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N ° 44/2000

Buenos Aires, diciembre 18 de 2000.-

SALVATAJE: DESAGRADECIDOS

      Cada vez que fracasan los radicales recurren a un culpable ajeno a ellos

Por eso al anunciar la obtención del salvataje financiero don Fernando de la Ruina se dedico a echar las culpas a la gestión de Carlos Saúl Menem.

      Esta acusación ha sido un nuevo acto de deshonestidad y mentira a todos, de desprecio por nuestra inteligencia y de soberbia de don Fernando de la Duda y sus asesores sushis.

      En primer lugar en 1999 que era un año de elecciones hasta el candidato del Justicialismo atacaba el modelo, prometía renegociar la deuda pública y hasta hacer una moratoria de ella. Por el otro lado estaba la candidatura de don Fernando de la Ruina acompañado por el equipo que quebró al país entre 1983 y 1989. Los commodities exportados por argentinos estaban con precios bajos, el euro estaba más alto y la tasa de interés era más cara, sin embargo ni Carlos Menem, ni su equipo económico encabezado por Roque Fernández necesitaron pedir salvataje alguno.

      Porque la administración de Carlos Menem siempre estuvo con la guardia alta y promoviendo el país, en tanto la de Fernando de la Ruina solo se ha dedicado a repetir en todo el mundo que habían heredado el país en una situación desastrosa.

      En la recesión causada por las crisis financieras internacionales con Menem no se pudo crecer pero se evito entrar en riesgo de default. Con el tandém de la Alianza que encabezaron Fernando de la Ruina, Sobremonte Chacho Álvarez y José Luis Macanea no se creció y se llego al borde del precipicio.

      Además dejaron más de U$ 3.600 millones en la caja del Tesoro Nacional. Pero también le advirtieron que equivocaban el camino aumentando impuestos, que ello abortaría la recuperación económica que estaba empezando.

      Pero además la Argentina es merecedora de estos créditos de salvataje gracias a las reformas de la administración de Carlos Menem ya que luego de la crisis rusa de 1997 el Congreso de los EEUU creo una comisión especial para estudiar las razones de aquella insolvencia y cuando podría aceptarse que se hagan créditos de salvataje a economías de países emergentes.

      Las conclusiones de la Metzler Comisión dejaron establecidos cinco requisitos básicos para que los países emergentes pudieran acceder a ayuda financiera internacional apoyada por los EEUU. Veamos las cinco condiciones fijadas:

1.      Libre entrada de instituciones financieras extranjeras.

2.      Información transparente sobre montos y estructura de la deuda pública y su estado de situación.

3.      Bancos comerciales capitalizados según las normas de Basilea.

4.      Situación fiscal que asegure que los fondos de apoyo del FMI no serán usados irresponsablemente.

5.      Tipo de cambio libre o caja de conversión, no se recomienda, ni acepta ningún sistema intermedio.

Como se puede ver claramente estas condiciones fueron aseguradas por la Administración Carlos Menem, inclusive la número 4, que fue fijada por la Ley de Responsabilidad o Convertibilidad Fiscal, ahora violada y modificada por el gobierno de la Alianza.

Sin olvidar que la ley de convertibilidad monetaria de 1991 (requisito número 5) fue atacada durante diez años por toda la Alianza, empezando por el entonces jubilado de privilegio Fernando de la Rua, el diputado Terrengaño, y un ex presidente del Banco Central que predijo que la convertibilidad estallaría en 1992 a más tardar, obviamente José Luis Machinea.

Hace poco más de una semana el ministro José Luis Macanea se permitió censurar al actual Presidente del Banco Central, Dr. Pedro Pou, que es uno de los artífices de la implementación de las normas de Basilea para el sistema bancario argentino.

La otra condición no escrita, ni confesada por muchos banqueros por la cual han dado el salvataje al gobierno es el temor al “efecto contagio” del cual hablamos las últimas semanas. Por el cual los banqueros prefieren dar ayuda al gobierno de Argentina antes que ver caer sus restantes activos en países emergentes.

En otras palabras al gobierno de Fernando de la Ruina además de las reformas implementadas por Carlos Menem a las que él se opuso, lo salvo el pánico de los banqueros por la situación mundial y la posible contaminación del actual sistema de convertibilidad y del sistema bancario que hubiera creado el default actual de la deuda pública y bancaria del Estado Federal.

Para infundirnos optimismo Machinea destacó el contexto favorable actual que permite pensar en una baja de interés de la Reserva Federal de los EEUU, una revaluación del Euro, una suba de precios de exportaciones de soja y otros granos, y que el crecimiento de Brasil.

Es decir que una vez más dependemos de terceros, que el gobierno de la Alianza nos llevo a terapia intensiva. Solo la ayuda externa y la preparación menemista nos evitaron la muerte. Ahora desde la terapia intermedia solo nos cabe esperar que los hados de la fortuna no nos dejen de la mano de don Fernando de la Ruina y su cofradía de inútiles.

 

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