N ° 13/2002
Buenos Aires, octubre 21 de 2002.-
Huelga en USA ignorada en Argentina
Entre el 30 de septiembre y el 9 de octubre el sindicato de estibadores portuarios de la Costa Oeste de los EE.UU. realizó una huelga general en reclamo de un nuevo contrato salarial. La huelga costo en forma directa U$ 2.000 millones diarios y solo terminó por la intervención personal del Presidente George W. Bush que ordenó la conciliación obligatoria.
La huelga terminó paralizando en forma total los puertos de la costa oeste de USA y a muchas industrias tanto de los mismos EE.UU. como de los países de la cuenca del Pacífico. Las modernas formas de producción just in time sufrieron un duro golpe, tanto en las fábricas del propio EE.UU. como las de sus proveedores, a un costo que aún no ha podido determinarse. Los empresarios y el mismo gobierno están ahora revisando la posibilidad de restringir este tipo de huelgas por su capacidad de dañar a toda la economía.
El tema fue una de las principales cuestiones políticas de los EE.UU. durante los primeros días de octubre, pero aquí el periodismo se distrajo con denostar a George W. Bush.
Socialismo japonés
El Banco Central de Japón anunció que ha de comprar 16.000 millones de dólares en acciones de bancos en problemas, también ha solicitado con urgencia que el gobierno lo asista con dinero para comprar malos créditos de los bancos y así evitar el colapso del crujiente sistema financiero.
Se estima que el monto total de créditos malos o incobrables supera los U$ 400.000 millones.
Lo que se está pidiendo es usar el dinero de los contribuyentes para salvar a los malos banqueros, a los malos pagadores, a los deudores y quebrados, en otras palabras le han de robar dinero a los ciudadanos japoneses vía impuestos para repartirlo entre banqueros fracasados y delincuentes.
El Banco Central de Japón ha empapelado el país de yenes vía redescuentos a bancos, pero como todos saben que eso es un fraude la economía sigue en su recesión a la espera del ajuste del sistema financiero. La soberbia de los tecnócratas los lleva ahora a dar un paso aún más peligroso de estatizar los bancos insolventes comprando sus acciones.
Casi como acá pero mucho más grave, y ello cuando ya llevan más de 10 años de recesión continua. Igualmente permite ilustrar sobre el mito que el Estado y los bancos centrales aseguran la solvencia de un sistema financiero, o son garantía para los ciudadanos, depositantes, etc. La verdad es que los bancos centrales son una vía más al socialismo y a la corrupción. Son la vía al socialismo de los tecnócratas como la revolucionaria es para los guerrilleros y políticos comunistas.
Mercado de autos de China Comunista
Para quienes señalan a la China Comunista como un éxito económico traigo algunos datos que reflejan los logros alcanzados por el comunismo luego de 53 años de ejercer el poder del país. Debe tenerse en cuenta que en la década de los 90 China comunista abrió un poco se economía y comenzó un tímido proceso de apertura al capital extranjero que ha significado duplicar su producto bruto interno, en otras palabras pueden imaginar lo mal que estaban con el comunismo y solo él.
Solo 5 de cada 1000 chinos tienen auto. Con una población superior a los 1.200 millones de habitante el mercado automotor es de solo 740.000 autos en el 2001 y se estima que este año podrá alcanzar los 910.000. Esto equivale a un aumento del 23%.
Una persona con ingreso anual de U$ 3.000 es clase media alta. Bajo estas condiciones casi nadie puede adquirir una vivienda y solo las alquilan al estado, por lo tanto los automóviles son el objeto más caro que compra un chino en su vida.
Las ventas de automóviles han crecido ya que al ingresar China comunista a la Organización Mundial de Comercio se redujeron los aranceles de importación en un 50% y se abandonó la restricción legal de 1994 por la cual solo se podían vender automóviles que tuvieran un 90% de componentes fabricados en China.
Resulta obvio que en pocos años China Comunista por demanda insatisfecha se ubicará entre los primeros mercados automotrices del mundo. Según estudios norteamericanos puede esperarse que para el año 2010 sea el tercer mercado mundial tras los mismos EE.UU. y Japón.