N ° 15/2000
Buenos Aires, mayo 22 de 2000.-
Por mucho que se afanen en negarlo y disimular Malhechor Posse anunció un aumento para algunos jubilados, para desmentirlo pocas horas después porque el anuncio había sido un acto de ‘voluntarismo’. Esas fueron las palabras con las cuales se explicó la marcha atrás del aumento.
Los ahorros que Posse pretendía usar para esos aumentos es el proveniente de la muerte de otros jubilados y pensionados. Claro que el ANSES tiene un rojo, o déficit, de U$ 8.000 millones por año que pagamos todos los demás. En otras palabras para cubrir los no aportes de millones de jubilados en la Argentina cada año se debe cobrar impuestos, o endeudarnos, por esa cifra.
Lo lógico es que con el paso de la vida los jubilados que originan ese monumental déficit presupuestario irán muriendo y como los nuevos jubilados estarán en el sistema de capitalización esa montaña de dinero ya no deberá sernos robada a los argentinos.
Pero si los políticos cada año consideraran que existe ahorro por las muertes de jubilados y que la asistencia del Tesoro Nacional al Anses debe mantenerse es esos niveles, la dramática situación se mantendrá sin solución. Si el monto global de jubilaciones y pensiones a pagar por el Anses baja por la causa natural de las muertes, no hay un ahorro, sino que cesa una obligación de pago. Por lo tanto Machinea tiene razón al oponerse a la política voluntarista de Posse.
Ahora que luego del anuncio y la desmentida del aumento a los jubilados, Malhechor Posse recibió muchos apoyos de legisladores y otros dirigentes de la Alianza. Muchos se lanzaron a criticar el supuesto giro a la derecha, o hacia el neoliberalismo, de Machinea lo cual demuestra su ignorancia acerca de que es el liberalismo y la falta de memoria ya que el propio José Luis Machinea se autodefinio hace poco tiempo como un keynesiano. Por eso su plan fracasa porque el keynesianismo es un error intelectual. Pero al fin los apoyos que recibió Malhechor Posse y las críticas a Machinea desnudan cuan lejos estamos de poder cambiar lo necesario en nuestro país.
Porque si los legisladores de la Alianza consideran a Machinea girando a la derecha, o al neoliberalismo, no quisiera imaginar que dirán frente a un programa realmente liberal, como requiere nuestra economía. Porque además esos legisladores dictan leyes voluntaristas, tanto como los anuncios de Malhechor Posse.
Finalmente como no podía dejar de suceder este acto de vodevil de baja calidad desnudó también la otra falsa moralidad de nuestros políticos, que en este caso encarnó el propio Presidente Fernando de la Rua. No le aceptaron la renuncia, ni lo despidieron a Malhechor Posse porque sino el presidente quedaba como el malo de la película que negaba el aumento a los jubilados.
En otras palabras para que el presidente no quede mal, disimulamos no echando al irresponsable voluntarista de Malhechor Posse. Claro que tal vez no lo echan porque ser voluntarista es la norma de este gobierno, y entonces Posse solo se equivocó al exhibir el voluntarismo, no por serlo.