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N ° 08/2000

Buenos Aires, abril 03 de 2000.-

MENTIRAS QUE MATAN II

EL CASO RICO

      De todo cuanto se le atribuyo a Rico en las crónicas lo único de gravedad, en caso de comprobarse, sería haber cobrado dinero por votar la reforma constitucional que permitió reelegirse gobernador a Eduardo Duhalde.

      Desde Rico sería una falta de ética política hacia sus votantes, sus afiliados. Pero no de un delito. Por el contrario sí sería, seguramente, un delito para Eduardo Duhalde que pagó la millonaria cifra denunciada. Ya que deberá explicar de donde salió semejante cantidad de dinero.

      Para mayor infortunio de Duhalde su esposa Hilda Chiche Duhalde justo salió a criticar los intentos reeleccionistas de Carlos Menem cuando resulta mucho más grave como habría obtenido la reelección como gobernador su marido.

      Igualmente ante tanta opinión “enjundiosa y moralista” contra Aldo Rico por sus errores cabe al menos preguntarse si se trata de igual forma los errores de otros políticos.

Cecilia “Lewinsky” Felgueras I: denunció miles de llamadas a un banco en Suiza realizadas por Víctor Alderete. Solo un día después se comprobó que la denuncia era falsa y la funcionaria ni siquiera pidió disculpas. Su error le fue “perdonado”, no existió un solo periodista que reclamara su renuncia ante el grosero error.

Cecilia “Blancanieves” Felgueras II: La Revista Veintidós denunció un grave caso de corrupción en los actos preparatorios de licitaciones del Pami que conduce la candidata. Luego la revista denunció que “habría apretado” al Director de la Oficina de Plomería y Persecuciones*, José Massoni para obtener el cierre de la investigación (lo que así sucedió rápidamente). Esta denuncia fue ratificada por el Director de la Sigen, Dr. Rafael Bielsa. Nadie le recrimino este nuevo “error” y el Presidente de la Nación la ungió como premio candidata a vicejefe de gobierno de Buenos Aires

José Massoni: cerro la investigación contra la intervención del Pami por las presiones aludidas. El periodismo silenció este brillante trabajo de plomero.

Rafael Bielsa: denuncio solo ante el periodismo las presiones que de buena fuente le constaban. Al periodismo ni siquiera se le ocurrió que si Massoni había actuado bien, Bielsa había cometido un error gruesísimo.

Aníbal Ibarra I: Su padre y hermano lograron cobrar para su “nuevo cliente” Ragnar Hagelin una indemnización en efectivo de U$ 700.000 justo la misma semana en que los Diputados de la Alianza aprobaban desconocer sentencias judiciales por reclamos de jubilados y pagarlas en bonos a 16 años. Al periodismo el caso le paso por arriba.

Aníbal Ibarra II: Lanzo una campaña publicitaria atribuyéndose que como fiscal había puesto presos a López Rega hasta su muerte, a Guglielminetti, a los “asesinos de Sivak”, a Aníbal Gordon que también murió preso, etc. A las pocas horas deben haber advertido que Guglielminetti había sido jefe de grupos de inteligencia alfonsinistas por lo que cambiaron el aviso. Días después un fiscal desmintió que hubiera tenido que ver con la detención de López Rega. La viuda de Sivak, Martha Oyhanarte desmintió su actuación en el esclarecimiento del secuestro y homicidio de su marido. Ningún periodista se encarnizó con semejante cadena de deliberadas mentiras.

      ¿Qué diferencia a Rico para ser tratado tan discriminatoriamente de esos y muchos otros políticos?

Rico es de derecha. A los políticos de derecha no se les perdona un error, ni un acto falto de ética, y se les exige hasta la transparencia de su vida privada y patrimonial. No pueden equivocarse en nada. Y si cometen más de un error, es un estilo de “patoterismo” y una escalada autoritaria.

La izquierda goza de impunidad total. No debe dar explicaciones, puede equivocarse, mentir, hacer “favores” a sus camaradas con dinero del pueblo. Todo está justificado porque ellos se han autodesignado “salvadores morales” de la humanidad. Son casi angelitos. Claro que para imponer su moral solo mataron algunas decenas de millones siguiendo a un dios pagano llamado Marxismo leninismo, Maoísmo, Castrismo, etc.

*Es la llamada Oficina Anticorrupción: Hace el trabajo sucio de cubrir a los funcionarios aliancistas y perseguir a los ex funcionarios para entretener al pueblo y respaldar la “política” de la Alianza UCR-Frepaso

 

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