N ° 08/2002
Buenos Aires, julio 26 de 2002.-
La paradoja argentina es que la izquierda y sus primos hermanos los ultraderechistas nazionalistas se la han pasado criticando que Carlos Menem sería un vocero de políticas pronorteamericanas, al servicio del FMI, del Banco Mundial, y toda ese conjunto de acusaciones vacías.
Hace unos días rechazaban la visita de los “cuatro notables” que mandaba el FMI como una ofensa inaceptable, basto que uno de ellos manifestara su oposición a dolarizar para que se transformaran en cuatro héroes nacionales de la izquierda, del nacionalismo y toda esa fauna de retros.
Es que ahora sienten que el FMI está en contra de Carlos Menem. El FMI por unos días ya no es el cuco neoliberal si ello sirve para continuar expoliando al pueblo argentino.
Pues bien ya que está de moda discutir si dolarización sí o no, si es entrega de la nación y todo ese discurso estúpido vamos a explicarnos sobre quienes son esos “cuatro notables”, su rol y quien ha dolarizado, porque ello ya sucedió.
Los cuatro notables han sido autoridades de bancos centrales, es decir creen en la existencia de ellos, en el manejo de moneda y la formulación de una política monetaria. No conciben que un estado o gobierno no dispongan de esa política.
Además son europeos, ellos aceptan que la Comunidad Económica Europea tenga moneda única, no la quieren para América, porque aquí sería el dólar, y NAFTA o ALCA. Eso significa una pérdida de poder para los europeos en nuestra región. Por lo tanto ellos no quieren la dolarización para mantener la influencia europea sobre América Latina.
Representan a un organismo burocrático como el FMI que aconsejo los impuestazos y la devaluación por lo tanto no puede confesar el trágico error que ayudaron a cometer en Argentina. Ellos deben encubrir la huella coautora del FMI en este crimen.
El mismo FMI vería peligrar su existencia si en el mundo hubiera menos monedas a pesar de haberse dado nuevos objetivos luego de eliminarse el sistema creado en Bretón Woods. Lo que sucedió hace más de 30 años.
También tienen su espíritu de cuerpo, o faccioso. Aceptar la dolarización implica que ellos mismos no tienen sentido, ni como consultores, ni como burócratas cinco estrellas.
Ignoran que desde 1935 cuando se creo el Banco Central y hasta el 1° de diciembre de 2001 Argentina ya había devaluado al peso contra el dólar en 3.500.000.000.000 veces. Debemos sumar, multiplicar el desastre actual aconsejado también por el FMI, y me pierdo en la cifra. Pero lo cierto es que con ese antecedente recomendar que el Estado Argentino tenga moneda propia y fiduciaria es una falta de respeto intelectual y moral a nosotros.
Por lo tanto resulta lógico que estos “cuatro notables” tengan mucho más en común con las políticas de la izquierda, los nazionalistas y toda la fauna retro que con quienes defendemos la dolarización.
Si se dolariza ellos mismos pierden su razón de “aconsejar”, su razón de ser y vivir. No tienen peor enemigo que quienes no quieren seguir estafando a la gente con papel pintado.
Es como pedirla a la DEA que defienda la legalización de la droga, serían los primeros en perder el empleo. O a los empleados de impositiva que simplifiquen impuestos, se quedan sin su razón de vivir, trabajar (y currar de paso). Es casi infantil esperar otro consejo de quienes serían los afectados por la reforma, de quienes han transformado a la burocracia estatal y administrativa en un fin en sí misma, olvidando la administración de la cosa pública en beneficio de los ciudadanos.
Los primeros que no querrían la dolarización, aun antes que nuestra fauna retro, son los que creen en la banca central, es decir los cuatro notables. Ellos aún creen que se puede ignorar 67 años de estafas legales reiteradas.
Una mención que casi me desternilla de risa de estos “cuatro notables” fue la siguiente “...... es probable que el dólar norteamericano siga siendo usado como moneda paralela en el futuro visible”. Lamento informarles a estos cuatro consultores que ya están para jubilarse. Acá el dólar norteamericano no es la moneda paralela, ese es el peso no convertible, el Austral, el peso moneda nacional, el peso argentino. El dólar norteamericano es la moneda que elige el pueblo en forma libre y que el gobierno intenta restringir por medio de amenazas de todo tipo. Si no saben esto no pueden empezar ni a opinar sobre Argentina.
Esa frase demuestra su anti norteamericanismo y su falta de convicción en el libre mercado también.
En la Argentina la dolarización la han hecho los políticos que han manipulado la moneda, que han robado a la gente, a las empresas, han destruido más de 5 monedas en menos de 25 años. La gente se ha dolarizado aun cuando los burócratas y los autócratas no lo quieran, y los que no se han dolarizado es porque no pueden, no porque no quieran.
No existe forma alguna que el pueblo argentino, los extranjeros que nos conocen puedan confiar en un gobierno que los robo, ni que este pueda crear una moneda fuerte como ellos pretenden que podría hacer, porque una moneda fiduciaria necesita nada menos que la “fe” de los ciudadanos, algo imposible para la alianza mazorquera.
Los que han logrado que se piense que debe haber una banca off shore, no son quienes la proponen sino quienes han destruido el sistema financiero, han estafado depositantes, ahorristas, quienes han defaulteado la deuda pública. Quienes los aplauden y votan también.
La culpa no es de quienes aceptan la realidad tan triste a la que nos han llevado, sino de quienes la causaron, de quienes siguen empeñados en estafar al pueblo y ahuyentan toda inversión.
No esperábamos de los cuatro burócratas notables del FMI otra cosa, pero no ha dejado de sorprendernos con cuanta alegría ahora son los ídolos de nuestra alianza retro.
Igualmente los cuatro autócratas notables dejaron algunas recomendaciones comprensibles cuando se recuerda que el marxismo, su primo hermano el fascismo y el nazismo nacieron en Europa, que ha sido respaldar la negación del estado de derecho al referirse a “solucionar el problema de los amparos”, como que la culpa fuera de los estafados, de los abogados y los jueces, no de los delincuentes que gobiernan.
Si de independencia del banco central se trata está claro que hablaron con las personas equivocadas La alianza gobernante no cree en ella, al punto que han sido quienes la pulverizaron en forma ilegal junto a Carrió, De la Rua y Cavallo.
Lo cierto es que no dieron ninguna solución real, solo dijeron algunas obviedades y defendieron el autoritarismo estatal, la razón de estado por sobre los derechos y libertades individuales.
Y omitieron un tema importante que la horda interna ha realizado entre el 2000 y hoy. El robo de los ahorros de las AFJP, es decir de los futuros jubilados, algo que ha sido un negocio que Cavallo le otorgó a los bancos y que anuncia una pobreza futura muy grave, un aumento del gasto ya que hoy todos se proponen no pagar la deuda o proponer una quita del 70%. Ese robo tiene nombres y apellidos, De la Rua, Raúl Alfonsín, Chacho Álvarez, Elisa Carrió, Leopoldo Moreau, Federico Storani, Alberto de Mendiguren, José Luis Machinea, Domingo Cavallo, Mario Blejer, Remes Lenicov, los Rocca, Héctor Magneto, Jorge Lanata, Horacio Verbitsky, Marcelo Lascano, Eduardo Curia, Eduardo Conesa, Alberto Bonelli, etc. que son solo algunos de los notables de la destrucción del derecho de propiedad, del sistema monetario y financiero, de la confiscación de los dólares depositados en el Banco Central por los tenedores de pesos.
Por supuesto que cuando este antimodelo estalle echarán la culpas al neoliberalismo, a los EEUU, al capitalismo, y olvidarán cuanto se alegraron y apoyaron a estos cuatro consultores que no han dicho nada útil, ni siquiera algún mínimo consejo de cómo alcanzar las obviedades que propusieron.