N ° 13/2002
Buenos Aires, octubre 21 de 2002.-
Eduardo Duhalde, usurpador de la presidencia argentina, ha prometido cesar sus abusos de autoridad el próximo 25 de mayo del 2003, y pide que le creamos. Se trata del mismo mentiroso que ante la Asamblea Legislativa prometió que no haría nada que impidiera que quienes habían depositado dólares en los bancos recuperaran sus depósitos en la misma moneda y solo dos días más tarde devalúo el peso, pesificó los depósitos de quienes habían depositado dólares.
O también es el mismo que prometió retirarse de la política cuando el pueblo votó a Fernando de la Ruina el 24 de octubre de 1999 y menos de dos años después y después de haberse calificado como “dirigente de mierda” se presentó como candidato a Senador Nacional y pocos meses más tarde junto a sus cómplices de la mazorca bonaerense promovieron dos golpes de estado en un mismo mes.
Eduardo Duhalde es quien intentó remover la Corte Suprema de Justicia para establecer un poder judicial obediente que encubriera y proteja los delitos que ha cometido en estos años, y en especial desde que asumió la Presidencia de Argentina.
Mientras él promete irse dentro de pocos meses, toda su conducta demuestra que no tiene ninguna intención de hacerlo. La remisión de su renuncia a futuro con la intención de reunir una Asamblea Legislativa que la trate es la maniobra para que ella lo rechace y así quedarse hasta diciembre de 2003 con la excusa de terminar el mandato de Fernando de la Ruina y Chacho Álvarez, mandato que la misma Asamblea Legislativa había recortado al designar a Rodríguez Saa en la presidencia unos días antes del segundo golpe bonaerense.
Estamos ante una nueva trampa.
Las excusas sobre padrones y dificultades administrativas para realizar una elección son falsas, de otra forma ¿cómo el mismo Duhalde y sus cómplices al designar a Rodríguez Saa le impusieron una elección en menos de 90 días?
Las excusas del gobierno y sus funcionarios son peores que las dadas por algún general hace años, y me refiero a Galtieri quien expresó “que las urnas estaban bien guardadas”.
Todo lo que hace además tiende a impedir que el pueblo pueda votar y elegir como nuevo presidente a Carlos Menem, la manifiesta persecución judicial impulsada por la Checa, las intervenciones ante la justicia y la hipocresía de anunciar que si la justicia declara inconstitucional sus arbitrarios decretos electorales deberá enviar proyectos de ley al Congreso para modificarlos. ¿Por qué no hace lo mismo con su pesificación, su corralón?
En su auxilio se anotan los corruptos periodistas como Joaquín Inmorales $ola, que olvidando sus reclamos de autocrítica en La Nación salió a decirnos que “Duhalde y el país tienen el mismo problema, que es encontrar un candidato”. Suprema hipocresía de Morales Sola, si el pueblo no quiere a los candidatos no los votará, Duhalde y él nada tienen de que preocuparse. Por cierto Inmorales $ola podría decirnos quienes quieren a Duhalde, un usurpador designado por el mismo Congreso del que él reclama que se vayan todos cada tanto.
La verdad es que tanto Duhalde como los alquilados escribas y voceros de costumbre tienen una preocupación en común, que el pueblo elija a alguien que a ellos no les guste, en especial a quien difaman desde hace años, a Carlos Menem. Pero si como ellos mismos piensan y sostienen el pueblo no lo quiere a Carlos Menem ¿a qué tanto esfuerzos, trampas, mentiras y dineros públicos malversados en impedir que el pueblo vote a otro?
También ha salido a reclamar apoyo al usurpador su María Antonieta, Chiche Duhalde quien reclama a los candidatos “que dejen trabajar y no cuestionen a su esposo”, en demostración de la concepción autoritaria del matrimonio que usurpa la Casada Rosada. Para esta señora no se puede cuestionar al desastre de gobierno que encabeza su marido y hay que dejarlo trabajar, sería bueno que advierta que son los odios personales que guían las conductas de ellos quienes le impiden trabajar.
El patriotismo que Duhalde muestra según su esposa puede ser asimilado al de Fidel Castro, Benito Mussollini, Saddam Hussein, etc. es decir de aquellos que se llenan la boca con las necesidades del pueblo, los intereses de la nación mientras todas sus medidas tienden a asegurar un régimen de pobreza que transforme al pueblo en mendigo de la dádiva estatal, a los empresarios mendigos del privilegio y subsidio, a los opositores cómplices del saqueo legal, al periodismo en general un grupo de alquiladas voces y plumas como demuestra Morales Sola, o todo el grupo Pravda – Clarín.
La Argentina vive una hora triste, pero si la señora María Antonieta Chiche Duhalde quiere trabajar tranquila debería animarse a caminar por las calles sin custodia, sin militantes rentadas que la protejan. Que vaya a un supermercado sola y nos explique el éxito de sus políticas.
Chiche no debe ni saberlo, pero cuando su marido llegó a la presidencia la leche larga vida costaba $0,60 el litro, hoy cuesta $1,70, la baguette (una flauta más larga y cheta) costaba $ 0,29 y hoy cuesta $ 0.52, un kilo de azúcar costaba $ 0,59 y hoy cuesta más de $ 1,30. Un dólar costaba un peso y hoy cuesta $ 3,60.
También ignora que la exitosa defensa de la industria nacional de su marido ha producido la caída en la fabricación de estufas (86,8%), televisores (78,8%), zapatillas (59,2%), video caseteras (90,6%), productos de higiene (51,5%), editoriales e imprentas (32,2%), fabricación de herramientas para trabajar metales (78,8%), licores (33,71%), cerveza (14,2%), petróleo crudo (16%), carburantes (24%), electricidad (52%), y no sigo contando porque este último refleja el nivel de la caída de la actividad económica y la magnitud del desastre que desde De la Rua a Duhalde se ha producido por parte de quienes querían cambiar el modelo.
Mejor no nos defienda más señora, ni Ud., ni su marido, ni sus cómplices. Estábamos bastante mejor antes que usurparan la presidencia y se robaran las reservas, pesificaran, etc.
Lo difícil es explicarnos como hacen ella y el usurpador que declaran no cobrar sueldo, que cerraron su inmobiliaria porque no había negocios, que no registran actividad profesional en los tribunales donde hayan ahorrado honorarios, para vivir en forma holgada, con un vestuario importante, frecuentes viajes a spas, liftings, casa en Pinamar, quinta donada en Lomas de Zamora y una nueva construida, etc.
Ciertamente ellos no tuvieron nada que ver con los desfalcos en el Instituto de Vivienda Provincial, ni con los injustificables créditos del Banco Provincia de Buenos Aires, ni con nada. Ellos son dos humildes y esforzados patriotas que con “desinterés” asumieron la presidencia de la nación luego de dos golpes de estado sucesivos realizados por sus esbirros, que solo aspiran volver a disfrutar de sus nietos.
Mientras su Jefe de Gabinete desnuda la verdad de las aspiraciones políticas al reclamar que la Justicia actúe en forma patriótica al entender en los inconstitucionales y delictivos decretos del usurpador.
Pero todos compartimos ese anhelo de un gesto patriótico, tal vez en otro sentido. Porque no puede entenderse como patriótico violar la Constitución Nacional, los derechos y garantías que ella reconoce a los ciudadanos, no es eso señor Atanasoff lo que sería patriótico, sino que de una buena vez los jueces y fiscales los sometan al debido juicio por traición a la Patria a Ud., a su jefe y a todos sus cómplices.
Han estado demasiado tiempo para tanto mal que han causado. Aun quieren quedarse más tiempo solo porque el dólar no ha subido luego de la brutal caída del peso en los primeros meses de su gobierno, porque el Banco Central toma dinero a una tasa de interés criminal, que supera el 70% anual. Eso no es ningún éxito, no es una mejoría es simplemente la calma entre dos huracanes.
Son un hato de caraduras que nos dicen que estamos mejor, que ya se notan mejorías. Como sostener que luego de arrojarnos una bomba neutrónica estamos mejor gracias a que estamos limpiando algunos escombros que ella dejo.
Señor Duhalde, Ud. y sus cómplices son también culpables de nuestros males. No estamos mejor, solo estamos intentando no explotar para que no corra un baño de sangre, si Ud., su esposa, sus amigos que no saben ni porque respiran, pero si como crear cabinas de peaje, creen que podrán quedarse más tiempo, impedir que el pueblo se exprese y elija un nuevo gobierno, no solo están provocando una tempestad sino que se están anotando entre los sucesores de Ceacescu.
Basta de trampas y mentiras.