N ° 29/2000
Buenos Aires,septiembre 04 de 2000.-
En su famoso libro ‘1984’, George Orwell relata como el estado crea un lenguaje tendiente a controlar la verdad y poder manipularla. Ese lenguaje se llama “Neohabla”. En ese idioma blanco es negro, paz es guerra, amor es odio. Leyendo diarios argentinas, oyendo radios y viendo televisión, siguiendo al gobierno y sus partidarios creo que el Neohabla se ha adueñado de nuestra vida.
Hace pocas semanas el Presidente de la Nación, don Fernando VIII, recibió de manos de su entenada política Cecilia Lewinsky Felgueras y Horacio Rodríguez Larreta un informe de gestión de la Intervención del Pami que detallaba como habían ahorrado dinero y “saneado” dicho instituto.
Para engrandecer el momento don Fernando de la Duda dijo sin titubeos que ahora el Pami era una caja de transparencia.
Extraña reflexión la de nuestro Presidente y sus dos funcionarios que creen que ahorro es no pagar. Pero siguiendo la idea de la transparencia debemos entender entonces que los no pagos por los cuales se están cortando servicios en forma permanente deben obedecer a otras razones.
¿Tal vez no pagan porqué son servicios contratados por el directorio durante la gestión presidida por Víctor Alderete? No parece ser por ello ya que son contratos renovados en forma directa por la Intervención de la Alianza. Tampoco puede ser porque no existieron las prestaciones, ya que los reclamos tienen seis de meses de mora.
Solo puede obedecer a dos razones. Una que es la típica, problemas de caja, y la segunda menos transparente pero más coherente con los pliegos actuales de contrataciones, que sería debilitar a los prestadores que han venido financiando al Pami con la mora de este para que sean reemplazados por nuevos prestadores más amigos.
Como Felgueras y Rodríguez Larreta sostienen tener sus cuentas al día y no estar generando deuda, deberíamos entender que están ahorcando deliberadamente a los prestadores para quitarles su negocio.
Una forma menos visible de hacer negocios, pero que de ser cierta demuestra la corrupción sistémica de la gestión pública de quienes creen en la Tercera Vía.
El Grupo Pravda y sus acólitos se limitan a publicar solicitadas, que cobran y no pueden negarse por tanto a publicarlas, pero no dicen nada del reiterado corte de servicios que sufren los socios del Pami.
Avanzando con la transparencia la Intervención recreo las UPI (Unidades de prestación independientes), ahora llamadas UGP (unidades de gestión prestacional) Estas figuras jurídicas sui generis carecen de patrimonio cierto por lo cual cuando dejan de pagar a los prestadores el Pami debe enfrentar juicios que invariablemente pierde y lo hacen pagar nuevamente los servicios pagados a las UGP.
¿Qué rol ocupan las UGP? El mismo que tenían las “gerenciadoras” (aunque estas eran sociedades comerciales con patrimonio) El Pami las contrata a las UGP, les paga una cápita y estas a su vez subcontratan a los “prestadores”. Como las UGP les pagan muy poco según dicen los prestadores o basándose en ser los tercerizadores del Pami les ofrecen muy poco cortan servicios.
¿Está mal tercerizar y unificar las prestaciones en pocos prestadores, llámense UGP o gerenciadoras? No. Pero si no está mal para la Alianza tampoco podía estarlo mal para la gestión del directorio de Alderete.
¿Porqué entonces tantas denuncias? ¿Porqué tantas promesas de cambio?
Si al final gestionan del mismo modo. Solo el Neohabla permite explicar esto, porque como en 1984 nuestra política y discurso de ayer pueden ser modificados 180° y justificados moralmente para que los ciudadanos nos sigan apoyando. Lo de ayer como lo de hoy es solo una forma de manipulación.
La Alianza, y en especial su campeón de la Neohabla, Chacho Álvarez, se cansó de denunciar las tercerizaciones en el Pami. Prueba que solo eran una campaña difamatoria es que hoy repiten el modelo. Lo mismo sucedió con la Ley de Convertibilidad, se opusieron, la atacaron por años y ahora nos explican lo buena que es. Con las privatizaciones pasa lo mismo, el caso prototípico será ENTEL porque dijeron de todo, pero en el dictamen de la Comisión Bicameral a favor de la desregulación regulada la elogiaron.
Pero la frutilla del postre de la “transparencia” de Felgueras y Rodríguez Larreta en el Pami son los pliegos de licitación que están utilizando. En ellos se fija que los oferentes deberán alcanzar un puntaje mínimo en la calificación para poder ser considerada su oferta económica.
Las licitaciones actuales del Pami son un dibujo, un cúmulo de disimulos y ardides para realizar contrataciones directas camufladas.
Como resguardo de la “transparencia” el puntaje mínimo es guardado en un sobre cerrado y lacrado en la SIGEN. Si el objetivo fuera la transparencia lo obvio sería que el puntaje mínimo fuera explicitado a los interesados previamente.
Lamentablemente existe una trampa adicional, ni el sistema de puntuación, ni los criterios de aplicación y comparación son expresados o se les permite a los oferentes conocerlos. Ni siquiera los ponen en el sobre depositado en la SIGEN, con lo cual el criterio de selección es absolutamente cerrado, secreto y discrecional.
Esa es la transparencia para Fernando de la Duda, Cecilia Lewinsky Felgueras y Horacio ’Bruto’ Rodríguez Larreta. Para ellos sistema de puntuación y selección secreta es transparencia, claro que ellos hablan otro lenguaje, llamado Neohabla.