N ° 41/2000
Buenos Aires, noviembre 27 de 2000.-
LA MUJER
¡Qué invento! Henry Ford muere y llega al cielo. En la puerta, San Pedro lo recibe y le dice: -"Bien, vos fuiste una persona buenísima y tu invención, la línea de montaje para automóviles, cambio el mundo. Como recompensa podes pasear a voluntad en el cielo, podes ir para cualquier lugar." Ford piensa un poco y dice, -"Yo quiero estar junto a Dios un poco." Entonces San Pedro pide a un ángel que acompañe a Ford a la sala del Todopoderoso.
Ford entra en la sala y le pregunta a Dios con reverencia.
-"Señor Todopoderoso, cuando inventaste a la mujer, en qué pensabas?
Dios pregunta:
-"Qué quieres decir con esto?"
-Bueno, dice Ford, -"tenes grandes problemas en el proyecto de tu invención:
1. No existe ningún modelo gasolero...
2. Hace mucho ruido cuando se recalienta.
3. El mantenimiento es extremadamente caro.
4. Necesita constantemente de repintura.
5. Tiene que quedarse en el garaje 5 días de cada 28.
6. La cañería se tapa y es necesario anularle algunos tramos...
7. Antes del primer tercio de su vida útil, se le caen los paragolpes delanteros y el trasero.
8. El tapizado se cuartea a los pocos kilómetros...
9. El consumo de combustible es asombroso
10. Es muy lento comparado con el otro modelo que hiciste. Y éstos son sólo algunos de los problemas.
-"Hmmm. ", responde Dios, -"aguarda un minuto".
Dios va para la Supercomputadora Celestial, cliquea un icono de la pantalla y aguarda...
Casi instantáneamente aparece un listado. Dios lee el informe, se da vuelta hacia Ford y le dice:
-"Puede ser que mi proyecto tenga problemas como vos decís pero, en este preciso momento, hay más hombres subidos a mi invención que a la tuya".