N ° 3/2003
Buenos Aires, marzo 19 de 2003.-
En su alocución para inaugurar las sesiones ordinarias del Congreso Nacional el designado Duhalde se auto elogió por la pacificación de nuestra amada patria. Los medios de prensa en forma monocorde escuchan de los funcionarios ese pretendido logro y lo repiten como loros.
La inauguración de las sesiones legislativas se hizo el sábado 1° de marzo en medio de un inusual operativo policial que impedía circular en automóvil por toda la zona del Congreso entre las avenidas Belgrano y Corrientes, 9 de Julio y la calle Junín. Bastaría preguntarse en forma honesta porque tantas calles cerradas para advertir que el mismo usurpador tiene poca seguridad de la pacificación que el vocea.
Solo el día anterior el piquetero Raúl Castells y su banda luego de asolar el microcentro porteño tomaron por asalto el Ministerio de Educación y solo se retiraron luego de usurparlo por 5 de horas y haber extorsionado al Estado para que entregue al mafioso de Castells una serie de dineros y otros subsidios. Los funcionarios de Duhalde no solo cedieron a la extorsión, no formularon denuncia penal alguna, sino que ni el Usurpador no considero esto un hecho de violencia.
Solo tres días antes grupos de activistas comunistas de Quebracho tuvieron una batalla campal intentando impedir el desalojo ordenado por un juez de un viejo edificio de Padelai en peligro de derrumbe. Tampoco ello fue considerado por el Duhalde al elogiarse a si mismo de su pacificación.
Sin olvidar la intimidación pública al tribunal oral que realizaron los terroristas de Quebracho en la sede judicial de Comodoro Py, donde fueron armados con hondas de caza y lanzaban bolillas de acero a la Policía Federal, destruyeron automotores. Intimidación que dio resultado ya que ayer los jueces del tribunal que debía juzgar a cabecillas de la ilícita organización Quebracho absolvió a 3 de ellos y al cuarto lo condeno a prisión en suspenso. Ninguno de los activistas que destruyeron edificios públicos y privados, lesionaron policías, destruyeron automóviles esta detenido.
Cada semana los piqueteros a sueldo del estado mismo, que lucran con la miseria y el hambre de otros argentinos, que hacen de la extorsión su negocio cortando rutas, calles y accesos a Buenos Aires, o de rutas en el interior del país amedrentan a los ciudadanos que deben usar esas vías de comunicación, y obtienen dineros públicos. Las policías Federal y bonaerense reciben orden de tolerar siempre que sus armas no pasen de formidables mazos y palos.
Todo este estado de conflicto que se pretende disfrazar de lucha social es solo un mecanismo de intimidación y extorsión al que juega la dictadura gobernante con sus aliados piqueteros. Los diferencia de las secciones de asalto nazis (SA) que no se uniforman con camisas pardas sino que van encapuchados y además actúan en consonancia con el gobierno mazorquero para apoderarse de dineros públicos.
Tal vez lo más significativo del sueño duhaldista haya sido la violencia desatada solo un día después por el Senador Luis Barrionuevo y sus seguidores en Catamarca. Hay que destacar que es Barrionuevo quien impulsa la necesidad que Duhalde sea presidente hasta el mes de diciembre y se presente a las elecciones que él sueña diferir hasta noviembre.
Duhalde llego al poder promoviendo la violencia. El duhaldismo ha hecho de la violencia social una forma de control de la oposición y de la sociedad entera, encima quiere convencernos que han pacificado al país.