N ° 12/2003
Buenos Aires, septiembre 02 de 2003.-
La mayoría de los argentinos tenemos un problema cultural que es el “odio, la envidia al exitoso, al empresario y a la empresa privada”. Por lo tanto resulta paradójico que a la vez reclamen mayores inversiones, que no haya giro de ganancias o ahorros al exterior, etc.
La gran mayoría de los intelectuales, artistas, deportistas y periodistas se suman a ese odio y desprecio, lo alientan, y por contagio los políticos. Con lo cual quien trabaja, invierte, o es empresario resultaría para el resto de su sociedad alguien deleznable, y por lo tanto el blanco ideal del saqueo parte de los “justicieros sociales”.
Un típico ejemplo de esta inmoralidad es nuestro Presidente Néstor Kirchner quien cada día hace algo en pos de condenar a algún sector empresarial. Los heladeros, los taxistas, almaceneros y quiosqueros están tranquilos, pero solo por ahora. Su tranquilidad es porque creen que es para otros, pero ya les llegará en algún momento la condena política y mediática, y la consecuente social.
Entre las frases más impactantes que he escuchado al desbocado Pingüino fue hace algunas semanas cuando se pregunto en voz alta frente a piqueteros y otras lacras sociales al presentar el plan de saqueo llamado “El hambre más urgente” reclamando ‘porque los empresarios no se ocupaban del hambre y del desempleo”.
En primer lugar porque no son políticos y pasan mucho tiempo defendiéndose de burros como él, de políticos, ongs, chantócratas, etc. que andan proponiendo ideas luminosas a costa de los empresarios. Los empresarios deben pensar en satisfacer a sus clientes y con ello producen nuevos empleos y mayor riqueza
En segundo lugar porque la gran mayoría de los políticos, intelectuales y periodistas de estas tierras están atados a ideas antiguas y a los empresarios prebendarios que expolian al resto del pueblo y la economía en base a los privilegios adquiridos y las mentiras establecidas. Me refiero a esa lacra de grandes empresarios industriales de la Argentina, cuya gran mayoría detesta competir, servir a sus clientes, invertir y capitalizar sus empresas, por lo tanto han convencido a la gran mayoría de los “opinadores” de los males de la competencia y la apertura económica.
Son los que se la pasan añorando el “exitoso” pasado de la economía cerrada, del industrialismo prebendario, para sintetizarlo en otras palabras los que añoran el Ford Falcon construido y repetido por 40 años pregonando que entonces había pleno empleo. Como si fabricar autos vetustos, obsoletos en su tecnología fueran la forma de dar empleo, o visto del lado opuesto, fabricar autos modernos causara desempleo.
Solo les falta proponer volver a la carreta, a la vela y los chasquis. Porque los autos, aviones, la electricidad, los teléfonos, el fax e internet serían las diabólicas creaciones del imperialismo yankee para someternos a su modelo.
Mientras los argentinos, pero en especial los intelectuales y políticos sigan atados a los “defensores de los privilegios, a esos pseudo empresarios” será difícil lograr inversiones, y por lo tanto producir riqueza y empleos.
No quiero señalarle al Presidente Kirchner como se produce pobreza, porque en eso él resulta un experto.
Pero Ud. Sr. Presidente Kirchner ha dado algunos pasos más a favor de la pobreza, el desempleo y el desaliento a los empresarios.
No quisiera dejar de señalarlos ahora que lleva 99 días de gobierno, y no son todos los cometidos sino los más significativos.
1) Su Jefe de Gabinete, Alberto Fernández ha sido uno de los grandes culpables del vaciamiento del Grupo Banco Provincia de Buenos Aires que no ha terminado pero ya ha costado varios miles de millones de dólares asumidos por el Estado Provincial, y además de haber sido una de las causas del tristemente famoso “curralito”.
Claro que Alberto Fernández además es abogado y desde su asunción ha promovido varios atropellos al sistema constitucional y al estado de derecho, por lo tanto no parece una buena señal para invertir.
2) Durante sus dos giras a Europa y los EE.UU. usted se ufano de haber sido previsor y sacar los depósitos de la provincia de Santa Cruz a bancos del exterior. Les reprochó a los empresarios no haber actuado así, no haber estado bien asesorados.
Debo señalarle que su mensaje tiene lecciones para todo empresario e inversor, primero inviertan solo en papeles, nada de industrias, nada de empresas de infraestructura, porque eso no puede sacarse del país y ser llevado con rueditas a otros lados. También que es malo confiar en nuestro país y nuestros gobernantes con lo cual no se ve porque con Usted que ha promovido aberraciones legales, se maneja en base a su voluntad y no los límites constitucionales alguien que no sea cómplice suyo podría sentirse seguro acá.
Parece que usted no puede comprender que los cables y centrales telefónicas no pueden ser girados a un paraíso fiscal, ni las centrales eléctricas, ni los pozos petroleros, ni las fábricas. Entonces les critica no ser “buitres financieros”.
Le recuerdo que en el exterior no reina ni el Grupo Pravda, ni Página K, la gente suele analizar sin dejarse engañar por su propaganda.
3) Como si todo eso no bastara sus dos primeros candidatos a Diputados nacional por la ciudad de Buenos Aires, Claudio Lozano y Miguel Bonasso son defensores de la toma de fábricas por empleados y la confiscación. Han lanzado sus campañas desde “empresas confiscadas”, se han rodeado de esos militantes y piqueteros.
Usted los lleva de viaje, los recibe en privado para cambiar ideas.
Miguel Bonasso cuando nos visito el genocida Fidel Castro disfruto de una privada toda la noche con él, la relato en Página K y en ella nos contó de su profunda amistad ganada en los tiempos que era entrenado como terrorista contra el gobierno de su partido que encabezaran Juan Domingo Perón e Isabel Perón.
Si esos son sus diputados, sus amigos favoritos porque invertir, crear empresas. ¿para que ellos tengan algo más para confiscar?
4) Entre sus otros asesores personales se halla el terrorista Horacio Verbitsky, quien junto a Miguel Bonasso, al Secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde y muchos funcionarios más causaron enormes pérdidas al país entero mediante el secuestro extorsivo de empresarios, la muerte de trabajadores, sindicalistas, policías y militares, sin contar las bombas que destruyeron bienes del Estado Argentino cuya reposición debimos pagar los demás argentinos.
¿Si sus amigos y confidentes, sus asesores son secuestradores extorsivos, o quienes han vivido del fruto del secuestro extorsivo porque habríamos de tener confianza en Ud? ¿A quien podríamos recurrir cuando ellos vuelvan a alentar secuestros extorsivos, a encubrirlos, a disfrazarlos de luchas revolucionarias? ¿Al gobierno de su amigo, es decir de Usted?
Seguramente no, porque además hasta nos trataría de imbéciles a todos lo empresarios por no haber tomado en serio las señales de su plan.
Y encima tal vez con el botín obtenido hasta podrían repetir el modelo de Página K y crear por ejemplo un Canal K, varias radios K, etc. total en este país todo terrorista puede disimularse como periodista progre y con eso alcanza para que nadie le reclame su delictivo y revolucionario, genocida conducta anterior. Es más hasta podrá usar el botín para crear medios de prensa y promover el castigo de quienes cumpliendo su función y órdenes los combatieron.
5) Cada día usted formula declaraciones contra los empresarios porque defendemos nuestros intereses, llena de avisos diarios para promover odio contra sectores bajo falsos cálculos de supuesta tributación debido y no pagada. Es decir usa el dinero de los propios empresarios que pagan sus impuestos para “denigrarlos y convertirlos en blanco de odios”.
6) Como si no le alcanzara todo eso, en lugar de permitir el libre tránsito de mercaderías, y la libre contratación de trabajadores, Usted invita a los piqueteros a la sede del gobierno y les dice que esa es su casa. Ellos van hasta allí armados con palos y algunas armas más peligrosas, a exigir aumentos de sus “planes”, y del reparto del botín.
Déjenos emplearlos en forma libre, no siga robándonos con impuestos excesivos para mantener un ilegal ejército.
Ni haga esos atropellos creados por su hermana de “planes manos a la obra” donde piensa crearle competidores a pequeños empresarios y comerciantes con el propio dinero que le saca vía impuestos.
Seriamente Sr. Presidente Kirchner, usted es culpable de que no haya inversión, Usted es culpable de los empleos que se destruyen, de la pobreza que crece. Usted está asociado con pseudo empresarios que viven del privilegio (es decir del saqueo legal de los demás argentinos) y ataca a quienes crean riqueza con inversiones genuinas.
Usted Sr. Presidente Kirchner ha destruido el estado de derecho, ha impulsado “anulación legislativa de normas derogadas”, ataca a jueces porque no le gustan sus sentencias, y se rodea de gente que en cualquier país medianamente decente estaría en la cárcel por extorsión, secuestro extorsivo, violación de libertades de tránsito, daño a la propiedad, etc.
Finalmente Presidente Kirchner Usted ha avasallado las instituciones cuando fuera gobernador de Santa Cruz, sometiendo la prensa con condicionamientos económicos, a los empleados públicos con “contrataciones temporarias y la amenaza de perderlos en caso de oposición”, cambió jueces y estableció una Corte Suprema adicta y complaciente, no rindió (ni rinde aún cuentas del uso de los fondos provinciales) y como los U$ 500 millones remanentes de su demagogia no regresan al país, empiezo a sospechar que algo grave está faltando en la cuenta, o sencillamente sabedor de su propio plan está enviando una clara señal a todos los argentinos e inversores que en nuestro país el derecho de propiedad no tiene garantía porque el Estado y sus funcionarios violan la Constitución en forma impune.
En otras palabras sus bravuconadas, sus antecedentes resultan disuasivos para que haya mayores inversiones, se cree riqueza, se generen empleos. No es culpa de los empresarios, no es su rol ocuparse de ello, es del Estado y sus administradores temporarios que deben generar el “clima propicio de respeto al derecho de propiedad y a la libertad”, algo que nuestra Constitución garantiza.