N ° 10/2002
Buenos Aires, agosto 26 de 2002.-
La pesificación y devaluación no parecen alcanzarle a un grupo de “empresarios y políticos”. El aumento de la pobreza tan dramático no alcanza a esos señores que hace años viajan en primera, tienen mansiones en Buenos Aires, en countries, en balnearios argentinos y extranjeros, en París, en New York, que comen en una cena varios sueldos de un trabajador.
Y no se trata de demagogia barata, porque no debe molestar que alguien viva de esa forma. Lo que indigna es que disfruten esa vida pero quieran que sus cuentas y buena vida sean pagadas con el dinero ajeno y en forma ilegal.
Destaquemos que Worldcom., Enron, y quienes fueran, en USA, en el capitalismo competitivo cuando sus directivos cometen errores o delitos quiebran, son absorbidas, pierden dinero sus accionistas, o deben inyectar capital, pero no le pasan sus deudas a los demás ciudadanos.
El seguro de cambio busca transferir las deudas a quienes no son accionistas, a quienes jamás recibieron un beneficio de esas compañías.
Es la socialización de las pérdidas, o su estatización que es lo mismo.
Mientras las ganancias y los salarios elevadísimos de sus ejecutivos siguen siendo de ellos quieren que sus pérdidas sena pagadas por personas que ni siquiera pueden llegar a la mesa de discusión para gritar su oposición.
Vayamos por partes, si esos señores quieren salvar sus empresas que primero vendan todo su patrimonio y lo pongan en sus empresas. Digo todo ya que no veo porque ellos podrían quedarse con un centavo si quieren pasarle a los demás argentinos nada menos que U$ 40.000 millones de dólares de deuda contraída sin ninguna autorización nuestra, en su propio y personal beneficio.
Una parte esencial de este corrupto y delictivo programa es acusar a los bancos de ser los culpables de los males nacionales, de desparramar que no se necesitan bancos sino hay empresas, y toda una serie de eslóganes propios de la Edad media. Por lo tanto me ocuparé un poco de esta cuestión también aquí.
Se suma a la confusión las opiniones que producen economistas "tecnócratas", que en realidad defienden a sus clientes, los hay pro-bancos, los hay pro-industrias, y pro-lo que se nos ocurra. Son casi todos bastante chantas por esa razón, pero hay algo que uno tiene que separar, las personas de los "facts", de los argumentos. Si hablamos de las personas, las discutimos a ellas por "h o por b" dejamos de poder encontrar causas, hechos e ideas.
Los bancos son necesarios, que sin ellos no hay economía moderna, nadie podría mostrar una economía desarrollada sin bancos, sin un buen sistema financiero.
Tampoco puede haberla sin empresas, sin seguridad personal y jurídica, sin un orden mínimo.
Puede haber empresas y corporaciones profesionales sin bancos, pero aun así necesitan al menos moneda y un orden jurídico estable. Pero eso era hasta la Edad Media.
Después de la Edad Media aparecieron los bancos, las bolsas de valores. Se comenzó a globalizar el comercio y las relaciones no de los países y reyes, sino de las personas, de las empresas. Comenzó un periodo de desarrollo y crecimiento que se acelera con el desarrollo del conocimiento.
Lo que algunos propones y defienden es volver a la Edad Media. Esto lo digo aun siendo empresario y productor que detesta la "incultura" empresarial de nuestros bancos, que prefirieron prestarle al Estado a cualquier tasa que financiar al sector privado, que ponían plata en Fiel para aconsejar reducir al estado mientras lo engordaban prestándole el dinero de sus clientes.
Pero aun con esas contradicciones y falencias graves echar toda la culpa a los bancos es una simplificación terrible y estúpida.
¿No hubo nadie detrás de la destrucción de la moneda, la devaluación y pesificación?
Esos no fueron los banqueros, o al menos no todos.
¿Quienes andan queriendo "estatizar, socializar" su vida fastuosa con el seguro de cambio?
Tampoco son banqueros, son tipos que se dicen empresarios, industriales, de la cultura.
Tipos que tienen departamentos en Paris, Miami, New York, caserones en Punta del Este, autos que valen decenas de miles de dólares, sino más, que viajan en primera, toman champagne de varios cientos la botella, viven "joya" y no quieren vender ni un anillo para salvar a sus empresas.
Quieren que los demás argentinos y los banqueros crean en sus empresas, y se las salven, ¿y ellos que aportarán, que pondrán?
Nada, son unos chorros, unos corruptos e inmorales.
Que vendan todo lo suyo y capitalicen sus empresas.
Lo que se bebieron, comieron, viajaron ya esta gastado. Pero que se banquen, porque hay gente que esta en la miseria, sin empleo, con hambre y sin muchas esperanzas por culpa de esos "señores empresarios y políticos". Lo que quieren es que el hang over lo paguen justamente los que no la vieron ni en Telenoche, ni en Clarín, ni La Nación, ni en TN. Desde donde les envenenaron los corazones para que apoyaran la devaluación y pesificación, donde ahora los engañan con el "salvar fuentes de trabajo" cuando en realidad quieren endosarnos una cuentita de más de U$ 40.000 millones.
Los banqueros no son el ejercito de salvación, ni carmelitas descalzas, y agrego gracias a Dios que no lo son, porque sino estaríamos aun peor moralmente con semejante confusión de roles.
Zapatero a tus zapatos, no les pidamos a los banqueros que sean algo distinto de lo que deben ser, porque pedirlo y sostenerlo es pretender que estafen a sus accionistas. Algo que en Argentina no suele verse es que un empresario debe cumplir el objeto de los accionistas, ellos no ponen la plata para que haya fuentes de trabajo sino para hacer "equis negocio", ¿que eso da trabajo? la vieja mano invisible de hacer el bien buscando el lucro propio.
Los banqueros han invertido miles de millones de dólares, aun equivocados, aun corrompiendo, pero eso no hace que sean los demonios de esta tragedia.
Justamente quienes la han causado quieren que los demás crean eso para evitarse la condena que merecen y deseo.
La demagógica declaración que los bancos cierran sucursales "justamente ahora que conviene hacerlo" es el tipo de demagogia barata que arruina a nuestra Nación y la moral de los argentinos. Siempre un empresario hace lo que le conviene, esa es su función, hasta cuando se funde tiene un sentido económico. Estos tipos que no han leído ni a Schumpeter en la destrucción creativa del capital, nada, hacen mucho daño.
A la conclusión del cierre de sucursales bancarias cabe una pregunta más terrible ¿porque ahora conviene cerrar sucursales, bancos enteros y hasta hace dos años esos mismos banqueros invirtieron miles de millones en comprarlos, expandirlos?
¿Qué y quienes cambiaron?
Si contesto yo, vendrá una ola de respuestas personales en lugar de responder a los "facts". Creo que cada uno en su fuero íntimo puede responderse fácilmente “que y quienes cambiaron” para que hoy convenga “cerrar sucursales, despedir gente” en lugar de invertir.
Los culpables de toda esa trama de errores son los dirigentes políticos que actúan en beneficio de esos "poderosos empresarios". Jamás respetan un derecho o una garantía constitucional, aun cuando ellos tienen la función no solo de respetarla sino de hacerlas cumplir y respetarla.
No son entonces los bancos los culpables, sino quienes llenan de mentiras las mentes y almas de ahorristas y trabajadores con el único y exclusivo fin de endosarnos su lujosa cuenta. No se trata de que los banqueros sean buenos, los habrá de todas calidades personales y morales, sino de saber que hoy están también siendo usados como pantalla de una fraude más grande aún por su monto que la misma devaluación y pesificación.
El seguro de cambio, la estatización o transformación en bonos del estado de la deuda privada de las empresas es un acto delictivo e inconstitucional. Los legisladores, ministros, funcionarios que la realicen deben ser enjuiciados y sus patrimonios personales embargados para responder por el daño. También el patrimonio de los empresarios que instiguen la comisión de semejante fraude y la de quienes se acojan a semejante privilegio.
Esos patrimonios personales y sus empresas serán vendidos para indemnizar a los acreedores y pagar la deuda.
Y quede claro también que el seguro de cambio que están empujando esos poderosos y corruptos será de nulidad absoluta porque es el fruto de un delito y porque además excede las facultades legales de los tres poderes del Estado. Nadie les dio el poder de endeudar a los argentinos para salvar empresas privadas.
De la inmoralidad de esas personas no vale la pena hablar, es algo que no entenderían.