N ° 18/2000
Buenos Aires, junio 12 de 2000.-
A solo unos días de hacerse la colecta anual de Caritas, que fue ayer, su presidente, el Obispo de San Isidro, Jorge Casaretto expresó que “cuando una persona se viene a confesar y dice que no paga los impuestos lo consideramos un pecado”. Si esos son los pensamientos del presidente de Caritas tengo por seguro en que colectas no he de contribuir.
Cualquiera podría imaginar que si lo dice un obispo es verdad, pero no es así. Casaretto miente y lo hace a sabiendas, eso sí es pecado. Porque los impuestos para darle a otros parte de nuestra propiedad son un robo. Entre los 10 mandamientos también se ordena “no robarás” por lo tanto pagar impuestos confiscatorios es aceptar la violación de un mandamiento. Sino pagara impuestos jamás lo confesaría a un cura, no hay porque confesar un acto de resistencia cívica justo.
La Iglesia y sus obispos deberían alentar el respeto de la propiedad privada, no intentar convencernos que no pagar impuestos es un pecado. Aunque más no fuera por marketing, porque se si van contra la resistencia natural de los ciudadanos a pagar impuestos y se asocian con el poder opresor del estado pronto perderán feligreses, además que nadie saldrá a defenderlos cuando el estado quiera confiscarles sus propiedades.
Si a Dios lo que es de Dios, y al César lo que es del César, que Casaretto se abstenga de opinar y confundir el no pagar impuestos con el pecado, y la pobreza material con la pobreza bíblica. Lo importante es que hace cada persona con su dinero, porque es el sector privado quien asigna en forma eficiente los recursos. Los impuestos que Casaretto defiende son un robo que trae más pobreza..
Ya que no saben economía muchos obispos deberían abstenerse de opinar sobre ella, mucho más cuando opinan sobre el dinero de otros. Pero como la Iglesia Católica ha expresado tantos arrepentimientos en estos tiempos mejor que confundir al pueblo con mentiras sería que pidan perdón por la muerte y el odio que generaron con su Teología de la Liberación.