N ° 01/2000
Buenos Aires, febrero 11 de 2000.-
El proyecto del gobierno de bancarizar en forma obligatoria toda transacción superior a 10.000 pesos es un negociado. Sus beneficiarios son los bancos. La evasión fiscal es una excusa Obligarnos a hacer negocios en forma tal que otros manejen nuestro dinero es una atentado al derecho de propiedad. Mi dinero lo manejo como quiero, nadie en este país tiene facultad alguna para obligarnos a entregar nuestro dinero a los bancos.
Si van a poner esta norma además deberían razonablemente garantizar los depósitos. Nos obligan a estar en un banco. ¿Y si cae me jorobo? No señores si se cae un banco vamos a terminar pagando todos los depósitos con el dinero de los demás argentinos. Porque todos vamos, y con justa razón, a decir que fue el estado quien nos obliga a bancarizarnos, y por eso perdimos ese dinero.
Pero además no quiero. No existe ninguna razón para obligarme a hacerlo, como tampoco para obligar a un banco, ni a nadie, a consultar con un abogado antes de hacer un acto jurídico (casi todos de nuestra vida diaria). Le están asegurando clientes a los bancos a cambio de nada y en muchos casos contra la voluntad de los clientes.
Los argentinos se van a bancarizar cuando los bancos sean bancos, cuando sus servicios sean de un costo razonable, cuando sirvan como herramienta de crédito, no mientras los “usureros” sean más baratos y sencillos que ellos.
Los argentinos no hacemos operaciones en efectivo, ni tenemos dinero negro (libre) porque somos malos ciudadanos, o carecemos de una “moral políticamente correcta”, sino porque el estado nos roba con cada vez más impuestos, nos persigue con regulaciones absurdas, y encima nos trata de mostrar como corruptos frente a los demás.
Es consecuencia de un mal sistema administrativo, de excesivos impuestos, y siempre más, sobre lo que ya pagamos. El estado argentino debería tomar un compromiso de muy largo plazo de no aumentar impuestos. Algo que pudiéramos usar en nuestra defensa antes que tengamos que empezar a tirar el té y hacer una revolución para defender nuestros derecho de propiedad y nuestra libertad.
Dentro del proyecto también se incluye el “derecho” de las AFJP de ejecutar deudas de los contribuyentes al sistema de pensiones. Es algo que nos faltaba para aumentar ese negocio de los bancos que son hoy las AFJP (aun cuando sea infinitamente mejor a los que teníamos es así).
Les damos el derecho de ejecutar y reclamar una deuda de la cual no son acreedores: Por la cual podrán cobrarse del resultado jugosas comisiones, seguros autocontratados, etc. El titular del crédito si fueran aportes es el aportante no la AFJP, lo razonable sería que cada dueño de su derecho tenga la legitimidad para hacer el juicio, no la AFJP.
Mejor sería terminar con la compulsividad del sistema y que cada uno maneje su ahorro, así van a bajar las comisiones, lo seguros, e inclusive si cada trabajador pudiera reclamar los aportes lo haría en forma más efectiva. Claro que en realidad ni siquiera es justo que sea obligatorio un aporte ni patronal, ni personal, salvo aquel que cada uno decida.
Una rápida lectura del proyecto de ley llamado “antievasión” permite rápidamente saber que es un proyecto contra los ciudadanos. Nos van a tratar como delincuentes, los burócratas aumentarán su poder, los abogados y contadores serán más caros, y los bancos seguirán ganado plata por los favores del estado.
Si continúan así van a tener éxito en el combate de la evasión tributaria, vamos a irnos todos. Y cuando no quede nadie salvo políticos, vagos prebendarios del sistema, burócratas y desafortunados que no puedan escapar, entonces no habrá evasión, porque ya no habrá nadie con capacidad para producir riqueza.