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N ° 02/2000

Buenos Aires, febrero 21 de 2000.-

ARGENTINOS EN PERÚ Y UN PERUANO EN BUENOS AIRES

      Cuando hace algunos años los argentinos teníamos envidia de Chile porque venían y se “compraban las privatizaciones”, muchos decían que gracias a la transformación económica de Pinochet tenían algunos años de ventaja en el capitalismo.

      La semana pasada uno de los proyectos de privatización más ambiciosos del Perú, el complejo petrolero de Camisea tenía por oferentes a tres grupos encabezados por empresas argentinas. Empresas argentinas que hoy se expanden en otros países en silencio y casi sin difusión.

      Como en toda carrera solo hay un ganador, en Camisea ganó el consorcio encabezado por Pluspetrol.

      Hace muchos meses que algunos atacan a los inmigrantes de otros países latinoamericanos. A los peruanos por el caso de un delincuente detenido en un asalto se los atacó muy dura y exageradamente. Mientras ello sucedía el Embajador del Perú en nuestro país, don Hugo de Zela organizo junto al Banco de Boston una jornada llamada “Perú, un país en marcha”.

      En ese road show expusieron el programa de reformas económicas y las futuras privatizaciones. El Ministro de Industria, Turismo. Integración y Negociaciones Económicas Internacionales, don Cesar Luna Victoria y el Embajador de Zela hicieron brillantes exposiciones, salpicadas de esa cordialidad que tienen los peruanos, y destacaron que Camisea era el primer y más importante objetivo del programa de privatización.

      En aquel momento me pregunte si estaban haciendo la jornada en el país que debían o deberían haber ido a los EEUU, o a Europa. El tiempo le dio la razón al Embajador del Perú, Hugo de Zela.

Hace muchos años Federic Bastiat escribió que “por aquellas fronteras que no pasan las mercancías terminan pasando los cañones”. ¡Ojalá!, que este camino entre Perú y Argentina sea de comercio y crecimiento y nunca más debamos escuchar que la inmigración entre nuestros países es un problema sino algo que nos hace crecer a todos.

 

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