Artículo

  Volver atrás

N ° 12/2002

Buenos Aires, septiembre 20 de 2002.-

LA EVIDENCIA LLEGA DE PARÍS

Alfonsín orquestó la más grande operación de desinformación y encubrimiento de la historia argentina cuando decidió que la represión del terrorismo solo debía ser investigada desde el 24 de marzo de 1976, así lo decidió cuando ordenó el juicio a las juntas militares del Proceso.

Si uno toma la idea imperante y difundida desde la gran masa de medios de comunicación que tenía el Estado en los años ochenta los gobiernos militares iniciaron una política de represión del terrorismo que se califica de genocida.

Lo que también se enseña en los colegios de todo el país según he comprobado por los libros aprobados y fijados por el Estado. En ellos se habla del programa genocida del gobierno militar pero no hay una sola palabra de los terroristas asesinos, torturadores, secuestradores, etc. que provocaron la caída del gobierno constitucional.

Bastaría recorrer los diarios de la época anterior al golpe de estado de 1976 para comprobar la falsedad de la historia oficial establecida desde 1983. Antes del golpe ya había desaparecidos, ya se torturaba, y quienes habían iniciado esa forma de guerra eran los propios terroristas marxistas, y habían sido imitadas por fuerzas para policiales manejadas por grupos sindicales y vinculados al entonces ministro de Bienestar Social, López Rega. No solo ello, el gobierno de María Estela Martínez de Perón había ordenado el “aniquilamiento” de las fuerzas subversivas terroristas. Lo cual era reclamado por los más importantes legisladores radicales y todo ese partido en los debates del Congreso de la Nación.

Sin embargo en una política de odio y encubrimiento Alfonsín decidió que solo había existido una “política genocida” desde el 24 de marzo de 1976. Pero hace una semana un juez francés aprovecho la visita a París del irrelevante ministro de relaciones exteriores, Carlos Ruckauf para citarlo en una causa donde investiga la desaparición de un ciudadano francés y su esposa sucedida en julio de 1975. Lo cito a Ruckauf ya que el es uno de los firmantes del decreto ordenando el aniquilamiento de la subversión dispuesta por el gobierno constitucional en octubre de 1975.

Esto demuestra la mentira alfonsinista y de los terroristas disfrazados de periodistas que a diario reparten odio en los medios de comunicación. Porque se puede ver una vez más sin recurrir a diarios viejos que las desapariciones ocurrían muchos meses antes del golpe cívico militar, que el gobierno constitucional fue quien ordeno el aniquilamiento de la subversión.

También obligará a que el gobierno se haga cargo de terminar con la inaceptable invasión de nuestra soberanía que hacen jueces como el francés de esta citación o Baltasar Garzón, porque ahora serán los cobardes políticos que no han querido hacerse cargo de proteger a los militares ante esos abusos, ahora que su propia seguridad jurídica está en riesgo probablemente actúen en defensa de nuestra Nación y de quienes nos salvaron de la dictadura castro comunista que los terroristas querían establecer.

Lamentable que la evidencia de la mentira deba llegar de París, porque nos señala una vez más la pobreza moral de nuestros dirigentes, y de gran parte del pueblo que estaba totalmente comprometido con la victoria argentina contra los terroristas guerrilleros marxistas procastristas.

 

  Volver atrás