N ° 12/2000
Buenos Aires, mayo 01 de 2000.-
(Luis Mario es un prestigioso escritor y poeta cubano, exiliado en Miami), por cortesía de Aldo Camarotta que me la envío desde Los Angeles.
Sr. Bill Clinton
Presidente de Estados Unidos de América
Dear Bill:
La presente es para agradecerle su valiosísima ayuda en relación con el caso del niño Elian González. Yo sabía que, como en otras ocasiones, Ud. no podía fallarme. Aunque Ud. es presidente de Estados Unidos, país sede del capitalismo mundial y precursor de la globalización económica, es obvio que tiene una percepción especial y simpatía hacia la lucha de clases, que su alta investidura le impide tratar con toda franqueza. Y eso se vislumbra desde su juventud, porque no solo se negó a ir a pelear a Viet Nam, sino que fue a protestar por esa guerra anticomunista a la mismísima Unión Soviética. Claro que, desde que Ud. es presidente, ha tenido la oportunidad de colaborar con nosotros con más efectividad. La transferencia de tecnología nuclear a China comunista y su pasividad ante el espionaje chino son dignos y admirables ejemplos de internacionalismo proletario. En cuanto a Cuba, Ud. se ha enfrentado a los malagradecidos cubanos que huyen del país, y ha sido capaz de firmar con mi gobierno un acuerdo migratorio que le ha permitido detenerlos en alta mar, e inclusive en las aguas que pertenecen a la jurisdicción estadounidense, para devolverlos a la isla. Ese gasto colaboracionista es altamente apreciado por mí y por el Partido Comunista en pleno, que después de cuarenta años ha encontrado, al fin, un presidente de la patria de Washington que apoya firmemente nuestros intereses. Pero lo anterior es nada comparado con el envío de agentes federales de Inmigración con ametralladoras a sacar de Miami, por la fuerza y a las cinco de la mañana, al niño Elian. Con esa acción no solo realiza usted otro gesto encomiable de solidaridad marxista, sino que su todopoderoso departamento de Inmigración imita felizmente a las antiguas Gestapo, la KGB y nuestras dignas Brigadas de Respuesta Rápida. Confieso que cuando ordené el derribo de las avionetas de Hermanos al Rescate Ud. me confundió un poco al firmar la Ley Helms-Burton, pero después me di cuenta de que fue una táctica suya! Usted es un genio!
Con presidentes anteriores tales como Lindon B. Jonshon, Ronald Reagan y George Bush, el gobierno cubano se cohibía de presentarle batalla a Estados Unidos. De haberse dado el caso de Elian durante cualquiera de esos gobiernos y aquí incluyo también el de Jimmy Carter – el niño hubiera seguido en Miami, y los pioneritos cubanos hubieran perdido una figura que, dentro de poco, empezará a aprender lecciones de marxismo y a odiar toda esa palabrería absurda que habla de democracia, libertad, derechos humanos, libre empresa, libertad de expresión, etc.
Gracias a Usted, señor presidente Clinton, dentro de poco el niño Elian González estará preparado para decirle al mundo por televisión cuánto desprecia la memoria de su madre, una traidora que lo sacó del país en una balsa para que viviera en una madriguera imperialista, rodeado de mafiosos políticos por todas partes, y aprendiendo a montar en bicicleta, patines y a tener otros artefactos capitalistas. Y, gracias también a Usted, rápidamente le quitaremos a Elian los improductivos y estúpidos deseos de jugar, y le aplicaremos el Artículo 5 de nuestro Código de la Niñez y la Juventud: “La Sociedad y el Estado velan para asegurarse de que todas las personas que se encuentres en contacto con un menor constituyan un ejemplo para el desarrollo de su formación comunista.”
Sin embargo, no sería justo, si en esta gratitud mía no incluyera a la Señorita Janet Reno, que tan fielmente ha cumplido sus obligaciones y ha seguido al pie de la letra – y con evidente placer- la decisión suya de arrancar a Elian de Miami, y preparar así las condiciones para su regreso a nuestro paraíso comunista.
Si la Reno fuera cubana sería mi brazo................ izquierdo.
Ahora solo queda, señor Presidente, que siguiendo Ud. sus valientes pasos de ayuda a Cuba y a su Partido Comunista, logre al fin que desaparezcan no solo la Ley de Ajuste Cubano, sino también el bloqueo económico, que muy poco me importaba cuando existía la Unión Soviética con su ayuda sustancial, pero que ahora si nos está haciendo mucho daño. De quitar ese bloqueo, imagínese Ud. cuantos hoteles, burdeles y hospitales fabricaríamos para los extranjeros, y cuánto dinero podríamos obtener de los turistas para seguir ayudando en lo posible a cuanto movimiento guerrillero trate de resolver, a tiro limpio, los problemas que ocasiona el maldito sistema democrático en el continente.
Créame, señor Presidente, que una de las cosas por las que más lamento la desaparición de la Unión Soviética, es porque me hubiera gustado pedir para Ud. la Medalla Lenin. En mi opinión, por su especial cargo ejecutivo que le ha permitido ofrecerle a Cuba tan valiosa cooperación, nadie merece ese honor más que Ud.
Su agradecido camarada y homólogo, Fidel Castro Ruz
N. de la R.: A fines de 1999 un grupo de pilotos de la Fuerza Aérea norteamericana que fueron prisioneros de guerra del régimen comunista de Vietnam del Norte reconoció como uno de sus torturadores a un cubano que es ministro de educación de Fidel Castro hoy. Esos pilotos que eran torturados e interrogados por los cubanos en Hanoi, deben recordar con cariño, al igual que miles de ex soldados norteamericanos que Jane Fonda visitaba Hanoi en apoyo al Vietcong sacándole fotos sentada en un cañón antiaéreo con un casco de soldado nortvienamita. Jane Fonda está entre las principales amistades del matrimonio Clinton.