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N ° 13/2000

Buenos Aires, mayo 08 de 2000.-

ELECCIONES Y LECCIONES

      Ayer domingo 7 de mayo por segunda vez los porteños votamos para elegir a nuestro intendente. Con la soberbia que caracteriza a la Alianza y a los porteños que le dieron mayoría cuando se estableció la constitución de la ciudad nuestro alcalde es más que los otros y lo llamamos Jefe de Gobierno.

      Mientras los políticos se llaman a festejar y reflexionar, el primer dato importante es que por lo menos un 25,6% no fue a votar. En un país donde el voto es obligatorio, en una ciudad donde todo está cerca, donde quedan pocas calles sin asfaltar (sí todavía Buenos Aires tiene calles de tierra) esa abstención señala que la primera fuerza política de la ciudad son quienes no votan por los partidos presentados.

      Luego viene los obvios análisis políticos, sobre el voto de la gente, el resultado y como Cavallo no le reconoció victoria total a Ibarra vino un escándalo.

      Quienes me conocen tal vez el domingo tarde en la noche comprendieron porque aun cuando reconozca la capacidad intelectual de Cavallo no puedo siquiera pensar en trabajar políticamente en su favor. Como a mí, a miles de liberales y conservadores, nos falta un líder. Un líder necesita también tener una dosis de tranquilidad ante el resultado electoral, Cavallo demostró carecer de ella. Esa actitud bien podría haberla usado cuando debatió en televisión, ahí debería haber denunciado la ineptitud de la Alianza para gobernar.

      Su enojo, necesario para detener el fraude en marcha, le ha hecho perder muchos votos para la segunda vuelta, Cavallo ha sido víctima de su verticalismo. Su forma de conducir su partido impide que exista un político que tenga lo que se debe tener para salir a denunciar y cuidar al candidato.

      Cavallo hace todo y nadie crece a su alrededor.

      Pero volviendo al enojo de Cavallo por el proceso de fraude, este ha sido tapado porque siempre el radicalismo ha denunciado el fraude electoral de otros para evitar que se vea el suyo. Como el colado que denuncia a otro que intenta colarse.

      Hacen fraude en las universidades, lo sufrimos en los años ’80 en UPAU. Cuando Hipólito Yrigoyen fue presidente intervino cuanta provincia con gobernador conservador pudo y luego hacían fraude al ‘normalizarlas’.

Sucede que siempre existirá esa actitud por la cual a unos se los condena sin pruebas y a los “progres” ni siquiera se acepta se los sospeche. Así el comunismo y los diversos socialismos, democracias populares, etc. han cometido las peores atrocidades y violaciones a los derechos de las personas sin que siquiera se acepte ello.

En 1992 cuando Fernando de la Rua volvía a ser candidato a Senador Nacional esa fue la única elección en la ciudad de Buenos Aires. El sistema, o software electoral, fue depositado ante la Secretaría Electoral Federal. Y fue probado por los representantes designados por la UCR. Esa negociación la realizaron Rafael Pascual y Enrique Olivera.

Cuando luego de cerrado el comicio una falla del sistema no permitía presentar la carga de datos a las pantallas periféricas los radicales armaron de inmediato un escándalo. Denunciaron fraude a sabiendas de su inexistencia, ya que la mayor parte de los funcionarios de la Dirección Nacional Electoral venían designados desde el gobierno de Alfonsín, porque tenían acceso al centro de cómputos. Solo por armarse esa imagen de víctimas.

Esta vez ellos detuvieron el sistema por 15 minutos, faltan ingresar miles de mesas, etc. Entonces señalan que la elección es dirigida por el Superior Tribunal de Justicia de la Ciudad, olvidando que los cinco jueces fueron designados por la Alianza. ¿O es que los jueces que ellos designan son independientes? ¿Creen que todos hemos olvidado el voto radical en defensa de Belluscio ante pruebas que harían parecer un bebe inocente a Branca?

Ellos no. ¿Y quien dice que ellos no? Ellos mismos, la cohorte de periodistas y empresas periodísticas que viven de favores del estado o de negocios que obtienen de él.

Para mí la Alianza es capaz de hacer fraude. Tanto como todos aquellos a quienes ellos acusan. Lo han hecho antes y no veo porque no lo podían hacerlo ahora. El mismo fraude que acusan que habría hecho Fujimori.

Después lanzaron de inmediato la campaña para presionar a Cavallo para que no haya segunda vuelta. El mejor argumento que encuentran es ahorrar dinero y pretenden que el culpable de ese gasto es Cavallo.

Trágica ironía que quienes se gastan millones y millones de dólares en recitales organizados por el Secretario de Propaganda Don Loperfido, donde mueren jóvenes electrocutados que la prensa “políticamente correcta” silencio rápidamente ahora quieran ahorrarnos algunos dineros.

La Constitución de la Ciudad de Buenos Aires fue sancionada con mayoría propia de la Alianza. El mecanismo electoral por el cual se gastará ese dinero lo pusieron ellos mismos.

Son unos inútiles para todo, empezando por como legislan. Solo el odio terrible de la mayor parte del periodismo hacia el justicialismo, y una complicidad escandalosa oculta lo mal que han gobernado. Y no solo lo oculta sino que pretenden responsabilizar de los errores de la Alianza a otros, en este caso a Cavallo.

Pues bien, Cavallo no es culpable del sistema electoral, fue y es la Alianza. Cavallo solo es responsable de no haber prometido reformar el bodrio llamado Constitución que esta ciudad padece. De no advertir que no hay posibilidad de hacer un buen gobierno sin derogarla.

Si a todos estos aliancistas les parece tan importante que Fujimori deba ir a una segunda vuelta cuando solo le faltaron 30.000 votos y hay en disputa más de 1.100.000 largos, no entiendo porque Ibarra no deba cumplir con la ley.

Claro que tal vez sea mi moral clásica y burguesa que me dice que todos somos iguales ante las leyes. Me olvido que ya no es así.

Además, puede suceder que muchos de quienes no fueron a votar esta vez lo hagan por Cavallo en 15 días. También puede que vuelva a llover y el yerno del Chacho Álvarez, Fatala no explique que dentro de 4 años más que ellos no administren el problema estará resuelto. O que Enrique Olivera diga que la señora con el agua sobre la cintura es un truco fotográfico. Total vive en Barrio Parque y anda en auto oficial. Y entonces se arrepientan otros más.

También puede suceder que los porteños apoyen a la Alianza en forma masiva dentro de 15 días. Es lo que según los propios análisis de ellos debería pasar. ¿O es que hicieron fraude y temen no poder repetirlo?

Un final para recordar a ese brillante político y economista cuyas campañas eran “mejor Jesús” y el dibujo de su rostro pretendía ser el de Jesucristo. Este Diputado Nacional de la UCR que pertenecía a la Junta Coordinadora Nacional, que estuvo a cargo de la Comisión de Presupuesto y Hacienda de Diputados durante el gobierno de Alfonsín, y fue su último ministro de hiperinflación en 1989 calificó a Cavallo como “un barra brava de la política”.

Un poco de razón tiene, pero habida cuenta de las conductas del radicalismo alfonsinista, del proyecto mesiánico del Tercer Movimiento Histórico por el que tanto trabajaron entre 1983 y 1989, le diría “mejor seguí callado”.

Sin perjuicio de todo lo dicho el único fraude imaginable es el tendiente a evitar la segunda vuelta, porque Ibarra ganó sin dudas.

Lo bueno de la elección es que ahora los organismos de control ya no los tendrá la Alianza que hasta ahora violando la Constitución que ellos mismos habían sancionado decía que la UCR gobernaba y el Frepaso controlaba ¿........? Se va la Ombuswoman Alicia Oliveira que pagaba con nuestros dineros, él de los impuestos, fianzas a delincuentes. Espero que la investiguen igual que la OA investiga a los demás.

 

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