N ° 04/2000
Buenos Aires, marzo 06 de 2000.-
Proporz es el nombre con el cual se conoce en Austria a un acuerdo que durante 50 años mantuvieron el SPD (Partido Social Demócrata) y el VPO (Partido Popular). Este acuerdo preveía el mecanismo de reparto de cargos y el manejo de la economía austríaca ampliamente socializada.
Austria es, fuera de los países escandinavos, en Europa la economía más socializada, sus tasas impositivas llegan en algunos casos al 80%. El sistema de subsidios y demás protecciones a los empresarios favorecidos por el régimen fomenta la corrupción y reduce el nivel de vida de los 8 millones de Austria.
El acuerdo del VPO con el FPO (Partido de la Libertad), de Heider motivo una ola de indignación impulsada por la falsa moral socialista en Europa. La verdad del asunto es que sus camaradas austríacos por primera vez en 50 años se quedaron sin el queso del reparto.
Heider señalo como los dos personajes políticos más siniestros de este siglo a Hitler y Stalin (reportaje de la revista Times). Heider tiene justamente la misma edad que tenía el Proporz, solo conoció ese modelo corrupto de gobierno. Un modelo que grava las ganancias de los ciudadanos austríacos con tasas del 80% para sostener ayuda social a extranjeros incluidos. Esa ayuda social pagada con tan altos impuestos fomenta los resentimientos y que muchos austríacos quieran, al igual que los ciudadanos de California, suspender la ayuda social a extranjeros.
La causa de esa xenofobia no es Heider, ni sus ideas, sino el modelo socialista y anticapitalista que enfrenta a diversos ciudadanos.
Pero esos mismos socialistas que tanto atacan a Heider olvidan que el movimiento hitlerista era “nacional socialista”, provenía del mismo socialismo. Que en sus coaliciones de gobierno en todo el Mundo tienen a comunistas, o a quienes pretenden ya no serlo. El comunismo que nació del Partido Social Demócrata Ruso tiene en su haber los genocidios de 62 millones de rusos bajo el dominio de Lenin y Stalin, más de 35 millones de chinos asesinados por Mao Tse Tung, los millones asesinados por Pol Pot, Vietnam del Norte y Corea del Norte, los miles de víctimas del sandinismo de Daniel Ortega y de Fidel Castro en Cuba..
¿Porqué ser un demagogo de derecha genera tanto revuelo y miedo al socialismo y su clac de medios e idiotas útiles? Porque pueden perder el queso, el poder. Porque el modelo de coalición hacia la derecha puede terminar con las coaliciones entre socialistas y comunistas que gobiernan muchos países.
No escapo a esta ola tampoco el clintonismo. Con su inmoralidad habitual Hillary Clinton condeno el supuesto racismo de Heider diciendo “intolerancia, extremismo y antisemitismo son inaceptables”. Mientras tanto se reúne con Al Sharton líder negro de la comunidad neoyorquina famoso por su intolerancia y antisemitismo.
Y el vocero del presidente Clinton expreso “democracia significa más que elecciones. También se trata de valores compartidos”. Con la implicación que sino compartimos los valores del huésped de turno en la Casa Blanca podríamos ser excluidos del mundo “políticamente aceptable”. Deberíamos, por las dudas, también empezar a pensar que el sexo oral es solo una relación impropia.
Esos mismos socialistas que para apoyar la coalición electoral del socialismo y el comunismo en España para el próximo domingo presionan desde Bruselas para que el gobierno de Aznar no baje impuestos, ni aumente las jubilaciones. Socialistas que se permiten usar el poder de organismos multilaterales, de desgobiernos comunitarios para atacar las libertades y el bienestar de quienes quieren votar por la derecha.
La Tercera Vía no quiere que le roben el ganado tan cuidadosamente encerrado en su corral durante las últimas décadas. Los intelectuales y los medios solo rechazan aquellas “tiranías” que no favorecen su agenda política. Aquellos gobiernos que rechazan la regulación de la vida económica y espiritual de sus pueblos.
El ejemplo de Heider y la nueva coalición austríaca no los asusta porque crean que Heider sea nazi (saben que es una mentira repetida con el estilo de Goebbels), sino porque pone en peligro los programas “mundiales y comunitarios” de los organismos multilaterales y supranacionales desde donde el socialismo atrincherado combate aquellos pueblos que han osado votar por la derecha.
Pero el camino elegido ha sido doblemente equivocado porque si alguna vez se reuniera una mayoría de derecha dura en esos mismos organismos los va expulsar con su mismo argumento, solo que por su íntima alianza con el comunismo y los Fidel Castro será plenamente justificada.