N ° 7/2006 - Año 7º
Buenos Aires, mayo 26 de 2006.-
Los izquierdistas alemanes reclamaban que el 1º de mayo fuera declarado feriado nacional sin éxito hasta que en enero de 1933 Adolf Hitler tomó el poder y organizo una fiesta para el 1º de mayo de ese año en Tempelhof, Berlín.
La organización de los nazis acarreó como ganado a más de un millón de trabajadores y militantes pagados al acto, que fue convertido en el primer mega acto del Reich de los Mil Años, o el Tercer Reich. El acto del 1º de mayo de 1933 fue la anticipación del cierre de los sindicatos socialdemócratas, y el comienzo de las persecuciones a organizaciones judías, católicas y todos los que aun cuando se hallaban desilusionados de la república de Weimar no aceptaban el orden totalitario del nacional socialismo.
Muchos de quienes en voz baja dicen oponerse a Néstor Kirchner lo consideran un advenedizo, lo cierto es que al igual que Adolf Hitler, Kirchner representa y debe su poder a una combinación de intereses económicos de algunos grandes empresarios mercantilistas y al resentimiento de los votantes que fueron engañados sobre la causa de la crisis del 2001.
Desde el momento en que tomo el poder Kirchner ha desplegado una estrategia de “soborno social y propagandístico” sobre un pueblo moralmente débil. Las políticas de Kirchner enseñan que no es un político de derecha, aunque a una parte de la izquierda le gusta verlo así. Sus políticas toman en serio la destrucción del capitalismo competitivo y abierto.
Pretenden mostrar el acto del próximo 25 de mayo como un acto de “unidad nacional”, justamente para establecer la dialéctica contraria, la de amigo-enemigo, inclusión y sometimiento o exclusión y ser perseguido, amenazando de esa forma los derechos individuales. Y aunque se llenen la boca con la palabra democracia de ella solo se sirven para un domingo fraudulento cada dos años.
Kirchner ya está sovietizando el sector empresario mediante los controles de precios necesita entonces un acto de “unidad nacional” sobre el cual legitima su poder, sus atropellos a las instituciones republicanas constitucionales. El acto del 25 de mayo tiene el objetivo de promover la “unidad del pueblo con su Führer”, imagen que sirve siempre para engañar sobre la verdad totalitaria del régimen.
Hitler se robo de los socialdemócratas alemanes el 1º de mayo en 1933, Kirchner quiere robarse de los argentinos el 25 de mayo, la fecha fundacional de nuestra nacionalidad.
Al menos tenemos la historia del horror nazi para intentar detener la tiranía de Kirchner.