N ° 9/2003
Buenos Aires, julio 15 de 2003.-
Tenemos un gobierno que fue votado solo por menos de un argentino cada cinco dedicado a “acumular más poder” según nos informan a diario los periodistas oficialistas (la gran mayoría) en forma diaria, como si está fuera la función para la cual se les paga el salario y no para administrar la “cosa pública”.
El periodismo alquilado cada vez en mayor cantidad presenta algunas cuestiones con una neutralidad vergonzosa, como cuando en La nación se explica que “un llamado a medianoche del Presidente Kirchner funciona como disparador para promover el juicio político a determinado juez de la Corte”. Y también ese mismo día nos informan que el CELS dirigido por el “jefe de inteligencia” de los terroristas Montoneros, Horacio Verbitsky ha entregado un plan de reforma del Ejército Argentino al Ministro de Defensa y que el mismo no será dado a publicidad sino cuando ellos lo consideren conveniente.
Todo se informa como si fuera la cantidad de goles de un partido de tercera división sin explicar que quien entrega un plan secreto al gobierno es quien ayer ponía bombas y mataba militares, sindicalistas, empresarios, etc. que además pretenden mantenerlo en secreto como si el Ejército Argentino y las FFAA fueran propiedad de los terroristas de los setenta. Como si Verbitsky hubiera sido votado para algo.
Y luego vienen los equilibristas tipo Noticias que para sumarse al coro oficialista publican una nota de tapa llamada “los caza zurdos” asociando a periodistas que piensan distinto del gobierno con el nazismo. Técnica ordenada por el KOMINTERN de 1934 dirigido por Josef Stalin, nada menos.
La conocida técnica del comunismo y del nazismo de “crear complots contra ellos” para justificar sus persecuciones y represiones acá está alentada por periodistas que al mismo tiempo pretenden que los terroristas solo “eran chicos que pensaban distinto”, y no pone bombas.
Entre ellos Ernesto Tenembaum y Marcelo Zlotowiazda que se hacen los pluralistas salieron a denunciar el “complot de quienes disparan contra Kirchner”.
Veamos bien como funciona la técnica de estos verdaderos pichones de Goebbells. Primero asocian a quienes piensan distinto a un complot, además al usar la palabra “disparan” asocian que pensar distinto del gobierno es un acto de violencia, y en ese camino intentan, nada menos, despedazar a uno de los periodistas más independientes del país como es Julio Ramos.
Instalan ese clima según el cual quienes pensamos distinto del gobierno y de la izquierda somos violentos, reaccionarios, complotamos, etc. Así es como se organizaban y realizaban las purgas estalinistas. Primero se crea el supuesto peligro y los complotados, se los denigra, se los difama y luego en defensa de la sociedad y la libertad se reprime a quienes cometen el delito de “pensar distinto”, de expresar que son totalitarios.
Y uno escucha sus programas de radio, o los ve en televisión y puede fácilmente comprobar que el setenta por ciento de su propaganda es “estatal”. Es decir que está muy claro a quien responden.
Por otro lado hace dos semanas una fuerte campaña de prensa oficial habla de “un país en serio” y nos muestra a Kirchner junto a dos tiranos, Fidel Castro y Hugo Chávez, realizaciones ninguna, solo fotos de Kirchner. Típica propaganda personalista realizada con fondos públicos. En ella también nos muestran a Kirchner junto a la campeona del terrorismo Hebe de Bonafini, que pocos días antes y luego de visitarlo en la Casa Rosada formulo su arenga llamando a tomar las armas para hacer una “revolución”.
Al Procurador del Tesoro, Dr. Sánchez Herrera se lo expulsa y denigra por haber sido abogado de un general acusado por sus enemigos de un delito aun no probado, mientras a un ex Juez del proceso se lo promueve a la corte y con toda hipocresía el Jefe de Gabinete Alberto Fernández dice que “Zaffaroni no fue Juez de la dictadura sino durante la dictadura”.
Sánchez Herrera jamás juro por los Estatutos del Proceso, no fue funcionario de ese gobierno. Otras decenas de jueces fueron removidos por el Proceso, mientras Zaffaroni consiguió un pase de Juzgado.
Lo que demuestra esto es el “doble Standard” moral de la izquierda. Los suyos siempre son víctimas, se equivocaron como mucho. Y sierre merecen nuestro perdón bajo la presión de declararnos intolerantes, etc.
Seamos claros, Zaffaroni no estaba obligado a jurar por los Estatutos del Proceso, no era militar, ya estaba bien grande. Era abogado hacía muchos años y como Juez Federal apoyado en su designación por José López Rega no puede decirse que no supiera que pasaba en el país.
Pero la soberbia y manipulación de la izquierda es tal que quiere que aceptemos su inmoralidad y encima la aplaudamos, la adoptemos como ejemplar.
Estos casos son solo ejemplos de cuanto estamos viviendo y de cómo se amenaza la libertad. Mientras el supuesto opositor y campeón de la libertad, de las instituciones –me refiero a López Murphy- resulta el más funcional de sus enemigos, se “preocupa” por las restricciones a la entrada y salida de capitales.
Lo cierto es que en Argentina esta amenazada la libertad. La de pensar distinto del gobierno, la de expresarlo.
Y mientras se ocupan de Zaffaroni y de ese tema de los capitales, Kirchner y su banda izquierdista avanza para remover toda la Corte Suprema con mentiras y presiones, atropellando las instituciones constitucionales y pronto tendrá una Corte Suprema que legalizará sus violaciones del derecho de propiedad y las libertades personales. Están preocupados de temas menores frente al problema que amenaza nuestra libertad personal, nuestra propiedad.
Murphy debería saber que los únicos capitales que quedarán en el país serán los que no puedan separarse de la tierra prácticamente si esto sigue así. Porque está ocupado de la nube de humo, no del incendiario.
Cuando hayan reemplazado esta Corte Suprema, los idiotas útiles y los que se hacen pasar por bulldogs nos habrán entregado a una nueva Corte, esta vez será verdaderamente de mayoría automática y encima socialista. Para entonces ellos ya no podrán ni discutir controles de capitales y otras aberraciones socialistas de nuestro Estado.