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N ° 37/2000

Buenos Aires, octubre 30 de 2000.-

BUENAS PERO INSUFICIENTES

Las tibias medidas impositivas anunciadas por el Ministro José Luis Machinea el pasado lunes han sido tímidas, pero al menos esta vez van en el sentido correcto. Ahora cabe aclarar que solo medidas tributarias no sirven, hay que bajar el gasto público.

También estas medidas sirven para analizar cual es el sistema de toma de decisiones de la dirigencia política argentina. Este mismo José Luis Machinea que hoy anuncia que bajará un poquito algunos impuestos es él mismo que los subió en forma brutal hace menos de diez meses. Cambio de rumbo en forma tímida, gradualista, que requiere también un ejercicio de autocrítica y castigo a los “responsables” del impuestazo.

¿Como puede aceptarse un giro de 180° sin explicaciones, ni asunción de responsabilidades de sus autores?

La única y archí repetida explicación del gobierno ha sido “el déficit que nos dejo la administración Menem”. Falsa explicación porque el déficit del año 2000 es todo de la Alianza. Por lo tanto los impuestos fueron aumentados para financiar un gasto público que no bajaron.

Pero en cualquier caso si Machinea toma este rumbo necesitará que los políticos acompañen reduciendo el gasto público y ello por lo tímido de las medidas anunciadas. Porque una reducción de impuestos reactivadora debería ser más audaz y fuerte, esta tibieza solo alcanza como una esperanza que Machinea reconozca su “error de origen”.

      En cuanto a la reducción del gasto público es bastante difícil que los políticos la apoyen salvo que vean un estallido social en puertas, porque para ellos el gasto público es su negocio, su actividad. No se trata de un juicio disvalioso, sino una visión realista de gestión pública estatal.

      Finalmente para un gobierno que habla de reactivación los números del crédito son casi más terminantes que los fiscales. Este año 2000 el crédito financiero al sector privado cayo un 4,3%, mientras que el dirigido al sector estatal creció un 31%. En otras palabras el gobierno está matando el mercado crediticio del sector privado también.

 

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