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N ° 41/2000

Buenos Aires, noviembre 27 de 2000.-

OPOSICIÓN IRRESPONSABLE

      El rol de la oposición política es criticar la gestión del gobierno, aportar ideas y prepararse para gobernar, pero no obstruir por obstruir.

      La actual crisis del gobierno en parte es su propia culpa. Fueron los partidos integrantes de la Alianza quienes se opusieron a la reforma total del sistema jubilatorio, pasando de la estafa del sistema de reparto a uno de capitalización privada.

      Fueron ellos quienes alimentaron el aumento del gasto en las legislaturas provinciales y concejos municipales. Porque ahí tenían su base política y financiaban sus militantes.

      Fueron ellos quienes se opusieron a cualquier forma de poner en caja el gasto en las universidades, porque ahí financiaban su brazo político juvenil desde Franja Morada.

      También alentaron a los gremios docentes, estatales, de camioneros, etc a hacer reivindicaciones contra el modelo, a defender el sistema de obras sociales sindicales, etc.

      Por supuesto se opusieron a las privatizaciones, a la convertibilidad, a la independencia del Banco Central, a la reforma del estado y a la emergencia económica.

      Para no recordar que se la pasaron diciendo y calificando al gobierno de Carlos Menem como autoritario por sancionar decretos de necesidad y urgencia.

      En otras palabras los aliancistas fueron los campeones de la obstrucción irresponsable, ignorante. Todos ellos, radicales, frepasistas, comunistas y socialistas. Por supuesto del festival de aumento del gasto público, en especial en los cuerpos legislativos, del que fueron directos beneficiarios

      Todo cuanto ahora pretenden meternos a fuerza de inconstitucionales normas lo obstruyeron con la complicidad del Grupo Pravda – Isvetzia (Clarín- La Nación). No resulta extraño pues que hoy muchos les reprochen ser traidores a sus promesas y autoritarios.

Es la verdad. Se la pasaron mintiendo y obstruyendo por una década sin jamás tomarse el otro trabajo de una oposición responsable, que es prepararse para gobernar.

      Por supuesto que ante esta actitud también queda una pregunta sin respuesta. ¿Pagarán el costo de su irresponsable oposición? ¿O una vez más lo pagaremos nosotros?

      Lo pagaremos nosotros. Pero debemos estudiar y difundir cuanto costo esta salvaje e irresponsable oposición que demoro las transformaciones que faltaban.

      Además como son socialistas de corazón y por convicción sus reformas son mal hechas, contrarias al mercado y ellos creen que el fiscalismo es igual a ortodoxia neoliberal. Y entonces hacen con asco y mal las reformas que anuncian.

 

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