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N ° 30/2000

Buenos Aires, septiembre 11 de 2000.-

FALTANDO A SUS DEBERES

      Desde que estallo la crisis de los presuntos sobornos a Senadores Nacionales por parte del gobierno al que pertenece Carlos Chacho Álvarez, este ha amenazado en forma reiterada que no ha de presidir las sesiones del Senado si no renuncian algunos senadores, cambian autoridades, etc.

      El único deber que la Constitución de la Nación que juro cumplir hace solo 10 meses le impone al Vicepresidente es justamente tocar la campanilla en el Senado. Lo cual el Chacho hizo muy eficientemente cuando se trató la ley laboral que desato el escándalo. A tal punto que desarrolló la sesión sin siquiera darle copia de los dictámenes de la comisión a los senadores para que supieran que estaban votando.

      La sola pretensión expresada por el Chacho Álvarez es una muestra más de su irresponsabilidad. Pretende ser un ñoqui de lujo, porque quiere despacho, asesores, custodia, auto oficial, etc.

      Lo que me ha llevado a hacerme una pregunta inevitable ¿Cuándo trabaja este señor? A la mañana atiende movileros, después habla por teléfono con cuanta radio complaciente lo llame (no deben hacer preguntas incómodas como por ejemplo Eduardo Feinmann porque el Chacho les corta) Después si le queda algún tiempo empieza a bajar línea a periodistas de diarios y revistas. Por la tarde atiende radios complacientes nuevamente, graba para algún programa de televisión diferido, noticieros y por la noche va a un programa en vivo.

      No trabaja, pero tampoco parece querer trabajar.

 

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