N ° 03/2000
Buenos Aires, febrero 28 de 2000.-
Ante el éxodo de empresas al Brasil el gobierno provincial de Carlos Ruckauf dispuso que la Provincia de Buenos Aires por 20 años no comprará bienes de esas empresas.
Anuncio de impacto para quienes no han tenido la suerte de saber, pero que demuestra la carencia de imaginación de nuestra dirigencia política. Brasil es la sexta economía del mundo, su mercado son casi 180 millones de habitantes, solo Sao Paulo tiene un mercado igual a toda la Argentina en número de habitantes.
La amenaza de Ruckauf hace temblar al Brasil, y no me imagino a los empresarios como están de preocupados por la amenaza, dejará de comprarles un estado que cada tanto se reconoce en quiebra y no paga sus deudas, los agobia con impuestos, no les da seguridad, ni salud y educación a las familias de sus empleados.
Ruckauf, y los políticos en general, deberían comenzar a revisar sus agendas, sus ideas, analizar los resultados de tanto impuesto y regulación, de haber abandonado las funciones esenciales del estado (seguridad interior y justicia) para meterlo a empresario, médico, docente, y hasta organizador de shows “culturales”, en todo lo cual han fracasado con las consecuencias que hoy sufre todo el país.
La respuesta al éxodo empresarial al Brasil y es más desregulación, menos impuestos y más integración con Brasil. A muchos esto los hará temblar, pero el año pasado Méjico tuvo superávit comercial con EEUU, y nosotros lo tuvimos con Brasil por varios años. La convertibilidad del peso no fue entonces un problema, pero desde entonces los impuestos no dejaron de subir.
Por otro lado la estructura impositiva argentina también está caduca, basta de coparticipación federal de los impuestos. La Constitución Nacional fija que impuestos puede cobrar la Nación y cuales las provincias, o somos un país federal o nos decidimos a que las provincias que no pueden auto administrarse vuelvan a ser territorios federales.
El período de mayor crecimiento de los EEUU y de sus industrias fue hasta antes de la Primera Guerra Mundial, no existían dos impuestos ni ganancias, ni sucesorios.
Él compre provincial lanzado por Ruckauf es solo propaganda. Medidas como esa no detendrán el éxodo empresarial a un país donde su estado además transfiere vía subsidios dinero de los ciudadanos a los empresarios. No se trata de recrear un estado que saca dineros a unos para dárselo a los empresarios amigos, sino simplemente de sacarnos un socio “forzoso” que solo impide desarrollar empresas con éxito.