N ° 6/2006 - Año 7º
Buenos Aires, mayo 12 de 2006.-
Señor Director:
El día 4 de junio se cumplen 31 años del asesinato del Ingeniero Raúl Alberto Amelong, casado, padre de 11 (once) hijos. En el cruce de las calles Guatemala y Córdoba, en Rosario, es interceptado por los que luego se adjudicaron la autoría del asesinato, “un pelotón de combate montonero”. Al Ingeniero Amelong no se le conocía actividad sindical o política, simplemente era un profesional, del plantel de Acindar.
Días antes, en Villa Constitución, la organización Montoneros, había asesinado al Gerente de Relaciones Públicas de Metcom SA, Martín Oharriz, casado y padre de dos hijos. El Ingeniero Arrosagaray, Jefe de Producción de motores Borgward, también fue asesinado por montoneros que luego panfletearon la fábrica con una amenaza latente: “miren lo que somos capaces de hacer”.
Hoy ¿quién se ocupa de estos civiles? ¿O pasaron a formar parte de las páginas en blanco de nuestra historia? ¡Qué paradoja! se está tratando en el Congreso de impedir que asuma el Señor Luis Abelardo Patti, impugnando con este acto la voluntad de los 400 mil ciudadanos que lo votamos.
¡Qué paradoja! El diputado que se adjudica la autoridad de juzgar a Patti no es nada más ni nada menos que Bonasso, un conocido y confeso terrorista, autor de algunas publicaciones cuyo “refugio para la inspiración” fuera el exterior.
Bonasso, toda una vida signada por fracasos, odios rencores y venganzas. De tardíos y graves arrepentimientos, entre ellos, el haber huido cobardemente en plena guerra, mientras “sus compañeros”, muy jóvenes, morían en combate, o se suicidaban.
Bonasso, el de la célebre frase: “debimos haber matado a López Rega en vez de a Rucci”. Bonasso, el mismo que fundó un partido político, más bien un “rejunte” de 145 afiliados, al que hoy la justicia “le bajó la cortina”.
¡Que paradoja! La mayoría de los legisladores que apoyan la conducta de Bonasso, ¡jamás! por cuenta propia, hubieran podido aportar a su partido o alianza la cantidad de votos que obtuvo el Señor Luis Patti en la provincia de Buenos Aires.
Alfred Adler en su libro, “Qué debe significar la vida para Ud.”, dice así: “El individuo que no se interesa por sus semejantes es quien tiene las mayores dificultades en la vida y causa las mayores heridas a los demás. De esos individuos surgen todos los fracasos humanos”.
En la historia, parece que a Bonasso, como a muchos otros, no les ha alcanzado lo sucedido en la década del 70. Quieren reeditar en forma incruenta un futuro de fracasos, continúan promoviendo revanchas, rencores, odios y venganzas.
Para Bonasso seguramente es una excelente estrategia y óptima metodología que le permite mantenerse indemne en la vida política, con una existencia cómoda y por sobre todo rentable, por que nada hace gratis, de lo contrario ¿de qué viviría?. Salvo que “sus amigos” le consigan el hoy tan bien remunerado trabajo de cuidar alguna “pingüinera”.
Cordialmente, Vicente Pando