N ° 03/2002
Buenos Aires, mayo 13 de 2002.-
La izquierda, los verdes, los alfonsines del mundo, se empeñan en mostrar a la derecha como un grupo de fanáticos, genocidas, cuyo máximo representante es un medio imbécil que gobierno los EEUU.
Sin embargo hoy deben estar medio sorprendidos por el importante anuncio del nuevo acuerdo de reducción de armas nucleares entre los EEUU y Rusia. No estaba en los cálculos de casi nadie que esto se hiciera tan rápido y en esa magnitud de desarme, que implica destruir dos tercios de sus arsenales nucleares.
Los burócratas internacionales y diplomáticos, los consultores y opinadores también figuran entre los absortos. Todos creían imposible que esto se desarrollara y firmase en tan breve plazo.
La cumbre de noviembre entre George W. Bush y Vladimir Putin fue difundida con una alta incidencia en las cuestiones de la guerra contra el terrorismo, pocos prestaron atención a las palabras de Bush de realizar un acuerdo de reducción de armas nucleares en un plazo muy breve. Bush insistió en que no se podía volver a las negociaciones eternas como los casos del los tratados SALT I y II.
Todos se ríen de Bush, lo tratan de tonto, se llenan de gozo con algunos furcios sin embargo en menos de seis meses alcanzo el tratado de reducción de armamentos nucleares de mayor envergadura de la historia. No siguió el camino esperado, no se enrosco en negociaciones y rondas para la prensa, pero ahí está el resultado.
Como todos imaginamos los números reales de los distintos arsenales nucleares son secretos muy bien guardados y por lo tanto las cifras que se difunden son estimadas. En la actualidad se estima que existen entre cinco y seis mil armas nucleares en poder de EEUU y Rusia, para el año 2.012 según el nuevo acuerdo de reducción esos arsenales sumarán entre 1.700 y 2.200 armas, es decir una reducción de alrededor el 66% de armas nucleares.
Evidentemente George W. Bush y la derecha no son el peligro para la paz mundial que algunos quieren hacernos creer.