N ° 19/2000
Buenos Aires, junio 20 de 2000.-
Por cierto ante la difusión que su hijo Aíto había compartido su sueños con Darío Lopérfido, inmediatamente armaron una invitación a la modelo Juan del Carril para que acompañara a Aito a ver el Gran Premio de Fórmula 1 de Canadá en Montreal. Para chicos que viven con una mensualidad paterna y su madre no trabaja parece que gastan algo más de U$ 450 por fin de semana en Miami y Bariloche. Y sino que Lopérfido sea Ministro de Economía porque al menos es un mago explicando.
Pero mientras Aíto con tan poca imaginación disimulaba en Montreal con otra mujer del jet set, al mejor estilo que tanto criticaron de Menem, la usina oficialista difundía que la primera dama se negaba a comprar dos remeras para sus hijos porque a U$ 38 eran muy caras. Claro que ahorra en las remeras de sus hijos porque por ejemplo las camisas de LyU (donde ella se viste) cuestan más de U$ 300, ni hablemos de vestidos y conjuntos.
Tanta ostentación de pretendida austeridad es un cachetazo, una burla que indigna.