy pretenden asegurar mediante una nueva Korte Suprema, son un daño permanente y difícil de mensurar, pero cuyo costo será pagado con años y años de tasas de interés superiores al promedio mundial.
Y como demostración de los éxitos de Lavagna y Kirchner, al anunciar su propuesta de “saqueo” mediante el no pago del 75% de la deuda estatal en Dubai el riesgo país estaba cercano a los 4.800 puntos hoy lo han elevado a más de 6.300 puntos. Toda una demostración de la confianza que despierta la devaluación y la estrategia del desgobierno K.
Entre otros logros de la exitosa devaluación se han exilado un número record de profesionales con post grados universitarios, técnicos calificados, etc. Es decir que el éxito devaluatorio del que se ufana Lavagna, sus autores e instigadores ha constituido un sistema de expulsión de argentinos capaces y educados que subsidia al primer mundo mientras condena a nuestro país a un destino “latinoamericano”.
Para entender el fenómeno de expulsión de argentinos educados con títulos universitarios, masters de post grado y técnicos calificados debemos señalar que en número superan en más de 15 veces los emigrados durante el denostado Proceso de 1976-1983. la fuga de capital humano, de cerebros es tal vez la consecuencia más dañina que nos han ocasionado la Alianza I (de la Rua-Álvarez) y II (Duhalde-Alfonsín-Magnetto-Moreau-Conesa-Curia-Frenkel, etc.). Un daño que hemos de sufrir por décadas.
Fue entonces cuando recordé la historia de Pirro cuando luego de varias victorias ante las legiones romanas expresó “otra victoria como está y estamos muertos”. Se me ocurrió que con otra devaluación exitosa también estaremos todos muertos. Por lo tanto Lavagna tal vez logre pasar a la historia como el defensor de las “devaluaciones pírricas”.