Artículo

  Volver atrás

N ° 07/2000

Buenos Aires, marzo 27 de 2000.-

BLANCANIEVES NOS TOMA EL PELO

      A la hora de mentir Cecilia “Lewinsky” Felgueras no se rinde. Hace unos días con su soberbia habitual enfrentó a Jorge Lanata buscando demostrar que la revista Veintidós mentía sobre la corrupción de su gestión en el Pami.

      Tomándonos por tontos a todos afirmo que las licitaciones eran transparentes. ¿Será porque generalmente se sabe quien gana antes? Si Blancanieves realmente cree en su afirmación debe dejar todo cargo público por inepta.

Nada impide que las licitaciones sean arregladas, es un mito para la gilada o el pueblo que las licitaciones sea el mecanismo más transparente de contratación. Tanto en el sector público como en el privado las licitaciones suelen arreglarse.

Para agravar las mentiras Blancanieves Mala sentenció que sus “licitaciones” eran las más transparentes en 40 años del Pami. ¿Sabrá esta funcionaria de lujo que el Pami fue creado por ley en 1971, de donde saco 40 años de historia? Por otro lado su afirmación confirmaría a la vez la denuncia de Domingo Cavallo que en el Pami la peor corrupción sucedió desde 1983 a 1989. Gestión de sus correligionarios.

Desde su deslucida actuación con Lanata ha optado por bajar su perfil. Busca que se olvide la denuncia que Massoni tan servil y rápidamente tapo. Lanata le perdono la vida, diciéndole con desdén: Cecilia te creo sos una buena tipa, pero no te da el cuero para pelear con Nosiglia y Barrionuevo, vos los estás cubriendo”. Algo que Lanata jamás habría hecho con un funcionario del gobierno anterior.

      Y por fin intento nuestra Lewinsky vernácula negar que hubiera presionado al lavador de trapos sucios Aliancistas, José Massoni. Lamentable porque la presión sucedió frente a un periodista, y porque el mismo Director de la Sigen, Dr. Rafael Bielsa denunció las presiones sobre Massoni a cargo del Laverap aliancista, que con criterio orwelliano llaman Oficina Anticorrupción. Pero ya es la de Encubrimientos y Persecuciones.

 

  Volver atrás