N ° 02/2000
Buenos Aires, febrero 21 de 2000.-
Desde hace algunos meses el precio del petróleo en el mundo ha subido notablemente. Desde agosto a hoy los combustibles aumentaron un 30%. El gobierno nacional comenzó por amenazar a las compañías por maniobras monopólicas, después por abrir la importación, etc.
Por mucho que hagan si las petroleras locales quieren mantener su cuota del mercado bastaría con que bajaran los precios por algún tiempo para que cualquier importador se tragara el combustible importado.
Si del precio de un litro de nafta común en los surtidores la nafta costaba solo 8 (ocho) centavos según explico alguna vez Monti, presidente de YPF y por eso la baja del petróleo no incidía para la baja del precio al consumidor, tampoco debería incidir para una suba tan brusca.
Pero también hay que destacara que del precio actual al consumidor entre nafta, comercialización, y demás hay 35 centavos y el resto son impuestos. Por lo tanto la única verdad es que el verdadero culpable del precio de los combustibles es el gobierno nacional. Todos los anteriores y este que los subió, y encima para destinar esos altísimos impuestos a rentas generales.
Con los autos pasa lo mismo, subieron en diciembre los impuestos estableciendo un nuevo impuesto “interno” extra del 4 al 8%, según el caso. Resultado más del 50% del precio de un auto hoy son impuestos. Segundo resultado se proyecta una caída de ventas de automotores que en términos finales resultara en U$ 84 millones menos de recaudación para el estado.
Todos los caminos llevan al mismo punto, no puede pretender taparse agujeros fiscales con mayores impuestos. Para recaudar más hay que bajar impuestos. También hay que bajar el gasto público y hacerlo ahora, sino después pasa como en los EEUU donde como hay superávit fiscal mientras debaten si rebajan o no impuestos el gobierno federal sigue aumentando su gasto.
Por supuesto que para muchos ya es imposible bajar aún más el gasto público, pero con leer los diarios de la semana anterior nos enteramos que en lugar de privatizar Yacyretá ahora van a invertir más dinero en ella, van a construir la represa de Corpus y van a construir el “Condor III” por llamar de alguna manera al nuevo cohete que vamos a construir para lanzar satélites y ser soberanos.
Ya no quiero tocar los shows culturales y otros desaguisados, los tres ejemplos del párrafo anterior demuestran que el gasto público se puede cortar y se pueden bajar los impuestos.