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N ° 27/2000

Buenos Aires, agosto 21 de 2000.-

MEJOREN LA ONDA

      Toda la inteligencia gubernamental está concentrada en hacernos mejorar la ‘onda’, no se trata que nos robaron dineros con impuestos retroactivos, ni aumentos de impuestos, de anticipos de impuestos, ni que a muchos empleados públicos les rebajaron sus sueldos. Para ellos se trata de la incomprensión nuestra o de un “golpe del mercado” para los más socialistas del gobierno.

      Es una constante que los gobiernos crean que los ciudadanos somos inteligentes para comprender sus promesas, pero tontos a la hora de comprender su gestión administrativa.

      Algunos menos marketineros que el grupo Sushi que encabezan los hijos del Presidente de la Duda, se lanzaron a acusar al mercado y a sus operadores de querer imponer reglas, condiciones y torcerle la mano al gobierno popular de la Alianza. Encabezando este lote de irresponsables se hallan nada menos que el ex presidente Raúl Alfonsín y el Senador Leopoldo “Marciano” Moreau.

      Estos dos personajes del socialismo vernáculo olvidan el ahorro forzoso, el desagio, el cambio de moneda por decreto, las devaluaciones y veintinueve tipos de cambio, el traslado de la Capital a Viedma, el misil Cóndor II, etc. Actos irresponsables que fueron golpes contra la gente y han costado miles de millones de dólares en fuga de capitales, en capitales que no vienen por temor a que se repitan esas normas confiscatorias, en tener que pagar altísimos impuestos para sostener sueños fundacionales y demenciales de los reyezuelos de turno, aunque sena votados y los llamemos presidentes.

      Siempre que escuchó a Raúl Alfonsín me detengo a pensar porque actuad como si él fuera el presidente electo en 1999, porque hasta donde recuerdo es el presidente que deserto de su cargo y de hacerse responsable de su desastre, renunciando seis meses antes de finalizar su mandato. Que pocos meses después reconoció “que no supo, ni quiso, ni pudo”.

      Por sus declaraciones actuales sabemos que sigue sin entender, sin saber y sin poder.

      Alfonsín sigue hablando de la deuda externa ignorando que en realidad es la deuda pública, que muchos de los acreedores son los propios argentinos a quienes él quebró y defraudo son su economía de guerra. La mayor parte de la deuda pública viene de pagar los juicios y deudas que dejo el gobierno de Alfonsín, de pagar jubilaciones que antes se licuaban con inflación.

      Aunque suene duro esa deuda y el gasto público podrían ser menores, pero no existen políticos que se animen a decir que no han de pagar las jubilaciones que prometieron con leyes demagógicas, que se pagan a quienes no aportaron, etc.

      En cuanto a atribuirle a de Santibañes maquinaciones para provocar la renuncia del Ministro Machinea, nunca olvidado Presidente del Banco Central con Alfonsín, este vuelve a equivocarse. Que Broda sea quien habla mal de Machinea en forma pública y su ex socio sea Director de la $IDE es tan cierto como que Gustavo Popik, segundo de la Fundación Gobierno y Sociedad que preside el mismo Broda es Secretario de Terragno.

      ¿Porqué atribuirle maquinaciones a de Santibañes y no a Terragno? Sólo porque de Santibañes está más cerca de las ideas capitalistas y egreso de una universidad norteamericana mientras Terragno se halla ligado a la socialdemocracia francesa.

      El otro inefable irresponsable es el Senador Leopoldo Marciano Moreau, quien merece ese apodo no por su aspecto sino por el lugar donde deberíamos mandarlo a experimentar sus ideas. La semana pasada en un encuentro de militantes de su movimiento interno realizado en el Club El Porvenir afirmó “con un partido fuerte y un estado fuerte vamos a combatir a los que hoy pretenden enrarecer el clima en la Argentina.”

      Partido fuerte y estado fuerte para combatir a quienes piensen distinto y hagan oposición podría decirse. Podría seguirse el pensamiento hasta la última consecuencia y darnos cuenta que esa frase podría haber sido expresada por Lenin, Stalin, Fidel Castro, Daniel Ortega, Mao Tse Tung, etc.

      También Moreau se halla embarcado en acusar la existencia de “un golpe del mercado”. Ignorando que el “mercado” son los millones de voluntades manifestados libremente en transacciones individuales. No se trata de una conspiración sino de una reacción en defensa de la propiedad que aun no pueden robarnos en forma abierta. El único golpe contra la economía ha sido el impuestazo, los gastos innecesarios y repetidos de los políticos para aumentar su poder personal, con el cual acumularán aun más poder.

      Para establecer la legitimidad de afirmaciones tan diversas como las de Moreau y las mías se puede hacer una prueba sencilla. Que el pago de los impuestos provenga de una decisión voluntaria y no coercitiva del estado, que seamos los ciudadanos con nuestra libre voluntad individual los que paguemos los recitales, políticas activas, etc. de estos políticos. Que se atengan al mercado en verdad como hacemos todos en nuestra vida diaria, que los cargos públicos sean honorarios y sean los votantes que voluntariamente quieran quienes les paguen un sueldo medido por productividad.

      Pero si además dejan de tratarnos de tontos, si dejan de mentirnos, van a ver que fácil cambia la onda de los ciudadanos y empresarios, claro que la mala onda van a tenerla muchos políticos que deberán ponerse a trabajar en serio y pagarían sus errores con la pobreza que están imponiendo al pueblo.

 

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