N ° 24/2000
Buenos Aires, julio 31 de 2000.-
Hace algunas semanas la Cheka vernácula fue puesta al descubierto por Luis Moreno Ocampo, por lo cual rápidamente el gobierno comenzó el lifting de la Oficina de Persecuciones y Encubrimientos. Ahora la OA han lanzado un peligroso y estremecedor mensaje a sus camaradas, igual que hacía la Cheka y su sucesora la KGB.
El mecanismo de intimidación es sencillo se abren investigaciones por las “negociaciones incompatibles” de algunos funcionarios. Estos en vista de la experiencia de Alderete, María Julia, Mayorga, Sofovich, Roque Fernández, etc., ya saben que los tienen “agarrados”. Desde ahora durarán solo el tiempo que la OA quiera, serán usados y cuando ya no convengan se los podrá denunciar para largar lastre o asaltar el poder.
Como todo sistema de opresión más tarde o más temprano el mismo comienza comerse a los propios camaradas cuando estos no se presten al proyecto de hegemonización del poder. Así sucedieron en la URSS y sus países satélites, sucede en la Cuba de Fidel Castro, o sucedía en el Tercer Reich.
Los blancos elegidos son aquellos cercanos a posturas liberales, conservadoras o la mismo Fernando de la Rua, jamás alguna progresista vinculado con Raúl Alfonsín o el Chacho Álvarez. La OA está evidenciando ser un instrumento de asalto al poder, es así por naturaleza y definición. Hasta el caso Tonietto muestra como solo ante el escándalo tomaron intervención para sacrificar al pariente de la competidora interna del Chacho Álvarez, Graciela Fernández Meijide.
La difusión de estar investigando a 46 funcionarios es una forma de quemarlos, advertirlos, para así controlarlos o inmovilizarlos. Es una amenaza sobre su buen nombre y honor. Basta hacer saber que se esta bajo investigación de esta Checa o Comité de Salvación Pública, llamado Oficina Anticorrupción para quedar bajo la sospecha pública.
Si la investigación comprueba la existencia de negociaciones incompatibles con la función pública, lo cual es un delito no una falta ética, pero no denuncia actúa en forma tal que se convierte en dueño de la voluntad de los investigados.
Si el Presidente de la Rua en algún momento credo que la Oficina de Encubrimientos y Persecuciones serviría para combatir la corrupción administrativa ya no debe llamarse a engaño, se trata de una Checa que como toda hidra de muchas cabezas termina solo respondiendo a sí misma.
Cada nueva noticia sobre la OA no hace más que confirmar su siniestra naturaleza y perversos fines de amedrentar a disidentes, perseguir adversarios (internos y de otros partidos), coaccionar proveedores del estado, etc.
Sus juicios valorativos son los que convierten a este organismo en una comisión especial destinada a proteger a los elegidos y perseguir a quienes se atrevan a disentir.
Para ello siguen la inmoral enseñanza de Dick Morris “hay que golpear al enemigo elegido mientras se muestra a la sociedad la mayor cara de inocencia posible. Es la mejor manera de ganar con el contraste”. Creo que ya todos sabemos que la OA es el paradigma de este hipócrita proceder. Mientras se genera y alimenta el culto de odio por los enemigos elegidos ellos pretenden ser los asépticos y honestos
A tal punto que con su clac periodística progresista se empeñan en destruir a cualquiera que se atreva a denunciar la perversa metodología y naturaleza de la Oficina Anticorrupción. Veamos el caso de Luis Moreno Ocampo a quien rápidamente los multimedios convirtieron en nadie y censuraron sus denuncias sin contemplación alguna.
Ante el rápido desprestigio que se cierne sobre el instrumento de opresión han comenzado un operativo de lifting que consiste en atacar al ala no progresista del gobierno. Solo devoran algunos camaradas para disimular su asalto al poder.