N ° 03/2001
Buenos Aires, enero 22 de 2001.-
Si algo tiene la ciudad de Buenos Aires son estadios de football, de basketball y de volleyball. Existen también centros como el Luna Park, Costa Salguero, etc, capaces de albergar espectáculos deportivos y culturales.
Y todo ello sin necesidad de sacarle un centavo a nadie que no quiera asistir a los eventos que se realizan para recuperar las inversiones.
Pero el gobierno de la ciudad de Buenos Aires, piensa distinto, cree que hacer recitales, lanzar fuegos artificiales, organizar espectáculos deportivos, son una función del estado, aunque la mayoría de los contribuyentes no les gusten esos espectáculos, porque si les gustaran pagarían las entradas no impuestos que no pueden evitar.
Pero si el gobierno no debería organizar esos eventos, ni robarle dinero a los ciudadanos para financiar los gustos artísticos de los funcionarios de turno, mucho menos necesita gastarse millones de dólares en construir un nuevo estadio cuando ya existen varios.
No se trata de la posibilidad de que existan coimas, como en muchas obras públicas, sino de la corrupción de obligar a pagar a los ciudadanos la construcción de un estadio deportivo innecesario y ajeno a las funciones esenciales del estado.
Mientras tanto el gobierno de la ciudad de Buenos Aires conducido por la Alianza desde 1995 tiene techos de escuelas que se caen por obras mal realizadas durante su gestión, calles que se hunden cada día más, hospitales donde no funcionan los generadores de emergencia, ni hay medicamentos, ni vacunas, la suciedad y basura alientan el crecimiento de la población de ratas, etc. Aníbal Ibarra quiere construir un estadio deportivo (en los últimos días han aparecido los avisos para informar de la licitación).
También se puede decir crear un nuevo centro de corrupción y aumento del gasto público.