N ° 01/2001
Buenos Aires, enero 08 de 2001.-
De ninguna otra forma puede llamarse al decreto de conmutación de penas a favor de los terroristas asesinos del MTP que atacaron al Regimiento de La Tablada que firmo el cobarde que ocupa la presidencia de la Nación. No existe otro término para calificar este acto de quien como comandante en jefe a beneficiado a quienes en forma traicionera y alevosa una madrugada masacraron a sus subordinados.
Es como que un presidente de los EEUU hubiera conmutado penas a los atacantes de Pearl Harbor.
No puede tener ni respeto, ni exigir lealtad, ni obediencia quien traiciona a sus soldados. Esto es lo que hizo Fernando de la Ruina al conmutar las penas de guerrilleros homicidas que siguen reivindicando su masacre. Ni siquiera muestran algún arrepentimiento.
Porque además los fundamentos de la decisión son falsos. El propio secretario de la Comisión de Derechos Humanos de la OEA expresó que no existía posibilidad de sanción alguna contra la Argentina por la aplicación del sistema judicial en el juicio, que además había sido llevado conforme a derecho y con todas las garantías.
En igual sentido se había expedido ya la Corte Suprema de Justicia. Pero nada de ello sirvió ante la extraña determinación de asistir a los camaradas guerrilleros. Por el contrario el Presidente y los ministros firmantes se han colocado al borde de la ilegalidad, sino en ella misma, al firmar un decreto falsamente fundado.
Aquí no hubo error de fundamentos, hubo falsedad deliberada.
Y es cobarde porque el Teniente Coronel Nani que perdió uno de sus ojos en la recuperación del cuartel le escribió una carta pidiendo ser recibido para devolverle la condecoración que “ya no tiene ningún valor” ordeno que la reciba el Ministro de Defensa, no tuvo ningún atributo masculino para dar la cara.
Quisiera decirle al Teniente Coronel Nani, a todos quienes combatieron y a las familias de quienes ese día dieron su vida defendiendo la patria frente a la agresión externa del terrorismo de estado cubano nicaragüense que sus medallas aun tienen valor para todos los demás. Que deberían llevarla todos y cada día para que cuando los veamos sepamos que además de su valor aquel día el pueblo entero les debe una disculpa por la traición de este Presidente.