N ° 01/2002
Buenos Aires, abril 08 de 2002.-
Una vez más los tecnócratas y corruptos dirigentes apelan al robo para cubrir sus necesidades. Esta vez toca a los exportadores con las retenciones, y aparecen muchos de los llamados técnicos, profesionales de la economía a explicarnos que es la mejor y más fácil forma de cubrir el déficit fiscal, de contener los precios.
Es mentira, los precios no crecían antes de la devaluación.
También es una mentira que la solución a la “necesidad fiscal” justifique robar el dinero ajeno. Imaginemos la lógica situación en que la recaudación siga cayendo, seguirán creciendo las retenciones entonces hasta que el 100% podrida ser “retenido”. No son retenciones es un robo legal más.
Es más quienes hoy miran las retenciones a las exportaciones como algo técnicamente justificable, deberían explicar que diferencia hay entre vender adentro o afuera del país. El resultado de la venta es el mismo, alguien paga un producto, un servicio libremente. Si mañana hace falta seguir cubriendo el déficit fiscal se podrían también imponer retenciones a las ventas internas.
Ya Challu y de Mendicurren han amenazado con aplicar controles de precios, obligar a fabricar y entregar mercaderías, etc.
Pero el punto central de las retenciones no pasa por los desincentivos a la producción. Las cosechas caerán de 70 millones de toneladas a 50, todo eso sucederá. La cuestión es moral. Nadie tiene derecho a robarle a otros su propiedad, ni el fruto de su esfuerzo y empresa.
No es una cuestión técnica, igual que el robo de nuestros depósitos en moneda extranjera, de los dólares que teníamos depositados en el BCRA, se trata de un robo, que hoy puede tocarle a otros, pero mañana nos tocará a todos.
Los exportadores son tan dueños del fruto de sus ventas como quienes nos venden buzones dentro de la Argentina. Es moralmente inaceptable que la medida para robar, expoliar a otros sea la necesidad propia, o sus “altas” ganancias.
Vemos un comentario periodístico de Eugenio Paillet en La Nueva Provincia del domingo 7 de abril, que muestra descarnadamente la inmoralidad de los usurpadores “Reutemann fue de los más enfáticos a la hora de protestar por el aumento de las retenciones al campo. Un incondicional de Duhalde lo puso al descubierto: "El 'Lole' protesta porque es uno de los mayores productores de soja de Santa Fe; tendría que definir de qué lado está", le pegó sin contemplaciones.
Esto nos deja claro además de que lado esta la tiranía, contra la producción. Hay que ver la gravedad de la afirmación con la cual se pretende difamar al gobernador de Santa Fe, Carlos Reutemann, porque es productor, porque defiende su propiedad. Cualquiera fuera el motivo está claro que Reutemann está del lado de la producción y del derecho de propiedad. Por lo tanto su posición es la éticamente correcta, y quienes lo difaman de aquella forma y quienes reproducen esa infamia como si fuera el pronóstico meteorológico, son o unos inmorales, o al menos idiotas útiles.