N ° 27/2000
Buenos Aires, agosto 21 de 2000.-
Un hombre creyente (es protestante) va a su iglesia y le pregunta al padre.
Reverendo ¿es justo que un hombre lucre con el error de otro?
No hijo, no debes hacerlo.
En ese caso Usted me debe los cien dólares que me cobro en julio pasado por casarme.