N ° 3/2003
Buenos Aires, marzo 19 de 2003.-
En La Cornisa de Luis Majul, estuvo Chiche Duhalde por enésima vez, quien nos lleno de hipocresías con la cómplice aceptación del conductor. "Los políticos tienen que renovarse por gente nueva. Yo creo que las elecciones las va a ganar Kirchner". La señora de Duhalde demuestra sin tapujos como ella y su marido, usan el poder del Estado para favorecer un candidato porque de ninguna otra forma podría ganar Kirchner la elección. Por otro lado viendo las repetidas listas de candidatos que ofrece el duhaldismo a los votantes está claro que la renovación para los Duhalde solo pasa por el discurso.
Pero doña Chiche no se ha hecho tantos liftings por nada, su plástica sonrisa le permitió condenar a la Corte Suprema por reconocer los derechos del depositante diciendo que “sentía asco porque quienes no habían sido elegidos dictaran ese fallo”. Sabemos de su intolerancia e hipocresía, pero a veces se hace intolerable. Ella ocupa un cargo designada por su marido, que a su vez usurpa por designación la presidencia de la Nación. Ocupa un cargo de coordinadora para evitarse ser investigada penalmente por las negociaciones y contrataciones que realiza pero firman sus vasallos como la Chicha Doga. Su marido fue designado para un mandato que ya no existía, él de de la Rua.
Y encima le da asco que la Corte Suprema le diga que abusaron de sus facultades, que han confiscado depósitos, ahorros, dinero, modificado contratos sin poder legal para hacerlo. Lo que da asco es que esa señora se haga llamar primera dama, que su marido sea presidente de la Nación, que ella ocupe un cargo de coordinadora de políticas sociales para encubrirla, que su gobierno haya causado el mayor índice de pobreza de nuestra historia, el récord de desempleo, que haya producido el aumento record de deuda pública en solo un año de gestión, que haya instaurado el patoterismo como forma de gobierno y control social, que hasta haga parecer no tan malo al desastre de Fernando de la Rua y aun se permita hablarnos. Que nos quiera hacer creer que son honestos, porque dicen no cobrar sueldos, pero se una vida propia de millonario europeo, con vacaciones en jet privado al exterior, liftings impagables con cientos de salarios como los que su esposo destruyo.
Señora Chiche Ud. sí da asco.
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El piquetero Carlos D’Elia está formando el “Partido de los Trabajadores argentinos”, lo cual demuestra su amoralidad porque si algo no hace este señor y sus cómplices extorsionadores es trabajar. Sus actividades se enmarcan dentro de los delitos de extorsión, privación ilegal de libertad y otros delitos varios.
Mientras buscan afiliados y como se hacía “tarde” para cumplir las leyes de partidos políticos D’elía encontró que puede alquilar un partido llamado “Nueva Democracia”, siendo que en su organización piquetero mafiosa se maneja en forma autoritaria y centralizada, que jamás se vota por lo único que puede entenderse ese nombre es que la “nueva democracia” se financia con la extorsión pública y permanente al Estado para obtener el dinero pagado como impuestos por los ciudadanos honestos.
El partido Nueva Democracia es un “espacio” de ex militantes del Frente Grande que encabeza el legislador Alejandro Mosquera, ex Secretario General del Federación Juvenil Comunista y miembro del Politburó central del Partido Comunista Argentino hasta su “pase al Frente Grande”. Mosquera también fue presidente de la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires y como tal responsable del despilfarro, corrupción y malversación reiterada de caudales públicos mediante “cajas de gastos reservados” especialmente.
Pero la presencia de Mosquera explica la estrategia de soviet obrero por parte de quienes jamás trabajaron en nada.
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Artemio López encuestador hablando del voto a intendente de Buenos Aires dijo “al revés de las opciones de centroizquierda que tienen su fuerte en el centro y norte de la Ciudad”. Al menos en zona norte siempre ganaron la UCEDE, Acción por la República, lo que viene a demostrar porque ese sector solo votaba lo que creía “socialmente correcto”, pero descubrió luego que esos políticos, y la coalición menemista eran “capitalistas democráticos”. Esta paradoja explica tanto resentimiento.
Don Ricardo Hipólito L. Murphy por otro lado mezcla sus deseos de ser nuevo en la política con otras verdades como esta “somos lo nuevo genuinamente con un enfoque diferente de lo que prevaleció en política en los últimos 20 años, lo que no quiere decir que podamos ser exitosos" (radio La Red, 10/03/2003, 09.53hs.). Sino puede ser exitoso y lo sabe, ¿que es lo nuevo de este movimiento neo radical? Basta mirar la gran mayoría de sus compañeros de ruta para desmentir que son nuevos en la política, son desde el radicalismo que trabajo en el Proceso de Reorganización Nacional (y más tarde traicionó a los militares), a los ex colaboradores de Alfonsín y de la Rúa.
No son nuevos, pero es bastante creíble que no serian exitosos. Esto sí que se les puede creer.
López Murphy usa la perfecta dialéctica radical del “no te comprometas en nada” y de esa forma señalo “Saddam Hüssein es un dictador pero la solución del conflicto debe hacerse en el marco de las Naciones Unidas y pacíficamente”. No supe si gritar “chocolate por la noticia gracias por avisarnos que el tipo es un dictador, o pedir que el dólar volviera a costar son 85 centavos de Austral (ese fue el tipo de cambio original de Alfonsín-Sourrruille-Moreau-etc.) porque la solución declamada es tan mentirosa como hipócrita e infantil. ¿Porque no pedir también que nos perdonen la deuda pero nadie pierda sus ahorros?
Con sus palabras López Murphy solo demostró su absoluta falta de capacidad para comprender y liderar a nuestra nación en el mundo que viene. Todavía sueña con unas Naciones Unidas que ya no existen. Pero es el infantilismo propio de muchos dirigentes y ciudadanos argentinos de querer estar bien con Dios y un poquito con el diablo. Porque esa posición expresa un imposible más.