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N ° 16/2000

Buenos Aires, mayo 29 de 2000.-

IMPUESTOS Y EVASION 

EL DELITO INCONSTITUCIONAL

      Desde hace años en la Argentina se está desarrollando una nueva caza de brujas, una persecución y manipulación de odios hacia otros ciudadanos. No se trata de alguna xenofobia, ni odio racial o religioso, sino de una persecución pseudo moralista contra los “evasores de impuestos”.

      En algún momento Carlos Tacchi dijo que “iba a hacer mierda a los evasores”, todos comprendimos el mensaje y en especial porque esa frase es parte de nuestro folklore. Pero esta semana el ineficiente Carlos Silvani se paso de la raya. Sus palabras fueron dignas de nazis hablando sobre judíos, dignas de horror y castigo. Sin embargo ni renunció, ni fue despedido.

Silvani dijo “me gustaría colgar a un evasor. Físicamente, sí, sí. ¿Qué le parece raro? Sería lindo, una cadenita, tric, tric, colgarlo”. Silvani más tarde intento borrar su atroz mensaje diciendo que era una broma.

Pero no era una broma. Porque en el reportaje siguió con el comentario “Yo estaba en China cuando mataron a 26 personas porque hacían facturas truchas, así que me encantaría, por esos instintos un poco criminales que uno tiene adentro”

      En primer lugar no es tolerable tener un funcionario con instintos criminales reconocidos por él mismo. Como ciudadano quisiera verlo echado a patadas en el trasero, explicando porque hace un año pago viáticos a su secretaria a Washington que viajaba al casamiento de la hija del funcionario.

      Que Silvani explique sus cuentas de viáticos y gastos de representación sería bastante mejor para ver si queremos pagar impuestos destinados a ellos. Para los que no lo saben y les preocupa el gasto público, los sueldos de legisladores, etc. dicen las fuentes de la Dirección de Gángsteres Impositivos (DGI) que la retribución total de Silvani supera los U$ 40.000 mensuales, algunos la sitúan más cerca de los 60 mil.

      Pero la frase de Silvani me lleva al fondo de la cuestión acerca de la naturaleza y las razones del delito de evasión fiscal.

      La primera cuestión es aquella que ya señalara Adam Smith acerca que el delito de evasión no existía ya que los ciudadanos eran instigados a evadir por el propio estado al fijar elevados impuestos. Este razonamiento convierte en partícipes necesarios a los legisladores y demás funcionarios que fijan impuestos muy altos.

      Por otro lado el estado crea y fija los impuestos. También convierte en delito él no pagarlos. Los fiscales y jueces son funcionarios del mismo estado que se financia con esos impuestos. Por lo tanto no existe garantía de defensa en juicio, ni separación de poderes posible que permita asegurar a un “evasor” un juicio justo e imparcial.

      Veamos el caso del impuesto a las ganancias en especial. Los jueces no lo pagan. Es inconstitucional y los jueces lo han justificado como un impuesto de emergencia excepcional y por tiempo determinado. Ya lleva 65 años de su primera sanción. ¿Puede alguien sostener con verdad que evadir un impuesto inconstitucional es un delito? ¿Puede alguien sancionar como delito evadir un impuesto inconstitucional?

      ¡NO!, Mil veces no.

      Los únicos delincuentes son quienes violan el derecho de propiedad y la Constitución que juraron cumplir y hacer cumplir. Jueces primero que nadie, legisladores luego y demás funcionarios implicados en este robo a millones de ciudadanos y empresas.

      Ello sin entrar en revisar que los gastos que intentan justificar esos impuestos también son inconstitucionales y ajenos a las funciones del estado, mientras la seguridad interior y justicia no son mantenidas.

      Mientras tanto en la Florida Tax Watch, una organización no gubernamental, ha reclamado la rebaja de impuestos y el veto de por lo menos U$ 222 millones del presupuesto 2000 por ser gastos ajenos a las funciones del estado. En su estudio objeta 281 proyectos derrochadores. El presupuesto de la Florida es de U$ 51.000 millones por año.

      Aquí mientras Silvani nos quiere colgar por resistir a la opresión expresada modernamente por impuestos injustos, inmorales e inconstitucionales, la misma AFIP no paga en término los reintegros de impuestos, obliga a los contribuyentes a bancarizarse generando una injustificable renta a favor del sistema financiero.

Por todo eso la evasión no es un delito, ni puede serlo. No puede ser que sean los legisladores, funcionarios, jueces y fiscales, quienes sancionan una ley estableciéndola como delito, quienes son claramente juez y parte. Esto viola los derechos fundamentales de los ciudadanos y todo por razones de estado, que son la negación de los derechos de las personas.

Hace ya más de 400 años en Inglaterra se cristalizó un principio básico del derecho constitucional y democrático. Fue cuando el Juez Coke que figura entre los fundadores del Common Law sentenció que “nadie puede ser juez y parte al mismo tiempo, porque entonces no hay justicia”. El caso se llama Bomhan vs. Real Colegio Médico de Londres. Ese principio aún es válido, y más aún cuando aquellos que deberían servirnos usan el mandato que les hemos dado para perseguirnos.

 

 

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