N ° 26/2000
Buenos Aires, agosto 14 de 2000.-
Casi nadie ignora la dura y ruidosa pugna de los empresarios Eduardo Eurnekian y Juan Navarro en torno de los negocios dentro de los aeropuertos. A ello se suma que Juan Navarro está cerca de cumplir el sueño del fallecido Alfredo Yabran a quien le compro sus empresas de postales, y de free shop y depósitos fiscales aduaneros en Ezeiza, ahora está también por quedarse con el Correo Argentino.
La presencia del grupo Exxel en los free shops y depósitos fiscales (Edcadasa) son un importante problema para el grupo de Eurnekian, al cual se sumo que Juan Navarro para fortalecer su posición adquirió parte del paquete accionario de Aeropuertos 2000.
La fusión de Oca con el Correo Argentino podría no ser monopólica, pero extraña la actuación y silencio de algunos políticos. En primer lugar de los Diputados Domingo Cavallo y Juan Pablo Cafiero (Frepaso) quienes denunciaban que semejante concentración de poder empresarial era permitir un estado dentro del estado, que solo podía estar encaminada a encubrir negocios non sanctos. La concentración de esos negocios por el Grupo Exxel está a un paso de concretarse y estos permanecen callados. Este silencio resulta cuando menos sospechoso, parecería que las anteriores denuncias sólo obedecían a una competencia empresarial o comercial con Alfredo Yabran.
Pero más extraña aún es la actitud del Presidente de la Duda, que esta vez no vaciló en designar un “amigable componedor” que ni Eurnekian, ni Navarro pidieron. El empresario Gerardo Cartellone se hizo cargo de la designación presidencial y convocó a ambos a su domicilio particular para buscar una solución a las diferencias entre ambos empresarios.
¿Porqué el presidente se mete en un pleito privado? ¿Con qué autoridad y motivaciones interviene? ¿De qué forma fueron invitados (o apretados) dos enemigos acérrimos para aceptar la mediación?
Preguntas obvias que Clarín calló al dar la noticia. Esta mediación huele muy mal.