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N ° 10/2003

Buenos Aires, julio 31 de 2003.-

¿MAC DONALD’S O EL ESTADO INÚTIL?

Hace algunos días en la ola de xenofobia de moda se habría descubierto que en algunos locales de Mac Donalds se habrían vendido hamburguesas mal cocinadas. Casi todo el periodismo de inmediato y uniformemente se lanzo a criticar a la compañía que sirve millones de hamburguesas diariamente en el mundo y cuyos controles de calidad son reconocidos mundialmente y hasta enseñados como un ejemplo.

A nadie se le ocurrió siquiera preguntarse que había, o mejor dicho que no había, hecho el Estado. ¿Porqué ningún control sanitario animal, de alimentos, ni nacional, ni provincial, ni municipal advirtió que se está faenando carne vacuna con bacterias?

Porque no es menor esa falla, esa carne se vende a millones de argentinos que ignorábamos la existencia de la bacteria y nadie hizo nada por informarlo, por evitar que se siga faenando carne con ella. En cada casa podría pasarnos infectarnos y sufrir las graves consecuencias que hoy atribuyen a Mac Donalds.

No olvidemos que somos un país donde a la mayoría nos gusta comer la carne “jugosa”, léase no muy cocinada, es decir ideal para enfermarnos.

Pero la ola antiyanqui, la xenofobia permite que se ataque a Mac Donalds y se desate una histeria colectiva sin que siquiera una voz se haya levantado a defender los derechos y la sanidad pública de todos los argentinos. Porque es justamente este un caso típico de cual es la función en salud del estado, no la de curar a los argentinos –que además con la eficiencia estatal nos matarían- sino establecer medidas de salubridad general, de higiene públicas y hacerlas cumplir.

Sin perjuicio de lo que resulte la investigación judicial sobre los casos de Mac Donalds el silencio sobre la desastrosa conducta del Estado, la falta de análisis de ella en cualquier del mundo resultaría imposible, en nuestra tierra es una muestra más de cómo se manipula la información y se lavan cerebros desde los medios de desinformación públicos.

 

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