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N ° 02/2002

Buenos Aires, abril 30 de 2002.-

DELICIAS DEL SERVICIO MATANCERO

       El jueves pasado los argentinos nos enteramos que un sacerdote español había solicitado al Usurpador de la Presidencia, Don Eduardo Duhalde que remueva a su hermana de alto cargo en el Ministerio de Relaciones Exteriores desde donde dirige los pedidos, la recepción y la distribución de ayudas humanitarias del exterior.

       La fundación Mensajero de la Paz, denunció el bloqueo extorsivo de 280 toneladas de alimentos enviados para ser distribuidos entre personas empobrecidas en nuestra Argentina, y que con la ayuda de organismos sanitarios la señora Aurora Duhalde había logrado impedir su distribución ya que no la dejarían participar a ella y familia en la distribución, y hasta había pedido que se reembarquen los alimentos.

       En primer lugar no existe ninguna razón válida para que la familia Duhalde deba participar en la distribución de alimentos de esa fundación, ni de ninguna otra, salvo su demagogia progresista.

       Tampoco se puede creer que Mensajeros de la Paz, con 35 años de trayectoria envió alimentos europeos de peor calidad que la supersopa de Chiche Duhalde (por cierto solo un anuncio más), o que los restos de comidas que cada día muchos argentinos con hambre deben obtener abriendo bolsas de residuos.

       Pero el manto de silencio mantiene tapado el asunto, La Nación debió publicar la nota porque venía de España, pero luego no siguió el tema. Los restantes medios del grupo Pravda – Clarín echaron un manto de silencio siniestro. De solo recordar con que poco llenaban durante semanas tapas catástrofe durante la gestión de Carlos Menem que esto no sea piedra de escándalo es la prueba del contubernio de los golpistas y beneficiarios de la devaluación, pesificación y la ley de protección de los insolventes –conocida como ley Clarín o de quiebras, aunque debería ser de no quiebras-.

       Aurora Duhalde, hermana del usurpador, cobra un salario superior a los $ 7.000, su marido es titular de un registro de la propiedad automotor.

       También otros familiares del usurpador disfrutan de altos salarios en oficinas estatales solo por ser parientes de él. Sus dos hijas, María Eva y Analía son “secretarias” en el directorio del Banco de la Provincia de Buenos Aires, donde ganan $ 3.373, y $ 3.394 respectivamente.

       La hermana Agustina Duhalde también trabaja en el Banco de la Provincia de Buenos Aires donde gana $ 7.671 por mes.

       ¿Cómo no van a defender el estado y sus funciones si toda la familia vive de él? A esto se lo llama vocación de servir, pero mejor sería calificarlo como “servirse del estado y del gobierno  en beneficio personal”.

       Esto viene de hace siglos, de la colonia, pero ya es hora que termine también.

 

 

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