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N ° 01/2000

Buenos Aires, febrero 11 de 2000.-

AL CONTRABANDO LO HACE EL GOBIERNO

      Las aduanas fueron creadas como una forma de cerrar mercados y asegurarle a las oligarquías favorecidas por los reyes los mercados de los súbditos de estos. Las aduanas y regulaciones del comercio exterior intentan asegurar a algunos ‘empresarios’ poder vender más caro (por menor competencia, o ninguna), generando en forma simultánea una renta extra (plusvalía) a esos ‘empresarios’, a los funcionarios de turno, y al estado una renta a costa del sobreprecio que pagan los ciudadanos.

      La aduana como institución solo tiene como objetivo real encarecer los precios a los ciudadanos y mejorar el negocio de algunos pocos.

      Pero si a esa naturaleza corrupta de la aduana agregamos un alto componente tributario sobre algunos bienes, más un impuestazo general para robar el dinero de los ciudadanos, la consecuencia natural es más economía negra y más comercio libre (contrabando para la nomenklatura).

      Para casi todo político y periodista el comercio libre se llama contrabando. Pero eso que ellos llaman contrabando no tiene ninguna otra causa que los altos impuestos del estado o los privilegios a algún sector ‘empresario’.

      No hay que dejarse engañar ante tanta difusión de una campaña destinada a combatir el “contrabando”. Ni por el Ministro Coordinador Rodolfo Terrengaño denunciando un daño a la economía por U$ 1.600 millones de dólares anuales, que se ha incrementado especialmente en cigarrillos y combustibles. Corresponde decirle que justamente el contrabando ha crecido allí donde el impuestazo más fuerte impacto.

      Es consecuencia y culpa del gobierno que al que él pertenece. El contrabando aumento porque aplicaron un impuestazo y la ciudadanía lo está resistiendo. Es culpa de ellos mismos. Hay contrabando porque millones de argentinos no quieren pagar estos impuestos, y hacen una resistencia “comercial y pacífica”.

      Ya en otra época para combatir al “dólar marginal o negro” desataban pomposos ‘procedimientos’ policiales. Si teníamos o comprábamos dólares en el mercado negro la maquinaria propagandística nos trataba a todos como malos ciudadanos, cuando no como delincuentes.

      Hoy ya no se habla de ello porque la administración de Carlos Menem termino con el problema eliminando su causa. No se gasto combatiendo sus efectos. Libero el mercado cambiario, elimino toda restricción o traba al cambio de moneda. Y se termino el mercado negro, que era el único de verdad por ser libre.

Por muchos gendarmes y policías que manden a la frontera el contrabando va a seguir, y a crecer, si se mantienen los impuestazos de la Alianza. ¿O la DEA detuvo el contrabando de droga a los EEUU? Más control, más policía (cualquiera sea el uniforme) no detiene el libre comercio.

Porque si tuvieran éxito el pueblo comenzaría a votar con los pies, emigrando. No se gasten dinero nuestro los jerarcas de turno en perseguir a quienes practican el libre comercio, liberen los mercados y bajen los impuestos. No nos cobren impuestos para pagar más gendarmes y empleados en la aduana. Con la baja de esos impuestos podrían eliminar en forma lisa y llana el problema.

Los únicos culpables de este incremento del contrabando son los legisladores y ministros del gobierno de la Alianza que aprobaron el impuestazo. Dejen de llenarnos de moral socialista y hablarnos de la corrupción. Los ciudadanos solo quieren comprar productos a buen precio. No son ellos malos ciudadanos. Como tampoco los poderosos jerarcas de turno son quienes para decirnos quienes somos buenos o malos. El contrabando tiene claros culpables, los dirigentes de la Alianza van encontrarlo en sus espejos.

 

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